Peso a peso

Cuesta abajo

Narrador
Antes de todos se fueran, ya todos queriendo se ir por la incomodidad, se dieron sus regalos. Angi recibió muy apenada todos sus regalos, los cuales eran todos comida. Ya eran las 11:00 de la noche (el Buffet cerraba tarde) y todos se estaban yendo del lugar. Tom, Mora y Angi fueron los últimos en irse.

Tom: b-bueno, nos vemos el lunes.
Mora: si, adiós Tom, adiós Angi- dijo abrazando a esta última.
Angi: a-adíos- dijo cabizbaja de la pena por lo antes sucedido.

Mora se retiró hacia su auto, mientras Tom y Angi recogían sus cosas y regalos. Cuando los dos estaban en la puerta, no sabían como despedirse.

Tom: A-Angi... solo te quería decir que n-no te sientas mal por lo que sucedió, a t-todos nos pasa que nos dejamos llevar por el hambre de vez en cuando.
Angi: gracias Tom, no se como es que esto sucedió, nunca pensé que caería tan bajo, me veo terrible.
Tom: no digas eso... yo creo que te ves b-bien- dijo con un leve sonrojo.
Angi: 0///0...

Los dos estuvieron en un silencio un tanto incómodo, los dos sonrojados por las palabras de Tom.

Angi: b-bueno... a-adiós.
Tom: a-adiós.

Angi se dirigió a su auto, subió en el y se fue, dejando a Tom todavía perplejo por sus propias palabras.

Narra Angi
A la mañana siguiente, me desperté con dolor de cabeza. Mientras me tallaba  los ojos, volteo a ver a mi cama y veo un bulto bastante grande. Quito las sábanas y...

Angi:¡AAAAAA!

No lo podía creer, mi estómago era el triple de grande de lo que era antes.

Angi: toda esa comida y alcohol, como no me di cuenta.

Estaba apenada, estaba yendo cuesta abajo desde que empeze a comer los postres de Eva. Me senté para observar mejor mi estómago.

(La imagen del lado derecho no es mía)

Era muy grande, tenía casi el tamaño de una pelota de football. Al verlo tenía una sensación un tanto... ¿satisfactoria? Sentía la necesidad de tocarlo, de sentirlo, de estrujarlo...
Al tocarlo... era tan suave, aún me dolía un poco por toda la comida de anoche. Sentía la necesidad de más, de seguir sintiendo esa sensación tan suave.

Angi: ¿pero qué estoy haciendo?

Reaccione, salí de mi cama y me dirigí al baño, aun me dolía la cabeza y mi estómago. Me sentía más pesada, me puse a pensar en todo lo que comí, al recordar me decepcione de mi misma.

Angi: en serio Angi, ¿un filete enteró y una hamburguesa y papas?- dije poniéndome una mano en la cabeza.

Al lavarme la cara, vi que aún tenía restos de comida en la cara. Me limpie con una toalla, al tratar de ponerla en su lugar, se me callo. Trate de agacharme, pero algo me lo impedía, y si... era mi estómago. Cuando pude agarrarla y ponerla en su lugar, me mire en un espejo largo que hay en la puerta del baño, veía como mi estómago sobresalía de mi ropa, cuando de repente este ruge, me sorprendí de que tuviera hambre.

Bajé a la cocina, me preparé un huevo estrellado. Mientras comía recordé algo... Tom. Recordé las palabras que me dijo anoche.

Angi: tal vez lo dijo a causa del alcohol... ¿pero y si no?

Aunque me termine mi desayuno, aún tenía hambre, entonces vi todos los regalos, y como el pay de Eva ya se había echo malo, agarre una de esas cajas metálicas de galletas de mantequilla.

Venían 40 galletas, comencé a comer una, eran tan deliciosas, yo aún seguía pensando en todo lo que pasó anoche, dure como 25 minutos en la cocina, pensando y... comiendo. Cuando decidí limpiar la cocina, cerré la caja de galletas, pero cuando la agarré para ponerla en un estante la sentí demasiado ligera. La volví a poner en la mesa, la abrí y me puse a contar cuantas galletas quedaban... solo quedaban 20.

No lo podía creer, me comí 20 galletas y no me di cuenta. Ni siquiera me sentía muy llena, de hecho, aún tenía hambre. Ignore que aún tenía hambre, guardé las galletas, y terminé de limpiar la cocina. Ma di cuenta que no tenía nada que hacer ese día, primero quería resolver una duda... ¿cuánto pesaba?

Subí a mi habitación, saqué la báscula, y antes de subir en ella, me preparé mentalmente de que sería un número mayor que antes, entonces... me subí en ella y.

Angi: mmmm... No! no no no!

Pesaba 55 kilos, 4 kilos más. Iba de mal en peor, yo ya no quería seguir con esto, no quería quedarme de brazos cruzados. Busque mi computadora y me puse a investigar como bajar de peso, en una de esas me tope con algo que llamó mi atención. Era una página que hablaba sobre algo llamado... feederism. No se como es que llegue a ella, pero no importo, me puse a leer la página. Al terminar de leer la, creo que me puse a dudar sobre mis metas.

Por una parte, sabia que debía bajar de peso, pues eso ayudaría a mi imagen y salud. Pero por la otra, quería más de esa sensación de satisfacción y suavidad que me proporcionaba mi estómago. Yo sabia que si subía de peso, tendría más de esa sensación, pero sería criticada y rechazada. Pero si bajaba, sería aceptada y ayudaría a mi imagen, pero perdería esa sensación.

Era una decisión difícil de tomar, los dos tenían pros y contras... pero al final tomé una decisión.
Toda mi vida me había cuidado, comía bien, me ejercitaba, etc, pero nunca fui felíz realmente. Y ahora sabia que haciendo todo lo contrario, era feliz. Aunque haya gente que me critique, me di cuenta que hay gente que no se fija en esos detalles, incluso hay gente que lo apoya. Mi decisión estaba hecha, quería ir peso a peso.

Sabia que debía ponerme metas de cuanto quería pesar, yo la verdad no quería ser muy "grande". Mi meta final eran 70 a 80 kilos. Sabia que no seria fácil, pero también sabia que no seria imposible. Tal vez debía buscar ayuda... ¿pero quien?