Hey there, baby [Justin Bieber]

Capítulo 2 || Justin Bieber.

Llegué a la entrada y abrí la puerta de madera con retoques forjados de hierro. La abrí y todo era como me esperaba, puede que un poco más a los bestia, pero una fiesta con todas las letras.

La sala principal era muy amplia, había como 6 sofás y sillones ocupados por parejas teniendo sexo o sólo comiéndose la boca. Me encamina hacia la cocina que estaba llena personas ansiosas por una bebida. Había una barra, la cual estaba hasta el culo de gente, con un pobre camarero de apenas 25 años estresado. Volví a la sala principal y salí a la terraza. Un jardín precioso con adolescentes medio desnudos bañándose en la piscina, precioso. En la planta de arriba supongo que ya había gente follando porque vamos a ver, de lo que más hay en una fiesta es sexo.

Después de pedirme una bebida, no muy fuerte ya que estábamos a principios de la noche, decidí buscar a Diane, mi mejor amiga. Estuve como 15 minutos buscándola y la encontré con Shannon, Mark, Troy y Lottie.

- ¡Toma mi dinero pero no me hagas daño!- Bromeó Mark levantando las manos al verme llegar.

- Que te follen.- Le contesté con una de mis mejor sonrisas.

- Empezamos fuerte la noche eh, Cassie.- Dijo Diane.

- Yo no se porque la gente dice que es la mejor fiesta de California, esto es una mierda.- Me quejé mientras me sentaba en un sillón cualquiera.

-Tú sólo espera a que lleguen The Monsters.- Comentó Troy.

-¿The monsters? Suena a banda de rock anticuada.- Le contestó Shannon.

- Espera y verás.- Contratacó Troy.

- Sí, sí los nenes malos, ¿ahora qué? VAMOS A DIVERTIRNOS.- Gritó cómo una loca Lottie.

Dedecidimos hacerle caso y nos encaminamos a la gran pista de baile improvisada que había en el jardín. Me puse a bailar junto a Diane y desconocidos que a veces agarraban mis caderas.

Después de cómo dos horas ahí metidas a Diane le empezaron a doler los pies, y no me extraña con 10 cm de tacón. Nos sentamos de vuelta con los chicos que miraban deseosos a tías plásticas que se paseaban por allí. Shannon y Lottie aún seguían bailando.

De la nada Mark sacó un poco de cocaína. Troy le miró dudoso.

- ¿Estás seguro?- Preguntó con una ceja alzada.

- Venga y no seas marica.- Le contesté yo, pensaba probarla.

Mark vació el contenido de la bolsa he hizo cuatro tiras con él.

-¿Y de donde lo has sacado?- Preguntó Diane mientras veía como inhalaba la raya de golpe.

- Se la he comprado a Bieber.- Contestó mientras se sorbía la nariz.

Diane abrió los ojos de golpe, a saber quien es ese tal Bieber. No me lo pensé dos veces y acabé con la segunda tira de la mesa.

Lo que se siente cuando inhalas ese simple polvo blanco es indescriptible. Diane me miró dudosa yo le asentía dándole a entender que ni pasaba nada y ella asintió. Después de que Troy exalara la siguiente tira Diane lo hizo con la última.

La noche fue pasando ya eran alrededor de las dos de la madrugada y esto no tenía pinta de acabar pronto. No había visto a Sam desde las diez de la noche, cuando habíamos llegado. Tampoco es que me preocupara mucho, ya es mayorcito.

Llevábamos aproximadamente unas 10 bebidas nada suaves más la rayita de cocaína, se puede decir que íbamos bastante colocados. Estaba bailando junto a Mark y Diane en la pista de la sala cuando alguien me agarró la cintura. Yo, por acto de reflejo moví me trasero seductoramente golpeando su entrepierna. Cuando empezó a besar mi cuello me giré para ver su rostro.

Un chico rubio precioso de mi edad o tal vez de un año más me miraba mientras se relamía el labio. Sus ojos avellanas eran lo que más me llamaba su atención de él, eran bellísimos. Tenía un intento de bigote un poco fallido y vestía con una camiseta negra ajustada a su cuerpo, marcando sus músculos y un pantalón caído, que dejaba ver su calzoncillos.

- Hola guapo.- Le hable seductoramente muy cerca de sus labios.

- Hola preciosa.- Contestó con una voz ronca y jocosamente sexy mientras se iba acercando poco a poco a los míos.

Cuando por fin me besó me acorraló contra la pared para hacer el beso más intenso y salvaje. Después de estar como 15 minutos basándonos contra esa esquina se separó y me cogió la mano. Suponía  que iríamos a unos de los cuartos de arriba pero no fue así. Me llevó hacia un chico moreno y habló con él aproximadamente 2 minutos. Le dió algo y él otro chico, el moreno me sonrió. Le devolví el gesto.

Llegamos hasta el jardín y se sentó al borde de la piscina y me hizo señas para que me sentará con él.

- Podemos fumarnos esto mientras hablamos y nos conocemos.- Yo asentí viendo que tenía entre las manos, marihuana, y me coloqué a su lado. Él encendió el porro y le dió una calada.-Nombre.- Exigió y soltó el humo

- Cassandra Blake, pero me dicen Cassie.- Le contesté y le dí una calada. Dios, que bien sabía ese bendito porro.

- Cass.- Contestó él en un susurro.

- Cassie.- Le reproché.

- Me gusta más Cass, Cassie suena a niña buena y tu no lo eres.- Dijo y me quede mirándole fijamente levantando una ceja.

- Está bien, ¿cuál es tu nombre?- Pregunté, vamos el sabía mi nombre, ahora tenía que saber yo el suyo.

- Justin, Justin Bieber, encantado.- Contestó dándo la última calada.

Inés:)