Estoy parado en un lugar oscuro, de repente empieza a aparecer un poco de niebla y esa niebla viene acompañada de una persona, no puedo saber quién es, tiene la cabeza agachada.
-¿Estás bien? -no recibo respuesta-. ¿Sabes dónde estamos? -levanta la cabeza y puedo ver que es un hombre, uno de mis pesadillas-. A ti te mató un asaltante, ¿verdad?
Gira la cabeza a la derecha, veo al mismo lugar que él y se repite mi pesadilla; él en un callejón, varios hombres tras él queriendo robarle, él enfrentándose a ellos, uno de ellos matándolo.
-Lamento no haberte ayuda... -él ya no estaba-. ¿Qué es esto?
-¡Auxilio! -escucho un grito desgarrador y todo mi cuerpo se paraliza de miedo.
Me giro y ahí está, ese hombre que torturaron.
Unos de los hombres que está a su al rededor, toma unas pinzas grandes, se acerca a él, le abre la boca y con las pinzas le saca la lengua, otro se la corta con un cuchillo.
Cierro los ojos.
Ésta ha sido de las peores, nunca la menciono porque he tratado de olvidarme de ella, pero no puedo.
Vuelvo a abrir mis ojos.
Otro hombre se acerca con un martillo y le golpea la mano que de inmediato se pone hinchada y empieza a sangrar.
La sangre que sale de su boca es demasiada.
Él se retuerce en la silla.
-Ya no por favor -me sujeto la cabeza con ambas manos-. ¿Por qué está pasando esto?
Empiezo a recordar que hice antes de esto; llegué a casa, mis padres estaban dormidos, me fui a mi cuarto, me acosté y me quedé dormido.
Otra vez me dormí sin las pastillas.
Abro los ojos y ya no estoy en ese lugar oscuro, estoy en una calle con luces, pero solitaria, me giro y no encuentro nada.
-¿Ahora dónde estoy? -hace frío, mucho frío-. ¿Qué hago aquí?
Veo al frente y de repente aparece un auto a toda velocidad, el hombre se ve desesperado, parece no saber que hacer, no tiene el control del auto. Está muy asustado.
No pasa mucho tiempo cuando el auto pasa a través de mí y se estrella contra un poste de alumbrado público.
Por momento me quedó inmóvil... Un auto acaba de pasar a través de mí. Me giro y veo que el hombre está atrapado en el auto, hay gasolina saliendo de el y también hay fuego, sino sale pronto va a morir.
Pero yo no sé que hacer.
Salgo de mis pensamientos y me doy cuenta que la niebla de antes volvió a parecer. Esta vez desde el principio reconocí quién era la persona que venía... Mi primo.
-Pudiste haberme ayudado, pero fuiste un cobarde -dice de inmediato y siento un nudo en mi garganta.
-Perdón -digo entre lágrimas y él sonríe.
-Ya no seas un cobarde, ayuda a los que lo necesitan -mira el auto con el hombre dentro-, no cometas el mismo error otra vez -asiento-. Te perdono -dice eso y desaparece.
-¿Me perdonó? -me pregunto a mi mismo y luego de recordar sus palabras sonrío aliviado-. Me perdonó.
Veo el auto y éste empieza a incendiarse.
Esto es sólo una pesadilla y no puedo ayudarlo desde acá.
Veo mi reloj, la fecha no es la correcta, la fecha que tengo es dentro de dos días... Aún puedo ayudarlo. Veo la hora... 23:46
-Voy a ayudarte -digo seguro de mis palabras-. No cometeré el mismo error dos veces.
Veo a todas partes y encuentro un letrero que me puede ayudar con la ubicación, la memorizo y cierro los ojos, para cuando los vuelvo a abrir estoy en mi habitación.
Corro a mi computadora y empiezo a investigar acerca de la ubicación del accidente, no es muy lejos de acá.
Mientras pensaba en como llegar hasta ahí recordé a mi primo y sus palabras.
-Te perdono.
Ese perdón es el que he estado necesitando toda mi vida, ese perdón que me ayude a dejar la culpa que tengo, esa culpa que me atormenta siempre.
Ahora voy a poder estar en paz y voy a ayudar a todas las personas que pueda para que primo también descanse en paz sabiendo que no cometí el mismo error dos veces.
ESTÁS LEYENDO
Pesadillas.
Mystery / Thriller"Las personas acostumbran a decir que los sueños se hacen realidad, pero al parecer olvidan que las pesadillas también son sueños." »•«»•« »•«»•« »•«»•« »•«»•« »•«»•« »•« ›››Los errores del pasado, mientras no los superes... nunca deja...