|N/A| Capítulo no editado, puede contener horrores de ortografía, se arreglará mañana 25/12. Gracias y feliz navidad.
— Chicos ¿Alguno podría ir a buscarme una carpeta a mi oficina? la necesito con suma importancia. Ante la negativa de los Taylor, Rosa le dio una sonrisa mientras se paraba de la mesa. — Yo iré ¿Qué carpeta necesitas?.
— Gracias preciosa, es una carpeta verde que está en el segundo estante de la repisa frente al escritorio.
— Ya te la traigo.
La jovencita subió hasta el segundo piso, entrando en la oficina del susodicho, siguiendo sus indicaciones. Cuando la encontró, se levantó (ya que se había arrodillado para retirarla de su lugar) apunto de regresar con los demás, cuando, pisando sus agujetas desatas, tropezó tirando la carpeta y que algunas hojas salieran.
— Mierda.
Comenzó a juntar las hojas que se habían desparramado en el piso, cuando, al juntar las dos últimas que se encontraban en la esquina de la estantería, sintió una leve brisa al acercar su mano al borde del mueble.
Viendo más de cerca, parecía haber una hendidura entre el mueble y la pared, se reincorporo, tomo el estante con sus manos y empujo con todas sus fuerzas, apenas logrando abrir un poco confirmando su teoría, pues detrás del mueble, había una brillante luz que provenía de lo que parecía ser un cuarto secreto. Trato de ver más, pero una fuerte voz furiosa hizo que se congelara en su lugar.
—¿¡Que mierda estás haciendo!?— una fuerte mano la tomó de los hombros y la empujó con fuerza hacia un lado, pudo divisar a un Brad fuera de si, quien se tiraba fuerte del cabello mientras gritaba euroforico— ¿¡Quien demonios te dijo que podías entrar a mi oficina de ese modo y espiarme!? ¿¡Eh!? ¡Contéstame por un demonio!— con fuerza pateo el estante, dejando que el cuadro que colgaba cayera al piso de igual forma que los libros y carpetas.
La impotencia, el pánico y la incertidumbre y el shock saturaban las demás emociones de la morena, quien miraba a su novio volverse completamente frenético, loco mejor dicho.
No comprendía la razón de su enojo, ella no había echó nada malo, por su mente solo cruzaba el arranque de ira que tenía el rubio.
Cuando esté pareció terminar de arrojar todo lo que se encontraba en su camino, se volvió hacia la menor y pasos largos llegó a ella, la tomó con fuerza del brazo obligándola a erguirse.
— ¿¡Que tanto viste eh!? ¡Dímelo!— exijo.
— N-nada— logró decir, cuando él volvió a preguntar con más fuerza en su voz, arrojando lo que había en su escritorio pudo encontrar más fuerza en su voz.— ¡Nada! ¡Solo vi un cuarto! Puta madre ¡Brad, suéltame! Me lastimas.— trato de zafar su brazo tirando de este con fuerza, volviendo en si.
— ¡Eres una mentirosa! Maldita sea, no mientas— el rostro del oji azul pareció descomponerse, y su novia no pudo entender nada en ese momento. Por otro lado, por la cabeza del rubio surcaban dolorosos recuerdos, que nublaban su razón y dejaban que su ira tomara el control— no soy un marica.
El susurro y la evidente baja de energía del mayor, hicieron que la muchacha creyera que lo peor ya había pasado, así que un poco más calmada le pregunto— ¿Qué? Brad... ¿Estás bien?
El rubio miró a su chica, y solo lograba ver rojo, los recuerdos provocaron un nuevo ataque— ¡No soy un marica!.— volvió a arrojar con fuerza a la morena contra la pared, tomó su escritorio y lo levantó por los aires arrojando todo, con lágrimas de furia y tristeza en su rostro, siguió destruyendo el lugar.
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Los Hermanos Taylor. Primera Temporada|Universo compartido #2| EN EDICIÓN.
Teen FictionSabía que los problemas parecían perseguirla, pero no creyó que llegaría a tal magnitud. No llevaba ni un año de haber llegado a Nueva York , para estudiar, y ya se había metido en una "situación". Una tan grande, que sospechaba que pronto se volver...