Diez

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La noche fría había jugado a favor de aquellas dos mujeres que entre un abrazo el cual Momo no iba poder recordar a causa de que nunca estuvo consiente de el, ambas quedaron dormidas pero con la diferencia de que Jeongyeon pudo concebir el sueño lo suficientemente tarde como para caer en un sueño profundo durante las primeras horas de la mañana.

Momo que sentía el cálido brazo de Jeongyeon envolver sus caderas salió con cuidado de ese abrazo y se puso de pie dejando la cama, volviendo su mirada a Jeongyeon vio cuan dormida estaba.

Tan delicada y vulnerable, entonces Momo se preguntó cómo alguien de unos sentimientos tan limpios podía estar envuelta sin siquiera saberlo entre tantas mentiras.

Momo que recordaba muy poco de la noche anterior apenas tenía las imágenes del bar donde se metió y del momento en que Jeongyeon la sacaba de allí. -¡Espero no haberte herido cuando intentaba que te fueras! –Se dijo mientras preparaba un poco de dinero en una pequeña bolsa, después de todo había decidido abandonar a Jeongyeon.

Momo entendía que aunque le pidiera escapar y sabiendo que Jeongyeon fácilmente aceptaría, ella ya no podía soportar el hecho de seguir callando y si bien podía simplemente decirle “Jeongyeon, eres hija del padre de Jihyo” y si aun así Jeongyeon la perdonara por callar todo ese tiempo, sus hombros no soportarían cargar con otra mentira más.
Porque Momo no soportaba mirar a los ojos de Jeongyeon y aceptar que de verdad la uso apenas llegó de Estados Unidos, haciéndose más cercana a la mayor para obtener información de su vida como niña, información que sirviera para corroborar la hipótesis que la niña perdida del padre de Jihyo era específicamente del orfanato donde estuvo Jeongyeon.

Momo recordó las palabras de Jihyo y sintió vergüenza por ella misma.
¿Cómo podía ahora simplemente decir que tenía sentimientos por Jeongyeon cuando en un pasado la mayor les servía como burla para Jihyo y ella?

Entonces Momo recordó una conversación con Jihyo.

-¿Cuánto tardarías en ser más cercana?

-¡Menos de lo que crees! Pero a cambió quiero que logres que mi padre deje de vigilarme y me deje completamente en paz. Si lo logras, si de verdad logras ganarte su afecto yo cumpliré con conseguir toda la información.

-¡No quiero que te acerques demasiado a ella! No me gustaría que cuando estés conmigo tengas impregnado su olor, me darías asco. -Jihyo le demostraba a Momo su asco hacia Jeong.

-¿Cómo crees que podría involucrarme tanto con ella? ¡Igual que a ti ella me da asco! No entiendo como mi hermana y Jeongyeon pueden ser tan cercanas.

-¡Wow! ¿En qué momento cambiaste tanto? Te recordaba introvertida. ¿toda esa maldad la tenías bien guardada?

-Gracias a mi padre, él me ha convertido en esto,  pero eso no es lo que importa ahora, me interesa que lleguemos al acuerdo.

Momo recordó todo en un corto tiempo y recordó como unió su mano a Jihyo en forma de promesa.

-¡Desde ahora seremos pareja, a tu padre no hay cosa que le convenga más que una relación entre nosotras dos, caerá pronto y tendrás la libertad que quieres! - momo recordó las palabras de Jihyo.

En aquel momento Momo sonrió pensando que su misión sería lo más fácil del mundo, después de todo el dolor le había enseñado a ser fría y calculadora a valorar más lo externo que los sentimientos pero después de todo se volvía a equivocar, porque entre más cercana se hacía a Jeongyeon más se peleaba consigo misma para mantenerse lejos porque ese ser escondido introvertido e inseguro que guardaba bajo esa capa de vivacidad en realidad se comenzaba a sentir seguro frente aquella mujer.

Love's KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora