Nueva York.
El sonido en seco de tacones golpeando el mármol de aquella custodiada mansión, llenaba el vacío silencio que presenciaba la morada.La mujer llegó hasta el despacho de su jefe, donde dio dos golpes suaves a la puerta, antes de que se le permitiera pasar.
— Disculpe la interrupción señor Sebbane, he hecho la ficha que me pidio de los Taylor. — dijo la joven ingresando al despacho, el cual se encontraba hundido en la oscuridad, salvo por la luz que entraba por los ventanales y la pequeña lámpara en el escritorio de su jefe, el cual se encontraba con su silla de espaldas a ella, observando la ciudad con un puro entre los labios.
— Nombre y apariencia.
— Rocio Perez, es una adolescente inmigrante desde Argentina, delgada, de piel...
— Si, si como sea ¿Ya diste un aviso? ¿Les mostraste las fotos de la señorita al equipo?.
— No señor, aún no lo he hecho. — la morena cerro los ojos, esperando el disparo.
Sin embargo, este no llegó.
— ¿ A qué esperas Kaitlyn? Tienes trabajo que hacer, largo.
— Sí señor, iré enseguida.— Sin arriesgarse a molestar a su jefe, dejó el expediente sobre la mesa, saliendo rápidamente del despacho.
Afuera, lo esperaba un sujeto más o menos de su edad, de menor rango en aquella mansión, la miraba con los ojos cerrados y los brazos cruzados, sin importar que por su rango aquello estaba prohibido.
— Lo hiciste.— La acusó, no, más bien lo afirmo.
— Déjame en paz, Guilbert, tengo trabajo que hacer. — la mujer ignoró totalmente al espía, dirigiéndose por el pasillo hacia su destino.
— No, no lo haré, porque cuando descubra que lo engañaste....
El cuerpo del espía fue empujado contra la pared, mientras la contraria lo sostenía del cuello de con una mano, ya tenía todas las carpetas en la otra.
— Él, no va a enterarse. —dijo con una voz dura y amenazante separando cada palabra,— Hice lo que debía.—lo soltó y siguió su camino, mientras su compañero retomaba su andar un poco por detrás, sujetando su cuello que dolía.
La mujer llego con los hombres, a quienes les encomendo la mision de vigilar a la niña de cerca, mostrándoles fotos y dándoles indicaciones de la misión, asi como tambien su direccion y la de su ex. Cuando hubo acabado su tarea, salió del cuarto rumbo a su siguiente tarea.
— Sigo sin comprender, por qué lo hiciste.
Exasperada con el espía, la morena reveló cierta información pero no más de la necesaria.
— El jefe Sebbane, mantiene cierta relacion con la madre de la señorita Álvarez, parece que esta los comprometió o algo asi.— fue lo único que dijo la morena doblando por un pasillo a paso apresurado— Yo misma me encargaré del asunto de ser necesario.
La morena miró al hombre por una milésima de segundo, la suficiente para que cierto hombre mayor de mayor rango se les apareciera enfrente.
— Señor Jhones. — saludó la morena inclinando ligeramente la cabeza ante un superior, el espía hizo lo mismo.
— Señor Dante.
El hombre ignoró por completo al muchacho, centrándose en la mujer únicamente.
— Me han informado que tu reunión con Sebbane duró menos de dos minutos— ella miró mal a su amigo, quien solo hizo una mueca tratando de disculparse— Explicate.
— El jefe quería que fuera a hacer mis tareas de inmediato. — explico con voz tranquila, previniendo que algo malo vendría.
— Niña estupida.— el hombre mayor no dudo en apartar la ropa y vendas que cubrían el hombro de su hija y enterrar el dedo en la herida de bala que cicatrizaba desde hace unos días, causando un alarido de dolor por parte de su hija— Escúchame bien Kaitlyn, te daré una caja con el nuevo suministro experimental, e irás a archivarlo a su oficina ¿Me entendiste? — la menor asintió, soltando un sollozo cuando el pulgar penetro más adentro de la piel y musculo de su hombro— Y mas te vale, acostarte con él.
— S-sí padre.
El hombre mayor la soltó, de golpe, arrebatando las carpetas, mientras el amigo de esta la sostenía tratando de detener la nueva hemorragia.
— Tú vigila que ella cumpla muchacho.
Sin decir más , el hombre se alejó por el pasillo, dejando a Kaitlyn y a Guilbert allí, quienes hicieron una mueca de disgusto, y dolor por parte de la morena.
Él improvisó una nueva venda, mientras ambos iban a cumplir su encomendación.
N/A:Pequeña pregunta para tener en cuenta en la segunda parte: Les resulta difícil o les molesta los dialogos en ingles?.
Es para saber como manejarme en la segunda temporada con esto.
Los amo, nos leemos pronto.
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Los Hermanos Taylor. Primera Temporada|Universo compartido #2| EN EDICIÓN.
Teen FictionSabía que los problemas parecían perseguirla, pero no creyó que llegaría a tal magnitud. No llevaba ni un año de haber llegado a Nueva York , para estudiar, y ya se había metido en una "situación". Una tan grande, que sospechaba que pronto se volver...