Repeating Days- Ross Lynch

Capítulo 6

Una semana después...

Narra Leila:

Habían pasado unos días desde que Winter se mudó conmigo, al parecer todo estaba marchando bien, excepto en el ámbito de los ataques de ansiedad aunque han ido disminuyendo, pero aún siguen presentes. De verdad que Winter ha sido de una gran ayuda, no sé qué haría sin ella y sin Ryan; ambos han estado apoyándome y la verdad que no tengo manera para agradecerles.
Lo que sí diré es que desde que inició todo esto de Nathan en mi regreso de las vacaciones, pude sentir como la rutina me atormentaba, los días no tenían sentido y todos se sienten iguales, y ahora que pasó lo de Ross es peor.

Ross... casi no he hablado con él, solo un par de veces en donde me dijo que él y sus hermanos querían venir a visitarme, claro que acepté, solo que es raro volverlo a ver después de el tiempo que le pedí.
Pueden decir que exageré con mi decisión, pero yo creo que tomé la decisión correcta; primero necesitaba sanar para mí, para tener una buena relación con él, así que... no me arrepiento demasiado de hacerlo, solo lo hago cuando extraño sus besos y sus abrazos.

Una Winter pálida apareció por mi habitación haciendo que saliera de mis pensamientos.

-¿Te sientes bien?- pregunté al verla (como ya les había dicho) pálida.

-Sí... yo- puso su mano en su frente- solo he tenido un poco de náuseas-

Fruncí el ceño- ¿Náuseas?- ella asintió- Eso no es normal, Winter- rápidamente me levanté de mi cama y me acerqué con ella- ¿Desayunaste algo?- la tomé de las manos.

Negó con la cabeza- Las náuseas no me dejan comer nada, todo me da asco-

-¿Desde cuando tienes náuseas?- pregunté y ella se quedó callada un momento.

-Desde hace un par de días, pero no solo son náuseas, también he estado un poco mareada y me siento distinta- respondió y me detuve un momento a procesar todo.

¿Acaso no...?

-Winter... perdón por la pregunta que te haré, pero... ¿cuándo tuviste relaciones con Ryan...?- reí nerviosa- Ya sabes a lo que me refiero... ¿se cuidaron?- rápidamente ella abrió los ojos como platos.

Puso ambas manos en su cara- Dios...- murmuró- la última vez...- caminó de un lado a otro por lo habitación.

Vaya...

-Tenemos que ir a la farmacia- la tomé de los hombros y ella asintió.

Rápido tomamos nuestras chaquetas y cosas importantes, y salimos rápido de mi casa manejando hacia la farmacia más cercana.
Una vez llegando ahí estacioné y pude ver cómo Winter palidecía (más de lo que ya estaba).

-Esto no puede estar pasándome a mí- murmuró y fruncí el ceño.

-¿Qué pasa?- pregunté y ella señaló dentro de la farmacia.

Oh no.

Ryan se encontraba dentro de la farmacia.

-Yo no puedo ir, Leila- negó repetidamente con la cabeza- no quiero que aún lo sepa.- rió nerviosa- Aún no lo sé yo, y hasta no saberlo no quiero que él se entere-