Pesadillas.

XIV

Escucho un golpe y abro los ojos, el hombre está en el piso, mi hermano sobre él golpeándolo, yo estoy bien, no tengo ninguna herida.

-¡Ayuda! -escucho la voz de una chica.

-¡Stephen, ve! -mi hermano me ve.

Me levanto del piso y voy corriendo hacia la salida de la bodega donde hay un tipo en el piso, espero que inconsciente, más allá hay un auto y cerca de este un tipo alto que está tratando de subir al auto a Danielle.

-¡Déjala! -grito y llamo su atención por un momento, el cual es aprovechado por Danielle que logra soltarse de él-. Ven acá -tomo la mamo de Danielle y la pongo detrás de mí.

-No vas a arruinar mi negocio -carga su arma, levanta la mano y me apunta.

Igual que en la pesadilla.

-Va a disparar -puedo sentir que Danielle tiembla detrás de mí.

Trago saliva y me quedo inmóvil, va a disparar y me va a doler.

Presiona el gatillo y segundos después estoy en el piso, siento que me falta el aire, me disparó en el pecho. Danielle está agachada a mi lado.

-Vete -digo y empieza a correr, yo me quedo en el piso.

-Chaleco antibalas -se acerca a mí y me patea en la cara-. ¿Querías ser un héroe? -vuelve a patearme, esta vez en las costillas, si antes estaba sin aire, ahora estoy peor-. Los héroes nunca terminan bien.

Escucho un disparo y el hombre cae al piso.

-Definitivamente no hemos visto las mismas películas, imbécil -mi hermano patea la cara del tipo y queda inconsciente-. Y no querías ponerte el chaleco -me ayuda a ponerme de pie-. ¿Estás bien?

-Sí. Gracias por obligarme a ponerme el chaleco, aunque tengo mucho dolor -pongo una mano sobre mi pecho.

-Quizás tengas alguna costilla rota -frunzo el ceño.

-¿No que esto me salvaría?

-No reclames, en este momento estarías muerto -bufo.

-¿Dónde está Danielle? -veo a todos lados.

-Aquí estoy -la chica se lanza a mis brazos-. Gracias por salvarme -me duele muchísimo, pero no voy a apartarla, sería muy grosero.

-Voy a llamar a la policía -dice mi hermano y se aparta.

-Estás sangrando mucho -Danielle pone una mano en mi cara y me la muestra.

-Ese tipo me pateó -me cubro la nariz con una de mis manos, en mi boca también puedo sentir el sabor metálico de la sangre.

-Ya vienen en camino -Steven se acerca a nosotros-. También vendrá una ambulancia -me toma de la cara y me revisa-. No es nada grave.

-Dícelo a mi dolor -ríe.

-¿Tú estás bien? -le pregunta a Danielle y ella asiente.

-Gracias a ustedes.

***

Cuando la policía llegó Danielle les explicó todo, pues al principio pensaron que nosotros estábamos involucrados, ellas les contó que había escuchado que querían venderla a un árabe y que de no ser por nosotros eso habría sucedido. Luego de eso en la ambulancia nos llevaron al hospital, a ella para ver que estuviera bien después de tanto tiempo encerrada y a mí para revisar mis heridas.

-Estás bien, son lesiones leves que con reposo van a sanar -me dice el doctor y asiento tranquilo-. Te daré medicinas para el dolor y listo.

-Gracias doctor -dice mi padre.

Ambos al darse cuenta de todo se molestaron mucho, pero al ver que estábamos bien y que hicimos algo bueno se calmaron.

-Me asusté mucho -mi madre me abraza y besa mi cabello- cuando te vi cubierto de sangre.

-Pero estoy bien -sonrío y ella también lo hace.

-Hola -la puerta de la habitación se abre y Danielle aparece-. ¿Puedo pasar? -pregunta tímida.

-Claro. Pasa -mi madre asiente-. Cariño, ¿me acompañas a comprar las medicinas? -le pregunta a mi padre, él asiente y se va con ella.

-Yo voy a buscar un café -mi hermano abre la puerta, pero Danielle lo detiene del brazo.

-Gracias por todo -mi hermano sonríe.

-Yo sólo hice lo que debo -ella lo abraza-. Cuídate mucho -ella asiente y mi hermano se va.

-Stephen -me sorprende que sepa mi nombre-, bueno primero que nada, otra vez gracias.

-Ya deja de agradecerme, a como dice mi hermano, hicimos lo que debíamos -se sienta en la silla al lado de mi cama.

-Oye, ¿cómo supiste dónde estaba? -bajo la mirada y sonrío.

-Si te lo digo no me vas a creer.

-Dilo y yo veré si te creo o no -asiento.

-Vas a pensar que estoy loco, pero lo vi en mis pesadillas.