In my mind | NamJoon

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Anoche dormí un poco mejor, ya que no tardé en tocar la cama y quedar rendida ante ella.
Miré mi móvil y me dí cuenta de que me había levantado antes de que el despertador sonara. Miré mis notificaciones y me encontré con un mensaje de Namjoon.

-Necesito hablar contigo hoy.
-Siempre lo haces. -Le respondí y comenzé a prepararme.

Todavía no había procesado lo de la mudanza, así que me costó encontrar el baño. Después de mi busqueda, fuí a despertar a mi hermano y a hacer nuestros desayunos. Ya entraríamos antes a clases por estar más cerca.
Puse la mochila de Soo a su espalda y nos fuímos tomados de la mano como siempre.
Por el camino, mi teléfono iba vibrando, por lo que lo saqué de mi bolsillo y lo revisé.

-Pero lo digo en serio. Quiero hablar contigo. ¿Ya has salido?
-Sí.
-Perfecto. Espérame dentro de la clase. Sabes que allí podemos estar solos sin que nadie nos moleste.
-Vale.

No me entretuve más y le eché un vistazo a mi hermano, que aún seguía adormilado.

-Soo, ¿qué tal te va en el colegio? Lo siento por no haber preguntado antes.
-Bien. Voy a aprobar todo.
-Así me gusta. Tengo un hermano muy bueno en todas las asignaturas.
-Jajaja, y yo tengo a una profesora de piano.
-Es verdad. Cuando empiezen las vacaciones te enseño.
-Vale. Es normal que estés tan ocupada.
-No pasa nada pequeño. Venga, entra con tus compañeros.
-Sí. Dale los buenos días a ese chico de mi parte.
-Lo haré.

Me despedí de él y entré como me dijo Namjoon.

-Antes que nada. Buenos días de parte de Youngsoo.
-Me cae bien tu hermano. Siéntate.
-¿De qué quieres hablar?
-Sobre lo de ayer. Lo que me dijiste.
-No tengo por qué hablar de eso.
-Quiero saber por qué me dijiste lo de entrar a tu vida.
-Ya te lo he dicho. Por mucho que hayas conseguido ser la primera persona que habla conmigo todos los días, no significa que vayas a estar en mi corazón ni nada de esas cursilerias.
-No te entiendo, pero quiero hacerlo.
-Es mejor que sigas sin hacerlo. No te prohibo que me hables, porque sé que es imposible. Pero hagas lo que hagas no podrás lastimarme, si no te dejo ser parte de mi vida.
-¿Es porque alguien dañó tus sentimientos?
-... Eso es lo que quieres. Sacarme la información para cuando menos me lo espere, vuelvas a hacer lo mismo que todos hacen.
-Yoomi...
-La gente es muy cruel. -Le miré a los ojos. -Puede que tu vida sea como en el país de las maravillas, pero la mía no tiene nada relacionado con eso.
-Escúchame...
-No necesito escuchar tus palabras de reflexión. Por mucho que me digas, no cambiará nada.
-Mi vida tampoco ha sido fácil.
-¿Qué?
-Puede que no haya sido como la tuya. Pero también he tenido mis momentos difíciles. A lo que quiero llegar es que, yo salí de ello, y comenzé a respetarme y a quererme a mí mismo. Y quiero conseguir que tú también puedas.
-No necesito tu ayuda.
-La mía a lo mejor no, pero, ¿tienes a alguien más que pueda hacer algo por tí?
-Yo... Voy al baño.
-¡Yoomi! -Me gritó al verme correr fuera del aula.

Corrí lo más que pude para llegar a encerrarme en el baño. Quedaba demasiado tiempo para que comenzaran las clases, y que yo pudiera escaparme de Namjoon.
Pero de pronto me agarró del brazo, con tanta fuerza, que llegaba a hacerme daño.
Me llevó con él a los pasillos más cercanos a los baños, donde nadie nos encontraría, mientras yo me negaba, pero sin éxito alguno.
Me puso mirando hacia él con mi espalda en la pared, y podía sentir como su respiración estaba agitada.

-Yoomi. -Se quedó fijo en mis ojos.
-¿Qué quieres? -Dije con los ojos llorosos.
-Quiero hacerte feliz. Quiero ser una de las razones por la que te levantes cada día. Quiero verte sonreír. Quiero pasar tiempo contigo. Quiero escucharte decir que me necesitas aunque sea por una puta vez. Te quiero a tí. Eso es lo que quiero.