Es la historia de una maestra de secundaria delgada, con un sentimiento oculto hacia lo que más teme... subir de peso. Una alumna la ira empujando hacia una gran revelación, al igual que un compañero suyo la ira ayudando en su objetivo.
Historia fee...
Narrador La segunda semana transcurrió normal, claro, con el "pequeño" detalle de los postres. El viernes, Eva le trajo un pay de queso a Angi, ella no mostró ningún rechazo al regalo; solo comió un poco, lo demás lo guardo. Ese día estuvo lloviendo, así que los maestros decidieron que los alumnos no salieran al receso, pero para alejarse del alboroto, todos los maestros se juntaron en la oficina del director. Todos estaban comiendo y hablando, todos pasando un buen rato. Angi comía una rebanada del pay que le dio Eva con un poco de café; Mora se da cuenta de esto.
Mora: oye Angi, ahora no traes lo de siempre. Angi: a-aaa, n-no, lo que pasa es que ayer cene con mi familia y sobró un p-poco de pay- dijo nerviosa. Mora: ho bueno, una vez no hace daño.
Entonces Tom, quien estaba sentado al lado de Angi, voltea a ver el estómago de Angi, y nota que está un "poco" más grande y comenta.
Primera semana. Segunda semana.
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(Imagen hecha por mí, hice lo mejor que pude, no critiquen, es la representación del progreso)
Tom: pero eso no es de una vez- dice de forma burlona. Angi: a-aaa- dice sonrojada.
Angi toma su abrigo y se tapa, estaba avergonzada. Mora se da cuenta.
Mora: Tom!!! Eso no se dice! Tom: ... Mora: de aquí, ella es la mas saludable, y por mucho! De seguro es el estrés del trabajo, no es así Angi?! Angi: a-aaa, s-si...- dijo todavía sonrojada, pero sorprendida por el comentario de Mora.
Mora y Angi siempre han sido muy buenas amigas desde que se conocen. Después de lo ocurrido nadie hablo, al terminar el receso todos los maestros regresaron a sus salones.
Narra Angi Al terminar la escuela, regrese a casa; en cuanto llegue fui a mi cuarto y me vi al espejo.
Angi: ho por Dios! P-pero cómo?!
Nunca me di cuenta, siempre salia tan apurada, que nunca me di cuenta al cambiarme. Al ver mi estómago así, era vergonzoso, pero al tocarlo... era tan suave, sentía una rara sensación que no podía explicar.
Narrador Era sábado por la mañana, Angi no quería levantarse, pero su hambre la obligo a levantarse de la cama. Bajo a la cocina, preparó un huevo estrellado con jamón y un poco de fruta, acompañándolo con un jugo verde. Se puso a pensar en todo los pendientes que tenía ese día, ella normalmente salía a caminar los sábados en la mañana, pero aun seguía lloviendo.
Tenía que terminar de revisar unos trabajos, después ir a la tienda a comprar unas cosas, luego alistarse para la posada. Al terminar su desayuno, miro el pay, ayer se comió solo 2 rebanadas (de 8), tomó una rebanada y se la empezó a comer, luego tomo otra, ella estaba pensando en que ponerse para la posada para que su estómago no se hiciera notar mucho, estaba tan distraída que no se dio cuenta de que se había comido ya 3 rebanadas de pay. Al darse cuenta, se avergonzó de si misma, últimamente se estaba dejando llevar por su hambre.