En donde el rebelde Jeon Jeongguk está enamorado del amante del arte, Kim Taehyung.
Son totalmente diferentes, pero los opuestos se atraen ¿no?
Portada por taeofcandy 🎨
— El simple hecho de pedirles permiso a mis padres será una catástrofe, además, las fiestas no son mi fuerte. Puedes ir con alguien más.
— Pero yo quiero ir contigo, si bien me divierto con mis amigos, de vez en cuando es un poco aburrido.
¿Aburrido? Nunca era aburrido salir en compañía de sus amigos ¿Por qué mentía?
Taehyung suspiró, dejando a un lado su libro de lectura para poder mirar al contrario. Jeongguk prácticamente le estaba rogando porque fuera, así que se haría el difícil o algo así.
— ¿Qué ganó yo si voy a la fiesta?
— Umh...¿recuerdas aquel restaurante de comida chatarra?
— ¿Al que mis padres no me dejarían ir por nada en el mundo?
— Si, ese. Te llevaré cuando quieras.
El castaño lo vio con los ojos entrecerrados, pensando aquella propuesta que Jeongguk le había hecho, sonaba tentadora. Cayó de inmediato, asintiendo frenéticamente con la cabeza, viéndose bobo según el.
— De acuerdo.
Dijo lentamente, antes de que el contrario le regalara una suave caricia en su mejilla y se levantara del pasto -ya que estaban en el jardín del instituto.-
— Te veré en el parque de siempre, a las ocho.
— Si no me ves ahí significa que estoy muerto, si la policía te pregunta quienes son sospechosos menciona a mis padres.
Soltó una risita, enterneciendo a Jeon, quien se dio la vuelta antes de que notara aquella tonta sonrisa de enamorado que tenía en el rostro.
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Jeongguk estaba ahí desde las siete treinta, se preguntarán porque había llegado medía hora antes, pero es que ni él lo sabía. Solo tuvo que quedarse en una banca, esperando a que el otro llegara.
Afortunadamente para el, Taehyung llegó cinco minutos antes de la hora esperada, haciendo así que Jeon se levantara y caminara hasta el contrario, algo sorprendido por su elección de vestimenta.
— Tae ¿estás seguro de que no quieres regresar a tu casa y cambiarte?
El mencionado frunció el ceño, ladeando su cabeza y cuestionándose acerca de esa pregunta, según el y algunos de sus amigos, no se veía mal.
— P-Pero es lo que cualquier adolescente como nosotros usaría para una fiesta.
Tenía razón pero mierda, se veía tan bien que Jeongguk tenía miedo de que cualquier otro chico que no fuera el intentara coquetearle, no lo permitiría.
