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–A ver, hay un pequeño problemilla...–dijo Jack una vez estábamos todos dentro de la casa.
–¿Cómo que un pequeño problemilla?–pregunté frunciendo el ceño.
Se rascó la nuca.
–Pues que... No hay habitaciones para todos–carraspeó la garganta–En concreto, hay tres.
–¿Y porqué no las dicho antes?–preguntó Elle sobandose la cara.
–Porque sino no veníais–contestó Daniels.
Touché.
–Entonces habrá que compartir habitaciones, ¿no?–preguntó Alexa.
Los hermanos asintieron con cuidado de nuestra reacción.
Alexa soltó un chillido y saltó feliz.
–Vamos a compartir habitación, churri–le dijo a Shawn.
Él rió y le plantó un beso en la boca.
Scott carraspeó haciendo que se separasen.
–¿La compartes conmigo?–preguntó nervioso a Elle.
Ay, pero que tierno.
–Claro–respondió ella con una sonrisa gigante.
Al verlos así, yo también sonreí, me alegraba mucho por ellos.
Pero al pensar, la sonrisa se me fue de inmediato.
¿Entonces yo con quien iba a dormir...?
–Entonces, vosotros tres juntos–dijo Jack señalándonos a Axel, Adler y a mí.
Adler y yo nos miramos.
–Parece que sí–dije aún mirándole.
(...)
Cada uno se fue a su habitación a deshacer las maletas.
–Me pido cama–avisé.
–Yo también–dijo Adler.
–Yo no pienso dormir en el suelo–dijo esta vez Axel.
–Pues, haber que hacemos porque en la cama no cabemos los tres.
–Claro que cabemos, mira nosotros dos en la esquina y tú en medio–me señaló la cama.
–Me vais a chafar.
–Pues duerme en el suelo–dijo Adler sonriendo.
Negué muchas veces.
–Vale, vale–levanté las manos–Vosotros ganáis.
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Recuérdame.
Lãng mạnErmine sufre un grave accidente. Como resultado, olvida a prácticamente todos. No recuerda a su novio, Adler. Pero este no se da por vencido. Intentará que se vuelva a enamorar de él. Si ha podido una vez, ¿porqué no podrá una segunda? ...
