la "cita" (parte 2)

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Narra Tom

Tom: bueno, gracias... pero eso no es lo único que necesito decirte, Angi...
Angi: ¿si...?
Tom: Angi, tu... tu...

Yo estaba muy nervioso, este era un momento decisivo. Su respuesta lo seria todo esta noche.

Angi: Tom... ¿esta todo bien?
Tom: tu... ¡TU ME GUSTAS!

Me tape la boca rápido, estaba en shock; Angi estaba perpleja, no decía nada. No estaba seguro de lo que diría o como reaccionaria, cuando su cara se tornó de un tono rojizo y una pequeña sonrisa se empezaba a dibujar en su lindo rostro.

Angi: Tom...
Tom: ... -solo trague saliva.
Angi: Tom... eres un chico maravilloso, eres lindo, amable, bondadoso, entre más cosas. Y la verdad creo que también me gustas un poco...
Tom: pero...
Angi: pero no creo que lo nuestro pueda funcionar.
Tom: ¡¿por qué?!
Angi: no te lo puedo decir, pues no creo que lo entiendas.
Tom: ¿por qué?
Angi: es complicado, tiene que ver conmigo.

Al principio no entendía, pero al oír eso, mi mente se iluminó. Pues sin querer me había dado una pista fundamental.

Tom: Angi... ¿tiene que ver con tu...p-peso?
Angi: ... -ella trago saliva y dijo- s-si...
Tom: Angi, creo saber de que se trata tu "secreto"
Angi: ¿e-en serio?
Tom: no será... ¿como lo digo? De un tema con un nombre con "f".
Angi: ¿si...?
Tom: y no tendrá que ver... es difícil decirlo.
Angi: dilo
Tom: solo promete que no vas a criticar si no lo es, ¿ok?
Angi: lo prometo.
Tom: lo diré de una vez... ¿no es a caso el... el... el feederism?

Al decirlo, la cara de Angi se puso roja, y sus ojos se ponían llorosos. Creía que había metido la pata, cuando una gran sonrisa se mostró en su cara.

Angi: ¡si!- dijo lanzándose hacia mi llorando de felicidad, para terminar abrazándome.
Tom: ¡¿e-es en serio?!
Angi: ¡si! veras...

Angi me explico todo lo que paso para llegar a enterarse del concepto y para tomar esa importante decisión. Yo estaba encantado, nunca creí conocer a una chica así; me emocionaba verla tan feliz.

Angi: no sabes lo feliz que estoy, es genial que tu también sepas de esto.
Tom: entonces, ya que eso no es un obstáculo. Lo nuestro se podría dar, ¿cierto?
Angi: claro, pero de a poco a poco.
Tom: de acuerdo.

Yo estaba feliz, todo estaba saliendo bien. Pedí al mesero que si podía tomarnos la orden.

Mesero: ¿qué van a ordenar?
Tom: yo un spaghetti ala boloñesa
Mesero: bien, ¿y usted señorita?
Angi: mmmm... una ensalada César.
Mesero: muy bien.

Se me hacia raro que, aunque yo ya sabia de su "secreto", ella parecía tratar de disimular o de ocultarlo. Yo no dije nada hacerca de eso y solo nos pusimos a hablar.
Luego de un rato llego la comida, la comimos tranquilamente. Al terminar yo estaba satisfecho, y al principio Angi aparentaba lo mismo, hasta que su estómago sonó escandalosamente.

Tom: Angi, ¿aún tienes hambre?¿quieres pedir algo más?
Angi: no, no, estoy bien.

Ella no estaba bien, seguía con hambre, pues su estómago seguía sonando y yo veía como miraba la comida de una mesa cercana. Al llegar la cuenta, pagamos y salimos del lugar; yo sabía que Angi aún tenía hambre, y al yo saber su secreto sentía la responsabilidad de ello.

Tom: dijiste que habías venido en autobús, ¿no?
Angi: si, mi auto esta en el taller.
Tom: ¿no quieres venir a mi casa? siento que algo le faltó a esta noche.
Angi: no lo se, mañana trabajamos y no quiero llegar tarde de nuevo.
Tom: vamos, la pasaremos bien. Además, se que aún tienes hambre.
Angi: mmmm... e-esta bien.

Nos dirigimos a mi auto y conduje hacia mi casa, lo crean o no, yo ya estaba preparado. Solo 2 cosas podían suceder esta noche: 1) que todo saliera bien como ahora. 2) que me rechazara de cualquier forma y yo comiera por depresión.

Así que al llegar le dije que se sentara en la sala y que yo le traería algo de comer. Yo no mostré ninguna intención de... ya saben, y disimular todo el tiempo. Claro que por dentro me moría de ganas de traer toda la comida que tenía y dársela de poco a poco.

Tom: aquí tienes, un poco de pizza.
Angi: gracias.
Tom: quieres algo de tomar? Agua, vino, jugo, refresco?
Angi: agua está bien.
Tom: bien.

Al ir por el agua a la cocina, escucho algo raro que venía de la sala. Me asomé con cautela y vi... a Angi "devorando" la pizza, se veía el hambre en sus ojos. Yo no aguantaba más las ganas y me lancé con decisión a cumplir mi objetivo.

Tom: ¡Angi, no puedo soportarlo más... me haces sufrir con cada bocado!
Angi: ¿n-no entiendo?... ¿Sufrir?- dijo sorprendida por mi repentina aparición.
Tom: ¡tu sabes muy bien a lo que me refiero, quiero... quiero... quiero alimentarte, darte comida de apoco, disfrutar del placer que expresas al comer!... con t-todo el respeto del mundo.
Angi: ¿e-en serio? 0///0
Tom: si... >///<
Angi: ...
Tom: ...

Hubo un silencio incómodo por un largo rato, un silencio que te mataba con cada segundo que pasaba. Angi estaba roja a todo dar, y yo atónito por mi acción. Yo estaba apenado, pensaba en que fue estúpido lo que había dicho; esperaba una cachetada o un rotundo rechazo. Pero no fue así.

Tom: y-yo lo siento mucho, es solo que no pude aguantar más...
Angi:Tom...
Tom: ¿?
Angi: hagámoslo...
Tom: ¿¿¿e-enserio???
Angi: si, y apúrate antes de que cambie de opinión.

Yo estaba sorprendido, pero no perdí tiempo y fui a refrigerador y a la alacena a tomar toda la comida que pude. Lo lleve a la sala y la puse en el sillón, seguía sin creer que realmente lo iríamos a hacer. Pero al voltear a ver a Angi, tenía una cara de preocupación.

Tom: Angi... ¿pasa algo?
Angi: Es solo que... todo esto esta pasando tan rápido.
Tom: ¿rápido...?
Angi: si, el cambio en mi, lo de Eva, nuestros sentimientos, lo que esta a punto de pasar. Es todo tan repentino...
Tom: ¿lo de Eva?, ¿qué sucede con Eva?
Angi: ho! no n-nada...- dijo nerviosa.
Tom: bien... no te preocupes, todo esto pasa por algo. Todo en el mundo esta conectado de una u otra manera, cada cosa que este pasando es porque tu ya tomaste una decisión y un camino.
Angi: bien... ¿empezamos?
Tom: si

Peso a pesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora