Mamá

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Narra T.K

Después de varias horas en el muelle, horas reinadas por el silencio y los pensamientos, Kari me convence de regresar a casa... a casa de mi madre. Ahora nos encontramos enfrente de un apartamento que, según dice la muchacha de cabellos castaños, es el de mi madre.

-Tengo miedo... no sé como reaccionara... no quiero que sufra de nuevo- digo yo

-¿Por qué iba a sufrir?

-¿Estás de broma? El hijo que creía muerto resulta que no lo está y no recuerda nada, eso es cruel, y más para una madre...

-Más cruel es que siga pensando que estas muerto

-No sabría que decirte... al menos la herida ya ha cicatrizado

-Una herida como esa herida no cicatriza nunca, T.K, nunca. Anda, adelante, llama a la puerta

-No puedo

-¿Llamo yo?- dice adelantando la mano y yo la agarro

-No, por favor, dame unos minutos más.

-Llevamos delante de esta puerta 22 minutos, T.K.

-Pues que sean 25, por favor

-De acuerdo... - dice la chica suspirando- no quiero presionarte T.K., pero antes o después tendrás que enfrentarte a esto.

-¿Puede ser después?

-¡T.K.!-protesta la muchacha

-Esta bien, está bien... Llama tú por favor

-¿Seguro?

-No... tú solo hazlo

-Bueno, ya verás como todo va a estar bien- dice mostrándome una sonrisa y acto seguido llama hasta tres veces a la puerta. Yo trago saliva y noto como el sudor recorre mi cuerpo, en unos segundos una mujer abrirá esa puerta y tendré que afrontar un pasado que ni siquiera soy capaz de recordar.

-Estoy aquí, T.K., apoyándote, tranquilo- intenta tranquilizarme Kari al notar que estoy temblando y acto seguido una mujer abre la puerta. La mujer me mira como si estuviese viendo un fantasma y, en efecto, es como si lo estuviera viendo, se supone que estoy muerto.

-¿T-ta...? No, no puede ser... -musita- Hikari, ¿Qué haces aquí? ¿Quien es él?

-Él es... Takeru

-¿T-Takeru? ¿M-mi Takeru?-pronuncia mientras sus ojos se empapan en lágrimas y Kari asiente. La mujer me abraza y yo no se como reaccionar, miro a Kari como pidiendo ayuda y ella solo sabe observar la escena apenada- ¿Pasa algo?- pregunta la mujer soltándome y agarrándome por los hombros

-Yo... yo...

-T.K. sufre amnesia, señora Takaishi

-¿Amnesia? Oh... bueno... n-no importa...-dice con dolor- lo importante es que estás vivo. Bueno, no se queden aquí en la puerta, p-pasen.

-Gracias señora Takaishi pero yo me voy a casa, creo que ahora deben pasar tiempo solos- dice la muchacha sonriendo y yo con la mirada le imploro que no lo haga, no puede dejarme solo, no con esta situación.

-De acuerdo

-¿Puede dejarnos un momento solos señora? Solo será un minuto- pido

-Está bien, esperare dentro, cuando acabes entra, hijo- pronuncia y entra en el apartamento y durante unos segundos reina el silencio entre los dos que quedamos fuera

-¿Por qué? ¡No puedes dejarme solo! ¡No ahora!

-T.K., es tu madre, estarás bien

-Yo... no puedo... no puedo Hikari

-Vamos, tranquilo, te prometo que mañana a primera hora me tendrás aquí, no te pasará nada T.K., es tu madre.

-Pero no la recuerdo, Hikari, no la recuerdo y... no puedo, sencillamente no puedo

-Eh, a mi tampoco me conocías y ahora me estás rogando que no me marche

-Contigo es diferente...

-¿Diferente?

-No importa... ¿Entonces nos vemos mañana?

-Nos vemos mañana- confirma

-¿A primera hora?

-Que sí

-Prométemelo- pido y ella suspira

-Te lo prometo

Digimon Adventure. Agujas Rotas 2: Reparando El Reloj Donde viven las historias. Descúbrelo ahora