Love's Karma

Tres

Con las luces apagadas, el aire acondicionado encendido y metida bajo las gruesas sabanas de su cama, Jeongyeon se encontraba fingiendo estar dormida, mientras las chicas caminaban, hablaban y reían reunidas en la habitación que ella compartía con Nayeon.
-¡Jeongyeon!- Nayeon la llamaba con cariño. –Despierta. 

Pero Jeongyeon siquiera abría un ojo, fingía muy bien después de todo a pesar que tantas risas y escándalo la tenían de mal genio.

-¡Jeongyeon!-Nayeon se acercó al oído de la pelinegra y le mordisqueo la oreja. -¡Despierta!-  para luego gritarle.

Jeongyeon por fin despertó empujando las almohadas y también a su amiga. 

-¿Qué haces? Eso me dolió. ¿No puedes hacerlo de una mejor forma? – Y como una orden, Nayeon se acercó y le dio un pico en los labios. -¿Así? – Dijo, y luego rió.

Jeongyeon movió su cabeza de un lado, no se sentía de ánimos para los juegos de su amiga. 

-¿Qué pasa mi Jeongyeon? –Pregunto Mina sentándose detrás de Jeongyeon y colocando su cabeza en los hombros de su amiga. -¿Por qué te desapareciste del club y apareciste acá? ¿Te sientes mal? 

Jeongyeon no quería recordar las razones por las cuales había vuelto a su recámara.

-¿Por qué dejaste a Dahyun con Nayeon cuando ella vino fue contigo? 

-Ella no vino conmigo, tú lo trajiste contigo. –Le respondió Jeongyeon a Mina en un tono un tanto descortés, pero Mina en lugar de enojarse envolvió a Jeongyeon aún más en su abrazo, sabía que su amiga no le respondería en ese tono así por así. -¿Estas enojada por eso o hay algo más? –Mina insistía.

-No pasa nada. –Dio por terminado Jeongyeon, sin alzar su mirada y simplemente jugando con las manos de su amiga, que aún mantenía su rostro sobre sus hombros.
–No me pasa nada. –Volvió a repetir, pero en su voz había un tinte de tristeza que no supo ocultar, y sus dos mejores amigas se miraron entre si sabiendo que Jeongyeon fingía.

-Iremos al karaoke, alístate Jeongyeon. – Nayeon dijo en el medio del silencio que comenzaba a envolverlas.

-¿Vas a ir verdad? –Mina le dio un beso en la mejilla a su amiga antes de levantarse.

Jeongyeon lo pensó solo un rato y termino de pie, bajándose el pantalón de pijama que traía puesto y todas comenzaron a gritar fingiendo vergüenza y la chica de cabellos cortos rió por primera vez desde el encuentro fugaz que había tenido.

Una vez estaba dentro de la ducha, lejos de las risas y las habladurías de sus amigas...pensó en Momo y mientras las gotas de agua que caían de su cabello mojado, toco sus labios y recordó una canción que le gustaba mucho, aquella canción era tan lenta, tan llena de dolor que sin darse cuenta una lagrima se mezcló entre el agua.

Le dolía llorar por alguien que parecía ser fugaz, que llegaba la revolucionaba y luego se iba, que era como una tormenta que acaba con todos sus sentimientos en cortos minutos para después dejarla en una llovizna eterna.
Se miró en el espejo, mientras la misma canción golpeaba una y otra vez su mente, puso ambas manos en su rostro cubriéndolo por completo y ahogando un grito.
Se habló así misma –"Jeongyeon detente ya, esto no te puede hacer sentir así, no te puede controlar así, ya no más"...dejo caer su mirada y la dejo perdida en el suelo para después volverla a poner en el espejo, peinó su cabello mojado y sonrió sin querer pero sonriendo al fin.

Tomada de la mano de Nayeon insistía bajar por las escaleras pero la mujer tan necia como una niña pequeña no lo aceptaba y la obligaba a seguir esperando el ascensor. –No me quiero cansar. –Se excusaba su amiga.