Un tibio descanso

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Narra Jack

Espere al lado de Angi por un tiempo, pero pasada una hora decidí que debería recoger todo el desorden de abajo. Regrese con Angi, pero antes de volver a sentarme Angi comenzó a despertar.

Jack: Angi? Angi!
Angi: mmm...
Jack: estas bien?
Angi: creo, espera, donde esta Tom? Qué sucedió?

Le expliqué todo lo que había sucedido.

Jack: y cuando te desate de la silla caiste desmayada sobre mi.
Angi: entiendo, gracias por todo.
Jack: no me lo agradezcas, pero dime, estas bien?
Angi: clar- ug!

Angi se presionó su estómago, cerrando sus ojos con fuerza.

Jack: Angi? Creo que deberíamos ir a un doctor.
Angi: doctor?!

Sus ojos se abrieron como platos, con una enorme expresión de sorpresa.

Angi: no no no no no, estoy bie- ug!!
Jack: Angi, por favor. Es por tu bien.
Angi: bien...

La ayudé a levantarse y a bajar las escaleras, la subí a mi auto y conduje a la clínica más cercana. Al llegar nos atendió un doctor casi de inmediato, entramos a su consultorio y después del chequeo nos dijo lo que sucedía.

Doc: muy bien, lo que pasa es que comiste mas de lo que tu estómago puede digerir, provocando una grave irritación, provocando que te desmayaras.
Jack: y va a estar bien?
Doc: si solo debe tomar estos medicamentos- dijo dándome unas pastillas- por 5 días, y estar en completo reposo.
Jack: bien.
Doc: solo algo más, Angi creo que deberías considerar  seguir alguna una dieta ya que tienes algo de sobrepeso.

Al ver a Angi la note demasiado avergonzada, ahí entendí el porque no quería venir.

Doc: pesando 80 kilos, deberías considerarlo.
Angi: mmm... si, claro, l-lo tendré en cuenta.

Salimos de la clínica y subimos a mi auto.

Jack: perdón por traerte, pero era necesario.
Angi: no te preocupes, solo es algo que me incomoda y quisiera evitar, se que era necesari- ug!
Jack: tranquila, ya iremos a tu casa, solo debo pasar rápido a mi casa por unas cosas.

Fuimos a mi casa y le pedí a Angi que se quedara en el auto, ya que debía descansar. Regrese con una maleta llena de ropa y cosas de limpieza personal, la subí a la cajuela del auto y volví dentro de este.

Angi: qué es todo eso?
Jack: son las cosas que necesito si voy a estar en tu casa por al menos 5 días.
Angi: espera, qué?
Jack: sip, el doctor dijo que debías estar en completo reposo por 5 días, por lo que vas a necesitar a alguien que te cuide.

Llegamos a la casa de Angi y le ayude a bajarse, baje mi maleta y entramos a la casa.

Jack: Angi, ve y recuestate en la cama, si?
Angi: ok.

Ella subió las escaleras con un poco de dificultad, yo subí atrás de ella con mi maleta. Ella me indicó el cuarto de invitados en el cual yo me hospedería, saque todas las cosas y las coloqué en el armario del cuarto. Luego fui a verla, el doctor nos dijo que solo podía comer ciertos alimentos por la irritación.

Jack: Angi, ya te tomaste los medicamentos?
Angi: si.
Jack: y tienes hambre?
Angi: la verdad no.
Jack: bien.

Fui a abajo porque pensé que podríamos jugar algún juego de mesa, por lo que los busque en la planta de abajo. Al ver que no estaban ahí volví a subir para preguntarle a Angi donde estaban, pero al entrar al cuarto.

Jack: Angi, podrías decirme donde están los ju- Angi!

Estaba a punto de comer una barra de chocolate, se la quite de las manos y la mire fijamente.

Jack: Angi, sabes muy bien que no debes de comer cosas muy duras o muy azucaradas.
Angi: lo sé pero...
Jack: no Angi, si tienes hambre solo dime.
Angi: bueno.

Bajé a la cocina para preparar algo de comer para Angi.

Narra Angi

Tenía hambre, pero no me agradaba las cosas que debía comer, yo quería algo dulce y delicioso, no era que no me gustara la comida de Jack, solo quería algo dulce. Después de unos minutos Jack subió de nuevo con un tazón de sopa, sinceramente se veía deliciosa.

Jack: ta da! Sopa de tomate!
Angi: se ve delicioso. Grrr*
Jack: parece que tu amiguita opina lo mismo.

Me sonroje un poco con eso, es solo que aun no me acostumbraba a los comentarios de ese tipo, aunque aún así me agradaba. Jack dejo la sopa sobre mi regazo, sentándose el a un lado mío. Probé un poco de la sopa, que aunque un seguía algo caliente, sabía deliciosa.

Angi: esta deliciosa.
Jack: me alegra que te guste.

Narrador

Y así pasaron los días en los que Jack se mantenía al tanto de Angi, haciéndola sentir cómoda. Cada día que pasaba, era un día menos para Navidad, algo que Jack ya había notado.

Jack: Angi, tengo que salir, regreso luego.
Angi: esta bien, pero a dónde vas?
Jack: mmm, tengo que ir a mi casa por algo.
Angi: ok.
Jack: bueno si pasa algo, llámame.

Jack salio de la casa y subió a su auto, tenía planeado regalarle algo especial a su osita. Se dirigió a una tienda cercana, donde encontró el regalo perfecto, pago por el y regreso a la casa.

Angi: Jack? Eres tú?
Jack: si, soy yo!

Subió y entro primero a su cuarto para esconder el regalo, luego fue con Angi para hacerle compañía.

Jack: hola, paso algo?
Angi: no, todo bien.
Jack: bueno, quieres ver una película?
Angi: si!

Jack se acostó a su lado y puso una película, mientras la veían el acariciaba su suave estómago, relajandola a tal punto que se quedo dormida antes de que terminara la película. Jack vio esto y apago el televisor, coloco la gruesa colcha sobre Angi y la apreció por un instante, decidió dormir con ella... solo por esta vez. Se acurruco a su lado quedando dormido, los dos sintiendo un tibio calor que se daban mutuamente, que ni el frío de la temporada podía enfriar.

Hola, esta cerca el final de esta historia, pero no se preocupen, tengo otra historia en mente la cual espero les guste. Gracias por leer.

Peso a pesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora