Capítulo 8 || Gracias.

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- Su-sueltame.- Rogué pero el siguió besándose el cuello.

- Sssh.- Me hizo callar mientras me pegaba a una pared.

Me besó los labios bruscamente y solté un sollozo fuerte. Me cogió y me arrancó la camiseta rompiéndola por las mangas.

- No-no por favor.- Lloré intentando apartarme pero el tenía más fuerzas.

Me apretó un pecho con demasiada fuerza y yo intentaba quitarle sus asquerosas manos de mi, pero era imposible. Pretaba y manoseaba mis pechos sin control alguno de su fuerza y yo sollozaba.

- ¡AYUDA!- Grite y el tipo borracho me dió una bofetada obligándome a girar mi cabeza de la.fuerza de esta.

Noté como algo líquido caía por mi nariz, sangre. Intenté apartarlo pero él al ver lo que hacía me mordió el labio.

De la nada se separó de mi, o más bien lo separaron. Un chico le estaba golpeando.

- Cabrón hijo de puta, como te vuelva a ver tocarle a ella o a alguien juro que te mato.- Amenazó una voz.

Una voz ronca que yo conocía, Justin. Siguió dándole la paliza de su vida al tipo ese mientras él sollozaba y gemía del dolor. No debía tener más de 25 años, y la verdad es que era bastante atractivo. ¿Pero que coño? Casi me viola y yo pensando en eso.

- Justin.- Sollocé y él levantó la mirada para mirarme.

Se puso de pie y le dio una patada en el estómago al hombre.

- La última vez.- Amenazó de nuevo.

Se acercó a mi con cara de preocupación.

-Cass.- Dijo y me retiró un mechón de la cara. Me estremecí ante el tacto y sollocé.- Hey, tranquila, ya estoy aquí no te va a pasar nada.- Susurró y me cargó.

Me llevó hasta su coche mientras lloraba en su pecho. Cuando llegamos me sentó en el asiento del copiloto, se quitó su chaqueta y me ayudó a ponerla. Cerró mi puerta y se sentó en su sitio.

Me acurruqué mirando hacia la ventana mientras lágrimas silenciosas caían por mis mejillas.

- ¿A-a donde vamos?- Pregunté como pude.

- A mi casa.- Contestó concentrado conduciendo.

- Pe-pero mi padre...

- Llámalo y dile que te quedarás en casa de alguna amiga, a no ser que quieres que te vea de esta forma.- Cuestionó.

- Bien.- Dije resignada.

Saqué mi móvil de mi bolsillo delantero y marqué a mi padre. Al segundo pitido contestó.

- Papá..- Dije suavemente.

- Para casa, ¡ya!- Ordenó.

- Em, respecto a eso ha habido un problema, no hemos acabado el trabajo y te llamo para preguntarte si puedo quedarme a dormir en casa de Lottie.

- Jovencita, tendríais que...- Le corté.

- Por favor, nos levantaremos a las seis para terminarlo e iremos a clase.- Rogué.

- Está bien pero quiero hablar con alguno de sus padres.- Demandó.

- Em, está bien, te paso a su padre, te quiero papá.- Me despedí.

Miré a Justin suplicante a la vez que él me miraba con cara de entender.

- Tome señor Stuart, hable con mi padre.- Le pasé el móvil y le rogué con la mirada.

- Buenas noches?- Fingió voz de hombre cuarentón.- Si, no se preocupe.- Hubo una pausa.- Claro, le dejaremos ropa de mi hija.- Otra pausa.- Bien cuidese, buenas noches.- Terminó y colgó.

Me pasó el teléfono y siguió conduciendo.

- Gracias.- Agradecí tímidamente.

- De nada, se me da bien mentir.- Soltó una carcajada pero yo negué.

- Aparte de por eso, por lo de antes.- Dije avergonzada.

- Hey, ese gilipollas no va a volver a hacerte daño, ni él ni nadie mientras yo este presente.- Contestó serio.

- Enserio, gracias.- Intenté sonreír pero me salió una mueca, él me sonrió levemente.

Paramos enfrente de una casa enorme y bajó. Me abrió la puerta y me cargó.

- No hace falta que me lleves.- Reí en su pecho.

- Pero quiero.- Dijo y sacó las llaves.

Abrió la puerta y entramos a un gran salón con cuatro chicos que nos miraban expectantes.

- Dios, ¿y a esta que le ha pasado?- Preguntó un chico rubio con una gorra de Obey.

- ¡Dylan!- Le golpeó el chico con el que Justin habló en la fiesta.

- Perdonale, es gilipollas.- Se disculpó.

- No-no pasa nada...

- Joey.- Completó él. Sonreí levemente.

- Bueno nosotros nos vamos a mi habitación.- Dijo Justin mientras salíamos por la puerta.

- ¡Ni hagáis ruido!- Gritó un moreno sentado en el sillón.

- ¡Cállate Chris!- Gritó de vuelta Justin.

Paseamos por la casa gigante hasta que llegamos a una puerta de madera. Abrió y nos dió pasó a ambos. Me dejó en la cama y abrió una puerta, que parecía ser el baño y rebuscaba algo por los cajones. Al rato salió con un botiquín en la mano.

-Es-espera.- Pedí y me levanté.

Me dirigí hasta el baño y me coloqué enfrente del espejo. Mi cara estaba hecha una mierda. Tenía sangre seca debajo de la nariz y los labios rotos y con más sangre. En la ceja tenía una pequeña brecha que ni idea de como había sido hecha. Quité la chaqueta de Justin y me miré los senos, estaban todos morados verdizos. Sollocé al recordar sus manos en mi cuerpo. Al segundo Justin vine y me puso en la cama.

- Tranquila.- Susurró y besó mi frente. Me abrazó fuertemente contra su pecho.- Ahora estás conmigo.- Susurró en mi oído.

Cerré los ojos y asentí. Noté como poco a poco se retiraba y cogía algo. Abrí los ojos y le vi aplicar alcohol a un algodón.

- Esto te a doler un poco.- Avisó y lo presionó en mi ceja. Puse una mueca de dolor.

Pasó de mi ceja a mi labio. Y ahí si que dolió, pero no dije nada. Cuando terminó se levantó y dejó todo donde estaba. Fue hacia otra puerta y sacó una camiseta y unos boxers negros.

- Em, ponte esto sino quieres dormir en vaqueros.- Me tendió la ropa y la cogí asintiendo.

Me metí al baño y me puse la ropa de Justin. Me volví a mirar al espejo y una lágrima cayó por mi mejilla. Negué y la quité rápidamente. Me lavé la cara y me hice un moño desordenado con una goma que llevaba en la muñeca. Salí y vi a Justin cogiendo unas pocas almohadas y mantas.

-¿Dónde vas?- Pregunté.

- Voy a dormir al sofá. Tu descansa.- Casi me metió en la cama y me besó la frente.

-Buenas noches.- Dijo y apagó la luz.

- Justin.- Le llamé.

- Dime.

- No te vayas, no me dejes sola. Duerme conmigo por favor.- Pedí.

#Inés.

Hey there, baby [Justin Bieber]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora