capítulo dieciocho.

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Mi rabia comenzó a acumularse, la muy desgraciada había sido la que arruinó nuestra noche de bodas. Ya no me importaban las pruebas, ya no me importaba si fuese o no una agente de Coleman, esta tenía que pagármelas.

Rápidamente me abalancé sobre ella cayendo las dos al piso mientras nos tirábamos de los pelos.

- ¡Hija de perra! ¡Tú fuiste la que entró anoche en mi casa!

- ¡____ Suéltala! – gritó Logan timándome de la cintura.

- ¿Pero de que hablas? ¡Yo no entré en tu casa! – dijo levantándose del suelo rápidamente.

- ¿Piensas que soy estúpida? Sé que tú trabajas con Coleman maldita víbora. – dije tratando de zafarme de Logan.

- ¡____! Por favor, Logan llévatela a fuera. Desde ahora estas fuera del caso. – dijo Jason.

- ¿Qué? – dije sorprendida.

- Como lo escuchaste, ahora Logan Llévala afuera.

Logan me llevó con mucha dificultad hasta afuera del edificio ya que forcejeábamos. No iba a permitir que esa desgraciada se saliera con la suya.

- ¿Qué es lo que te sucede ___? – preguntó el con el ceño fruncido. – ¿Acaso te volviste loca?

- Logan, debes creerme. – dije desesperada. – Esa zorra es agente de Coleman, nos esta engañando, el caso corre peligro.

- ¿Tienes pruebas?

- Si, pero…

- ¿Dónde están?

- No las tengo aquí pero...

- Oh, pero mira que bien… O sea que tú acusas a los demás sin tener prueba alguna. – me interrumpió  enfadado.

- Logan debes creerme. La estuve investigando. Ella tiene un tatuaje en  la misma pantorrilla que la chica de la foto que nos dio Jason, además cuando entraron en nuestra casa vi en los restos de vidrios que quedaron varios cabellos rojos. Y su herida coincide con lo de anoche.

- Wow, no puedo creer hasta que punto llegas, Sigues celosa y ahora intentas culpar a Melody diciendo que ella fue quien arruinó nuestra noche de bodas.

- ¿En serio? ¿En serio la vas a defender a ella y no a tu esposa?

- Si.

- ¡Ja! Lo que faltaba. – Dije elevando las manos en un gesto de sarcasmo. – Está bien, quédate con el caso, quédate con Jason y con la estúpida y traicionera de Melody, yo cumplí con advertirlos. - tragué el nudo en mi garganta. - y pensar que ayer dijiste que estarías conmigo en todo momento y ahora dudas de mi y me dejas a un lado.

Di media vuelta con una mezcla de sentimientos en mi pecho e hice seña un taxista para que me sacara de allí lo más antes posible.

Pero no me iba a rendir tan fácilmente, había visto en los ojos de Melody esa expresión de nerviosismo y miedo por temor a que la descubriera,  esa expresión que nadie más había notado, excepto yo.

Bajé del auto y le pagué al conductor. Busqué las llaves de la casa y luego entre para encerrarme en mi habitación.

Tomé el control remoto y encendí el televisor para distraerme un poco. Aún no podía creer que Logan la había defendido.

Cambié los canales rápidamente y me detuve en uno de cocina. Veía como preparaban unos cupcakes y se me hacía agua la boca.

- Veamos que hay en el refri. –dije abriendo la puerta del refrigerador. – No hay nada. – fruncí el ceño. – Entonces iré al supermercado.

Tomé mis llaves y salí.
Puse en el carro todo lo que veía apetecible… cereales, frutas, dulces, chocolates, hamburguesas, helado ect. El carro iba hasta el tope y me costaba un poco moverlo, eran bastantes cosas si me ponía a pensar, pero no importaba por que lo pagaría con la tarjeta de Logan. Sí, con su tarjeta, me vengaría gastando más de $1.000 en el supermercado.

Iba caminando a la caja pero me acordé que no puede haber helado sin salsa de chocolate y tuve que volverme a la góndola para buscar un botecito.

- ¿Dónde estas salsa de Chocolate? – murmuré buscándola entre los estantes.

- ¿Buscas esto? – Dijo una voz femenina detrás de mí.

Di media vuelta y la vi ahí parada con una enorme sonrisa y un frasquito de salsa de chocolate en las manos.

- ¿Ashley?- Dije con el ceño fruncido.

- Tanto tiempo __... – No la dejé terminar. Le di una bofetada que le di vuelta la cara.

- Traidora. – Acusé. – Yo te consideraba mi mejor amiga y me traicionaste, poniendo en peligro mi vida y la de mi hermano.

- Perdóname. – Dijo con los ojos cristalizados. – Juro que no quería hacerlo, pero me obligaron, me amenazaron _____ tienes que creerme. – Dijo tomando mis manos.

- ¿Y por qué no me lo advertiste?

- Traté de hacerlo. Pero me descubrieron y me secuestraron. Estuve como 4 meses cautiva, hasta que la policía pudo rescatarme. No sabes cuanto lo siento… Dios sabe cuanto me arrepentí, ____. Pero si no quieres perdonarme, lo entenderé… - Dijo para luego dejar el frasco en mi carro.

Dio media vuelta y comenzó a caminar.

Mi corazón sintió una punzada.

- Ashley, espera. – Dije deteniéndola. – Te… Te perdono.
No terminé de pronunciar la palabra y  sentí como me abrazaba.

- Gracias, _____. – Dijo con la voz quebrada, estaba llorando. Ese gesto me conmovió tanto que yo también comencé a llorar.

- ¿Qué dices si me acompañas a mi casa y charlamos? – dije mientras no separábamos.

- Me encantaría ____ pero esta Carlos afuera esperandome.

- Un momento. – Dije sorprendida. - ¿Sigues con Carlos?

- Si. – Sonrió. – Luego de que me rescataran Carlos fue a mi casa preocupado y me abrazó y me besó, dijo que nunca más se separaría de mi. Y ahora estamos casados y vivimos juntos. – Sonrió.

- Aaaww. – Dije sonriendo.

- ¿Y tú con Logan?
- Sí, nosotros también nos casamos pero creo que las cosas no estan funcionando como lo esperaba. – Dije algo apenada.

- ¿Peleas?

- Si algo parecido, pero si quieres nos juntamos otro día y conversamos bien de todo.

- Por supuesto. – Sonrió. – Dame tu número de teléfono y te llamaré.
Le dí mi número y luego nos despedimos.

Volví a la caja y pagué mis compras… Como había dicho con la tarjeta de Logan.

Cuando llegué a casa Logan ya estaba arriba tomando una ducha.

- Idiota. – pensé. – Esta noche dormirá en el sofá.

Saqué el contenido de las bolsas que a duras penas pude traer, ya que eran muchas, y luego las guardé y acomodé en sus respectivos lugares.

Mientras preparaba algo para comer sentí como unos pies bajaban por las escaleras.

- ¿A dónde te fuiste? – preguntó a mis espaladas-

- No es de tu incumbencia. – dije fría mientras seguía cortando las papas.

- ¿Ahora te vas a comportar como una niña? – dijo molesto.

- Me fui al supermercado ¿contento? – abrí el refri que estaba repleto de cosas y saqué un trozo de carne.

- ¿Por qué compraste tantas cosas? – Dijo volviendo a abrir el refri mirando todo lo que había comprado.

- Porque no había nada Henderson.

- ¿Cuánto gastaste?

- Gasté $ 1.054,50. – Sonreí.

- ¿Qué?  Gritó y al juzgar por su expresión en el rostro ya le venía un ataque al corazón.

AMOR ENCUBIERTO 2 (Logan Henderson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora