Once

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En el recién estrenado departamento todas dormían, la dueña de la recién estrenada residencia, apenas comenzaba a despertar cuando sintió doler su cabeza, después de todo habían fiesteado lo suficiente y aunque ella no le gustaba beber alcohol, llevaba días sintiéndolo tan normal, aunque aún era muy primeriza para soportar una noche de chicas y copas sin terminar haciendo tontadas.

-¡Ah! Tengo tanta sed, pero tomar agua tan temprano sin desayunar, me dará dolor de estómago. –Pensó.

Mientras salía de la cama pudo escuchar el sonido de algo freírse y el olor a beicon llego a su nariz entonces comenzó a caminar hasta llegar a la cocina.

-¿Qué haces despierta? –Pregunto Jeongyeon a Mina que ya estaba vestida y prácticamente lista para salir.

-Tú deberías de haber despertado hace mucho, es pasado medio día. -le peleó Mina.

– ¿Para qué? además no tengo nada que hacer, aparte que tengo mucha sed. –Jeongyeon,  buscaba en su pequeña nevera algo de tomar, pero habían acabado con todo la noche anterior.

-¡Hay de tomar en esas bolsas! –Dijo de pronto Mina al ver a su amiga frustrada por no encontrar nada.

-¿Fuiste al supermercado? ¡Wow! ¿A qué hora despertaste?

-Hace mucho. –Mina seguía pendiente de lo que cocinaba y hablaba a la vez.

– ¿Y a dónde iras? –Pregunto Jeongyeon con la boca llena de jugo de naranja.

- Iré con Tzuyu, aunque ella no quiera verme ya ha pasado más de una semana de todo y ella necesita escuchar una disculpa de mi parte, no me sentiré bien hasta que lo haga.

-¡Más de una semana de tu revolcada con Nayeon! –Dijo entre broma Jeongyeon que pronto vio como fue golpeada por un envase de jugo aún lleno que la hizo doler.

-¡Si hablamos de revolcadas! –Mina hablo sin pensar y Jeongyeon solo pudo sonreír para no terminar sintiéndose mal. -¡No vuelvas a hablar de esa forma! –Mina de pronto sonaba dolida.

-¡Oye tranquila fue una broma! Lo corregiré de inmediato –Jeongyeon fingió seriedad y luego siguió - ¡Más de una semana de tu encuentro fugaz con Nayeon! –Y volvió a sentir que algo la golpeó.

-Deberías callarte ya y apurarte a ver si alcanzas para poder llevarte a tu ex trabajo.

-¡Ya te dije que no iré!

-¡Debes hacerlo! Debes recoger el dinero que te corresponde por tus años de trabajo.

-¡No quiero encontrarme con tu padre y mucho menos con tu hermana!

-¡Pero ya te dije que ellos no están en … -Mina no pudo terminar de hablar cuando Jeongyeon ya la estaba interrumpiendo con un seco “no me interesa” y arrastrando la silla donde estaba sentada y haciendo el suficiente ruido para que Mina no siguiera hablando.
A pesar de todo lucia mejor después de una semana, la verdad era que para Jeongyeon aún sus oídos sangraban de odio al escuchar algo que tuviese relación con Momo.

-¡Haz lo que quieras! –Le grito Mina antes que Jeong saliera de la cocina.

-¡Buenas tardes encuentro fugaz! –Mina escuchó a Jeongyeon decirle a la que supuso era Nayeon, quien iba en camino a la cocina también y justo allí Mina volvió a gritarle a Jeongyeon.

-¡Me las vas a pagar! – Y poco después se escuchó una risa burlona inundar la sala de estar.

-¿Me ha llamado encuentro fugaz? –Pregunto Nayeon entrando por completo a la cocina.

-¡No les haga caso! Creo que aún no se le pasa el efecto del alcohol. –Mina trataba de excusar a Jeongyeon.

-¡No la excuses! No te comportes tan protectora o todos sospecharan.

-¡Deja de decir tonterías Nayeon! Tú terminaras haciendo que todos sospechen cosas que no son y si Jeongyeon logra escuchar una de tus brillantes inventos se va a enojar o que sé yo.

Love's KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora