•Gilbert•
A la mañana siguiente, al despertar, tomó sus mantas y envolviéndose en ellas como si fuera una oruga, comenzó a mirar fijamente a la pared, por alguna razón la mañana se sentía más fría de lo habitual, podía ser eso o el hecho de que aquellas notas que le había mandado John el día anterior le daban vueltas por la cabeza una y otra vez. Tomando voluntad para ello, las reprodujo de nuevo notando lo mismo que el día anterior, y era la voz de John la cual se notaba distinta, como si tuviera un nudo en la garganta y estuviera a punto de quebrarse.
Deteniéndose a pensarlo, le era difícil imaginar a John en llanto, su aspecto fuerte y tranquilo junto con su personalidad entusiasta le hacían ver como alguien que difícilmente se pone triste, y le provocaba esa molesta presión en el pecho el imaginarse a alguien así, llorando por su culpa.
Haber visto a otras personas en llanto y agonía mientras les cortaba la piel le daba enteramente igual incluso cuando le decían que tenían familia que mantener o gente de la cual hacerse cargo, sin embargo con John, era distinto, era alguien que a diferencia de otros, no quería herir. Podía ser talvez por el hecho de sentirse acompañado en las noches que iba al café, o de ser alguien que irradia amabilidad con estar cerca suyo.
Con molestia se preguntaba qué hacer, al voltear a ver su escritorio, miró una hoja de papel junto con una pluma al lado suyo, soltó un pequeño bufido acompañado de una ligera risa mientras negaba con la cabeza.
Se vistió y caminó al área de información con las habitaciones llenas de monitores donde ya se encontraban un par de jefes faltando por llegar la Araña.
─ ¿Hay algo relevante que deba saber? -Preguntó el joven con un tono de voz algo ronco debido a que no hacía mucho despertó.
─ Nada en realidad, solamente la noticia del buque que atacaron ayer informando que ahora tendrán más cuidado con el transporte. Y por cierto Mantis, los químicos que me consiguieron son maravillosos, solo imagina, ahora puedo hacer gas mostaza o fosgeno. ─¿Gas mostaza? -Preguntó Gilbert. ─Si, es un gas que prohibieron porque es altamente peligroso, ataca a tu piel, te provoca irritación, ampollas, tus ojos lagrimean mientras tus pulmones se llenan de ampollas por el contacto también, además que si tienes la mala fortuna de sobrevivir, ataca a tu ADN lo cual te vuelve más propenso a tener un cáncer.
Su contrario hablaba entusiasmado mientras que el joven simplemente le miraba con cuidado, tratar con una persona que tiene la capacidad de hacer un arma química de ese calibre, por más simpático que aparentase ser, es un arma viviente en si mismo. Le tomaba sentido el por qué su cabeza fue tan valiosa en su momento antes de desaparecer y fingir su muerte.
─Fue todo el cargamento que transportaba el buque relativo a los químicos, diviértase con ellos, y en cuanto a las ratas que salieron vivas del buque, no dijeron nada estando aquí, solo un par que dijeron que las embarcaciones serían nuevamente en 6 meses, otro que en 3 meses, minutos más, minutos menos, días que sobran y faltan, da lo mismo. Se rehusaron a decir más así que fue en extremo necesario y para nada un capricho el ejecutarlos.
─ No todo en la vida es matar niño, aunque... en cierto modo puedo entender el por qué de ese actuar. -Dijo con seriedad el Escorpión.
─ ¿Y me lo dice el bioterrorista que causa cáncer con tocar un gas? -Respondió Gilbert mientras reía.
Al terminar la reunión, suspiró con pesadez volviendo a su habitación donde sentándose en la silla de su escritorio aún le quedaba pensar qué hacer en cuanto a John.
«Matarlo no es ni de broma una opción, secuestrarlo sería excesivo y tampoco quiero amenazarlo, empeoraría las cosas... Y la única opción que queda es la que menos quiero. ¿Qué ocurrirá si me presento?» Colocó su mano en su frente masajeándola con las yemas de su dedo pulgar e índice pensativo mientras respiraba lenta y pesadamente. «Tendría que matarl- secuestrarlo si decide delatarme a la policía, otra que se rompa enfrente mío» al pensar este último sintió una fuerte presión en el pecho. «La última es de que me intente convencer de abandonar la mafia.» Esta última idea le sonaba muy en el fondo algo reconfortante si era propuesta desde afuera, vivir tranquilamente y lejos de toda la violencia que forma parte de su mundo, sin embargo no es algo fácil de abandonar.
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Amor Entre Mafia [Yaoi] [BL]
RomantikLa historia se basa en un joven adulto el cual es colider de una de las mafias más grandes la ciudad. Termina enamorandose de un civil común a quien poco a poco introduce a su turbio estilo de vida ¿Cómo podría terminar eso?