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Final: Navidad

Se había acabado el ciclo académico y muchos de sus amigos se habían ido de viaje junto a su familia a su ciudad/pueblo natal. Solo seguían cuatro, pero Minghao estaba seguro que solo quería estar bajo la luz de la luna con uno; Soonyoung. Su mente solía jugarle sucio imaginando las posibilidades de que Soonyoung y él podrían estar solo abrazados por la fría brisa del invierno y que sus labios se encontraran junto unos hermosos fuegos artificiales. Golpeó su mejilla evadiendo aquella idea. 

– Creo que Corea te hace mal, Hao. - Bromeó al ver el comportamiento de su amigo. – O tal vez, fueron los pequeños golpes que te dio tu madre. 

Minghao rodó los ojos ante las burlas de su amigo que no supera los sucesos de hace una semana. Tal y como decía una frase; la vida te da sorpresas, y la del chino era la llegada de sus padres y Jun, junto a Dino, una semana antes de las fiestas. El viaje había sido idea de las madres Kwon y Xú, y todos lo sabían menos el chino. Sus padres se quedaban a gusto con la familia del mayor, y Jun aunque el plan siempre fue que se quedara en el apartamento con ellos, cuando la señora Lee conoció por fin el encantador novio de su hijo le obligó prácticamente que se quedara por qué: "tu familia acogió a mi Chan con los brazos abiertos, déjame hacer lo mismo" y "ademas sería una buena idea para acostumbrarte a nuestro ambiente familiar." Consecuente a que ahora mi querido amigo se quedaba con los Lee y Dino era el más afectado por las múltiples anécdotas que tenía su madre por contar todas las cenas. 

– ¿Sabías que Dino mordía los pies de Soonyoung? - Ambos chicos rieron. – Hay una foto en donde se encuentra un pequeño Chan mordiendo el dedo gordo de un Soonyoung de... ¿cuatro años? 

– Parece que te llevas de maravilla con su familia. - Minghao sorbió de su malteada y le lanzó una mirada traviesa. – Tienes las aprobación de la familia y su cariño ganado, listo, ya te puedes casar. 

Jun rodó los ojos pero no pudo evitar sonreír con la vista baja.

– Que tonterias dices, Hao.

- - 💥 - - 

Sooyoung se acercó a Minghao y comenzó a acomodar el cabello del menor. Estaban parados frente la casa del mayor para celebrar aquella fecha tan especial en familia, y el mayor desde que salieron del apartamento notó aquellos cabellos rebeldes del chino. Minghao no podía estar más halagado y encantado por la preocupación de su mayor por como lucía y que se mostrara tan concentrado en hacerlo hacía que su corazón latir con rapidez. Cuando el mayor se separó y volvió de sus ojos dos hermosas medias lunas; Minghao se dejó llevar más allá e imaginar que las fracciones de su mayor formaban todo una galaxia nueva por descubrir. Pellizcó la nariz del mayor con gracia y con la confianza que había ganado poco a poco, bajó su mano y entrelazo sus manos con la del mayor. 

– Miren a los tortolos.–Bromeó Jun, quien caminaba abrazado con su novio. 

–Habla el chico que no suelta a Dino para caminar. – El puchero que formó Jun fue lo suficientemente satisfactorio para Minghao. 

–Sin embargo... - El más alto soltó a su novio y se posiciono en medio de la pareja.–Me tendrán como tercio toda la cena y las veces que salgamos juntos hasta que sean pareja oficialmente. 

Los dos chicos se estremecieron sacándole una risa al mayor. Dino negó repetidas veces, mientras, tocaba la puerta de la casa.

La noche después de eso había transcurrido de modo normal para las tres familias; La señora Hao se quejó nuevamente porque "te descuide un año y ya tienes ese cabello largo, no te crié así, cariño", la señora Kwon hablaba sobre cómo Minghao y Soonyoung hacían una hermosa pareja o, la señora Lee contando en lo pequeño que era el mundo para juntarlos casualmente y en cómo era acción de los astros y estrellas. Dino se había quejado de la extraña afición de su madre y esta le había respondido con una sonrisa: