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Llegamos por fín a su apartamento.

-Y bien, ya estamos juntos por siempre, y este es como su primer día oficial.
-¿Aún sigues grabando?
-No quiero perder ni un detalle.
-Ya puedes soltar el piano.
-Vayamos a tu habitación.
-Ok, así puedo comenzar a establecerme aquí. -Sonreí.

Me sentía confundida por quedarme a vivir en su casa.
Sería algo muy... Raro, el estar cada día en este sitio, y más si comenzaba a trabajar con él.
Puse la ropa encima de mi cama y fuí a por el piano, que estaba a la entrada.

-Te ayudaré a guardar tus cosas.
-¡No!
-¿Por qué?
-No te importa, tú ve a hacer lo que tengas que hacer.
-No tengo nada... Dejaré la cámara grabandonos y mientras te ayudo.
-He dicho que no, por favor.
-¿Qué pasa? ¿Me ocultas algo?
-Nam... -Lo agarré de la camiseta para hablarle en el oído poniendome de puntillas. -No quiero que veas mi ropa interior. -Lo solté.
-V-vale. -Se ruborizó y puso una sonrisa pícara.
-¿En qué piensas? ¡No seas así de pervertido! -Lo eché y cerré la puerta.

Me quedé mirando a la cámara, que seguía en el escritorio, y corrí a apagarla.

-Toma, no quiero que me espies.
-Vaya, tampoco podré verte a través de esto. -Rió.
-Que sepas, que eres un cerdo. -Mi risa estaba intentando no salir al decir aquello.
-Está bien, supongo que tendré que esperar. Si quieres algo, estoy en mi cuarto.

Ahora sí, empezé a meter y colocar todo. Cerca de mi cama, había una ventana, lo cual hacía que tuviera un poco de nostalgia. Era más grande que la que yo tenía, la abrí para que entrara el aire y también miré por ella.
Apoyé los brazos en el marco y metí un poco el cuerpo para estar más fuera.

-Qué bonito se ve el cielo. Me encanta cuando las nubes parecen poder tocarse. -Hablé conmigo misma.
-¿Sí verdad? Lo podrás ver cuando quieras. -Escuché a mi derecha.
-Tienes otra ventana, no lo recordaba.
-Parece que somos vecinos pero estamos en el mismo lugar, en distintas partes.
-Qué tonto eres. -Reí.
-¿Ya has terminado?
-Sí.
-Ven.
-¿Para qué?
-Solo hazme caso y ven.

Fuí al lado y abrí su puerta.

-¿Qué quieres de comer?
-¿Para eso? Podrías haberlo dicho antes.
-Pero quería decirtelo de cerca, y sin que se tenga que enterar la gente.
-Ash. -Golpeé mi frente. -Que me sorprenda el chef.
-Bien, creo que es lo mejor para una buena bienvenida. Tú espera en el salón.

Encendí la televisión por curiosidad y me senté en el sofá.

-Última hora. Nos acaba de llegar la noticia que los dos jóvenes asesinos, autores de la muerte de Kim Hye Jin, han escapado. También se está investigando de nuevo este caso, puesto que en realidad son solo los presuntos asesinos, y los principales sospechosos. Les informaremos cuando tengamos más datos, hasta ahora. Que pasen buen día.

Namjoon dejó de cocinar al escuchar la noticia, estuvo allí parado viendo lo que pasaba y aun así yo no me dí cuenta. Me quedé paralizada sin saber cómo reaccionar o qué pensar.
Se arrodilló ante mí y me tomó de las manos.

-¿Estás bien?

Yo le daba vueltas y más vueltas a esas palabras, "Se han escapado" "Presuntos asesinos" "Principales sospechosos". Él no paraba de preguntarme si estaba bien, pero ni siquiera yo sabía mi estado.
Si no eran ellos, ¿quién fue?
Mis ojos se nublaban y mi mente dolía, hasta que no pude más y me desmayé.

(...)

-¿Qué? ¿Dónde estamos Nam?
-Estamos en el hospital. Solo has tenido una bajada de azúcar, y caíste.
-Me duele mucho la cabeza. -Dije frotando esta.
-También te diste contra el suelo, me asusté y no supe que hacer hasta que te traje aquí.
-Mi primer día viviendo contigo y ya te he causado problemas...
-Tranquila, no pasa nada, puede ocurrirle a cualquiera. -Acarició mi cara.
-Parece ser tarde, ¿qué hora es?
-Son las 19:50, has estado incosciente todo este tiempo.
-¿Y nos podemos ir ya?
-Tiene que venir la doctora.
-Agh... Todo me sale mal... ¿Has comido? No quiero que dejes tus necesidades por mí.
-Sí no te preocupes. -Sonrió tiernamente. -Iré a preguntar.
-Seguiré aquí. -Me señalé y reí.

¿Qué mierda acaba de pasarme?
Siempre tengo que joder las cosas de una u otra forma. No soy capaz de salir de un problema y ya me he metido en otro. Es un bucle del cual no puedo escapar.

Me doy en la cabeza repetidas veces y recuerdo las palabras de Namjoon.

"Si no te amas a tí misma primero, nunca podrás amar a otra persona".

¿Por qué me custa tanto poder apreciarme? Bueno, no me lo pongo muy fácil, siempre me culpo de todo.

Namjoon por fin llegó con la doctora.

-Ya estoy de nuevo.
-Hola, perdoneme por la impaciencia, pero, ¿nos podremos ir?
-Hoy no, tendrás que pasar la noche aquí pero mañana podrás irte.
¿Eres su pareja?
-Y-yo no, soy s-su amigo.
-Ok, ¿tienes algún familiar al que pueda llamar? -Levantó la mirada de sus papeles.
-Sí, mi madre...
-... A-apuntalo aquí y le diré lo que te ha ocurrido y que estás bien.
-Sí. -Asentí.
-Que descanses. -Me sonrió y se fue.

Ella... Me recordaba a mi madre.
Sus ojos oscuros y la forma de su sonrisa eran iguales.

-¿Todo en su lugar?
-S-sí. Oye, siento que tengas que soportarme.
-No estés con las mismas. Sabes que no me molestas. ¿La conocías?
-No lo sé... Tiene rasgos parecidos a los de mi madre.
-Yo también lo he pensado.
-No importa... Deberías de volver, tendrías que descansar más tú que yo.
-¿Qué dices? ¿Cómo quieres que deje a mi compañera de piso sola? No, yo me quedo junto a tí. -Dijo cómico.
-De verdad, no te merezco. -Sonreí avergonzada.
-¿Por qué lo dices de esa manera?
-Porque nadie se ha interesado así por mí. Nunca, ni siquiera mis padres. -Mantení una sonrisa triste.
-Hey, sabes que estoy para lo que sea.
-Supongo... -Miré hacia la ventana.

A los cuantos minutos alguien llamó a la puerta. Ya eran las 20:20.

-¿Se puede?
-¿Mamá? ¿Qué haces a estas horas viniendo al hospital?
-Quería ver a mi hija. Hola Namjoon, gracias por cuidarla tan bien. ¿Cómo te encuentras?
-Bien, él me está haciendo compañía.
-Os he traido la cena, Youngsoo ya está acostado, hoy ha estado jugando mucho y estará cansado, así que aproveché para venir.
-Ese pequeño demonio. -Arrugué mi nariz. Gracias. Por cierto...
-¿Si?
-¿Sabes quién es la doctora que me ha atendido? La que te llamó, yo le dí tu número.
-S-sí, ¿qué pasa?
-Ella se parece a tí. Puede que sea estúpido pero cuando sonrió, viniste a mi mente al segundo.
-Yoomi...
-¿Qué?
-Necesito contarte algo. Namjoon podrías salir un momento por favor.
-Por supuesto. -Se levantó de inmediato.
-¿Es algo grave?
-Verás, esa chica...

Tocaron otra vez a la puerta interrumpiendo nuestra conversación.

-Hola buenas, me dijeron que vino a ver a su hija.
-Sí. Esa soy yo.
-Bien, era por preguntarles quién se quedará. -Namjoon seguía fuera de la sala.
-Que se quede el joven, yo necesito atender a mi otro hijo. -Dijo tranquila.
-Vale, que pasen buena noche. -Hizo una reverencia y salió.
-Mamá, ¿quíen es ella? -Insistí.
-Ella... Yoomi, es tu hermana.
-¡¿Qué?!
-Ya te explicaré con más detalle, ahora es mejor que tomeis la cena y que durmais. -Se levantó.
-Pero no me puedes dejar así.
-Buenas noches. -Besó mi mejilla.

No puedo creer en nada. ¿Ahora se supone que tengo una hermana? ¿Desde cuándo? Todo esto es una locura. O la que se volverá loca seré yo si no me explican lo que pasa.
Si mi madre no me lo dice, moriré de la intriga.
No puedo resistir a tener respuestas.

-¿Estás bien?
-¿Le has escuchado? ¿Has procesado cada palabra?
-Sí...
-Tengo una... ¿Hermana?



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Capítulo corto pero intensito xD.
Espero que os haya gustado 💕

In my mind | NamJoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora