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Cuándo aquel tipo salió del bar, mi jefe me llamó para saber que había ocurrido.

-Yoomi, ¿por qué lo has echado?
-Es un gilipollas más.
-No hables así. Es mejor que descanses. Te dejaré el día libre hoy.
-¿En serio?
-Sí. Además, tienes que estudiar, no quiero que por mi culpa seas como tus padres.
-Gracias de verdad. Te lo pagaré de alguna forma.
-No hace falta. ¿Y ya sabes que quieres hacer? Así de trabajo definitivo.
-Me gustaría ser profesora de piano o algo relacionado con la fotografía.
-Es realmente bonito lo que te gusta. Espero que puedas llegar a ser algo de eso. Venga, vete a tu casa lo antes posible y aprovecha para el exámen.
-Te lo agradezco de nuevo. -Hize una pequeña reverencia, me quité la ropa del trabajo y salí.

Qué suerte que me dejara salir muchísimo antes de lo que tenía planeado. Metí la mano en mi bolsillo para tomar mis auriculares y me los puse. Hacía un viento bastante fresco, así que me puse mi capucha para tapar mis orejas. Iba caminando mientras miraba hacia el suelo y una persona se chocó conmigo.

-¡Ey!, ten más cuidado por donde pasas. -Dije.
-Lo siento. ¿Y-yoomi?
-Oh no, tienes que ser tú... Espera, ¿qué te ha pasado en la cara?
-No tiene importancia.
-¿Te has peleado con alguien?
-¿Desde cuándo te preocupas por mí?
-Perdona, solo quería ser amable por una vez. -Contesté de forma burlona.
-Sí, era uno de mis amigos.
-No me digas. Ha sido por algo de mí, ¿cierto?
-Sí, pero no pasa nada. Es un idiota. Se piensa que va a hacerme cambiar de opinión. Já, no se lo cree ni él.
-Tú también lo eres. Tendrías que haberle hecho caso, así no te llevarías ese puñetazo. Un momento, ¿tienes una raja?
-Ash, no la toques. ¿Duele sabes?
-¿Cómo te ha hecho eso?
-No me dió tiempo a ver que llevaba.
-Hoy he salido antes, ven.
-¿Que vaya? ¿A dónde?
-No quería decirlo pero, vamos a mi casa. Se te puede infectar.
-¿Vas a llevarme a tu casa? -Sonrió.
-¿Todavía no te has enterado? Si quieres te dejo con esas heridas.
-No. Por favor.
-Agh, cuanto te odio. Vamos, no quiero perder tiempo.

¿Cómo fuí capaz de decirle aquello? Yoomi, te prometiste que no entrarías a nadie en tu nueva casa, ¿por qué lo haces? ¿Y encima con este, este...? Eres tan tonta Yoomi, tan tonta...

-¿En qué piensas? -Interrumpió mi charla conmigo misma.
-En nada.
-Qué raro se me va a hacer estar en tu casa, puede que me pelee más solo para ir.
-Ya te digo que no lo hagas. Me has pillado un poco de buenas. Por eso lo hago.
-¿Tú de buenas? Pensé que eso no existía.
-No lo estropees.
-Ok. -Rió. -¿Por qué has salido antes hoy?
-Mi jefe me ha dejado. Es muy amable conmigo.
-Qué bien. ¿A tu hermano le molestará que esté en tu casa?
-Lo dudo. Parece que le encantas. Al contrario de mí. Y tú, ¿hacia dónde ibas?
-No sé. Solo estaba enfadado, así que tomé otro camino.
-¿No querías ir ni a tu casa?
-No. Allí estoy solo, por eso me gusta estar en la calle.
-Eres tan diferente a mí...
-¿A qué te refieres?
-Nada, cosas de mi cabeza. ¿Y qué pensabas hacer entonces? -No comprendía por qué le preguntaba tanto, solo estaba aburrida.
-Pues tampoco lo sé.
-Tu conversación de hoy no es tan interesante.
-Lo sé. Siento no poder entretenerte.
Y tú, ¿qué piensas hacer después de curarme?
-Estudiar. No soy muy buena estudiante, por eso me tengo que esforzar el doble.
-Si quieres, te puedo ayudar. No tengo nada que hacer, así ya repasaría contigo.
-No quiero pedirte ayuda.
-¿Por qué no? No es malo. Y ya viste en el trabajo la nota que nos sacamos. Déjame ayudarte, por favor.
-Ya veremos. Es aquí. Subamos por el ascensor.
-Está bien. Las señoritas primero.
-Como quieras. -Entré y seguidamente él.
-Estamos solos en un espacio pequeño. ¿No te incomoda?
-Me incomoda si te acercas, así que mantente alejado de mí.
-Vaya, me esperaba algún insulto. ¿Y si me acerco a tí de esta manera? ¿Pasará algo? -Sentí su respiración en mi cara, como la otra vez.
-Vete hacia atrás si no quieres una patada en los huevos.
-Quiero protegerme, mejor te haré caso.
-Eso es lo que tienes que hacer. Ya estamos aquí. -Saqué las llaves y entré con la mirada de Namjoon en todos lados.
-Soo ya he llegado. -Dije por el pasillo.
-¿Tan pronto? ¿Y tu trabajo?
-Una larga historia. -Entré al salón. -Y tienes una sorpresa. Por así decirlo...
-¿Sorpresa?
-Entra ya. Ni que te fuera a comer.
-Hola pequeño.
-¿Namjoon? ¿Yoomi? ¿T-tú has dejado que entre a casa? ¿Cómo?
-No te creas que se va a quedar aquí.
-P-pero tú dijiste...
-Sé lo que dije. Pero al parecer solo me trae problemas.
-No seas así Yoo~.
-Sientate, iré a por el botiquín.
-Gracias Yoomi. -Fuí al baño.
-¿Cómo lo has hecho?
-¿El qué? Solo ha decidido traerme.
-Sorprendente... Ningún chico a entrado en la casa de mis padres, ni de ella, pero porque llevamos poco tiempo aquí claro.
-Me sorprende. Pero a la vez me halaga que yo sea el primero.
-Y seguro eres el único.
-Ya lo he encontrado. ¿Por qué me miráis así? -Dije confundida.
-Nada. Yo iré a mi cuarto, así os dejo solos. -Guiñó un ojo.
-¡Soo! -Grité molesta.
-Tu hermano es muy divertido.
-Lo sé. Pero a mí no me hace gracia. Ahora no te muevas.
-No te prometo nada.
-Si lo haces te dolerá más.
-Ay, ten cuidado por favor.
-Te lo he dicho. Solo intenta estar quieto.
-Vale vale. Sabes una cosa.
-¿Qué? No me distraigas.
-Te ves muy sexy estando así de pegada a mí.
-Cállate, o te haré otra raja.
-Es solo la verdad. ¿No te gustaría ser enfermera sexy?
-¿A ti te gustaría ser pedacitos de carne dentro de una lata?
-No.
-Pues cierra la boca.
-Estás agresiva, no jugaré con fuego.

In my mind | NamJoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora