In my mind | NamJoon

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Después de levantarme del suelo, con el cuerpo súper dolorido por la presión en mis rodillas, salí a la calle, desesperada, por poder encontrar a Nam para pedirle disculpas, aunque no estaba segura del todo, me atreví.
Me lavé la cara para que mis ojos no estuvieran tan hinchados a la vez que rojos por llorar, cogí mi móvil y abrí la puerta, con la mirada intranquila y seria, suspiré y cerré.
Bajé lo más deprisa que pude y miré a todos lados. Me dirigí a su casa, guiándome de mi memoria.
Si lo encontraba, los nervios me atacarían, pero resistiría para poder llegar a decir un "lo siento".
Pasé por la puerta de la universidad, ya que nuestras casas estaban cada una en una punta diferente.
Ví a una de mis profesoras y me detuvo.

-Yoomi, si no es molestia, ¿por qué no has venido hoy a clase?
-Perdone, pero sí vine, solo que tuve que irme por un problema.
-¿Está todo bien?
-Sí, no se preocupe. -Sonreí falsamente.
-Puedes contar conmigo para lo que sea.
-Gracias, pero tengo prisa. Mañana nos vemos.
-Adiós.

Por suerte, no me entretuvo más y seguí a paso acelerado.
Cuando llegué a su casa, toqué el timbre repetidas veces pero nadie abrió, entonces supuse que no estaría allí.
¿Dónde se habría metido ahora?
Agh, no debí decir nada.
¿Por qué me tengo que arrepentir constantemente?
Debería pensar las cosas mucho antes de hablar. Soy penosa...
Seguí andando por las calles hasta que llegué a una especie de parque, en el que estaba sentado en el banco mirando hacia la nada.
Me acerqué a él con la cabeza gacha y me puse delante de él, y nos miramos.

-¿Qué haces aquí?
-Yo... Lo siento Namjoon. -Las palabras se me atascaban en la garganta.
-¿Eh? -Dijo extrañado. -¿Vas a pedirme disculpas?
-S-sí. Sé que he sido una idiota y no debería haberte tratado de esa forma.
-No pasa nada. Entiendo por qué te pusiste así. ¿Y qué crees que pasará?
-¿Uhm? -Fruncí el ceño.
-¿Qué pasará entre nosotros?
-... ¿Sabes una cosa? Me da igual la gente. Tú has hecho que mi vida sea más entretenida y no voy a consentir que unos estúpidos de mierda estropeen eso.
-¿H-hablas en serio? ¿Seguro que no te has dado algún golpe?
-No digas tonterías. Ese golpe se llama realidad.
-Estás filosófica. Y bien. ¿Qué vas a hacer?
-Pensaba en visitar tu casa. Creo que la última vez no la ví del todo bien. Bueno, sí tú quieres.
-Por supuesto. Solo déjame hacer una llamada.
-Está bien. -Asentí.

Creo, que era lo mejor que podía decir en ese momento. Al fin y al cabo, no parecía estar enfadado en absoluto.
Luego de un rato pensando en lo que dije, me cuestioné cómo lo hize tan natural para ser yo quien lo hiciera. Todavía no me creía lo que estaba pasando, pero seguía adelante afrontando, ¿la realidad?
Namjoon me sacó de mi mente al hablarme.

-Bien, ya nos podemos ir. -Me sonrió.
-Oh, sí, vale.
-Yoomi, yo también debería pedirte perdón.
-¿Por qué?
-Por hacer cosas en contra de tu voluntad. -Consiguió que me sonrojara.
-No lo digas así. -Miré a mis pies.
-Es cierto. -Se rascó la nuca. -Pero, ¿podrás perdonarme?
-Sí, solo no lo digas tan "normal".
-Lo sé. -Rió. -Para tí no lo es.
-Bueno, tampoco me lo recuerdes...
-¿Soy tu primer beso?
-S-sí. Ya cállate. -Golpeé su brazo.
-Ok tranquila. -Sonrió de lado.

Hubo un momento de silencio entre ambos hasta que él decidió seguir.

-¿Y beso bien?
-¡Namjoon! -Me molesté.
-Vale ya paro. -Rió a carcajadas por mi reacción. ¿Por qué tenía una risa tan bonita?
-La verdad es que... sí. -Dije en bajo.
-¿El qué has dicho?
-Nada.
-Mentira. Dímelo.
-No lo sabrás.
-¿Como tampoco iba a saber tu nombre? -Guiñó.
-Eres odioso.
-Puede que un poco.

Continuamos hasta su casa, mientras que intentaba hacerme reír y yo lo molestaba con caras serias.
Fue entretenido a la vez que corto, pero al fin llegamos.