In my mind | NamJoon

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El jueves se pasó rápido, entre unas cosas y otras, yo ya había asimilado lo del asesinato, las noticias no ayudaban y por eso no toqué el mando a distancia ni una sola vez.
Hoy, viernes, terminaban las clases, y yo iría a la primera fiesta de mi vida, junto a Namjoon.
Salí un poco más tarde de lo normal, y cuando llegué, lo pude ver esperando en la puerta.

-Hey, pensé que no vendrías.
-Oye, espero que lo de ayer no te molestara, y tampoco quiero que pienses mal de mí. -Dije mirando hacia otro lado.
-Oh, n-no, claro que no. De hecho, creo que me alegro por ello. -Sonrió.
-Está bien, solo no pienses que soy así de impulsiva.
-Puedes estar tranquila, no lo haré, pero no te avergüences.

El sonido del timbre retumbó en nuestras cabezas, y muchos entramos con los ojos aún entreabiertos.
El profesor se aclaró la voz y nos llamó la atención.

-Chicos, chicas. Callad un momento. Os presentaré a una compañera nueva. Por favor, levántese y venga aquí a presentarse.

Una chica más o menos de mi altura, con el pelo recogido y una falda corta pasó al frente de la clase. Hasta ahora solo había visto su espalda, y cuando se dió la vuelta, Nam y yo nos quedamos boquiabiertos y perplejos.

-Hola, mi nombre es Choi Minhwa. Tengo 18 años y seré una alumna más. Sé que llego tarde al entrar hoy, pero al volver, intentaré hacer más amistad. Gracias por escuchar. -Hizo una reverencia.
-Pss, pss, ¿qué hace ella aquí? -Hablé en bajo.
-No tengo ni idea. Pero no me da buen presentimiento.
-Ustedes. Kim Namjoon y Kim Yoomi, ¿estábais atendiendo o tonteando? Mostrad un poco de respeto a vuestra nueva compañera por favor.
-No pasa nada profesor. Todos cometemos errores.
-Que amable eres Minhwa. Igualmente, ya me he cansado de vuestras charlas. Limpiaréis el aula después de finalizar el día.
-Pero... -Iba a recriminar.
-Sí profesor, lo haremos.
-¿Estás loco? -Susurré.
-No te preocupes, no será nada.
-Agh. -Me quejé, dejando caer mi cabeza en la mesa.

¿En qué estaba pensando? ¿A quién le gustaría tener que lipiar?
Siempre lo hacemos, pero esta vez, seríamos solo nosotros dos.
En fin, ya no me podía librar de aquello.
No volvimos a hablar, pero si nos mirabamos constantemente.
Llegó el momento del receso.

-Y dime, ¿qué crees que planea Minhwa?
-Si te digo la verdad, esto debe de ser por su hermano.
-¿Kwan? -Tragué saliba.
-Sí. Él ha sido uno de los culpables, y su única oportunidad para joder nuestra vida, es ella.
-Te entiendo. Pero, si ya ha matado a mi padre, ¿qué es lo que querrá hacer ahora?
-Seguramente, separarnos. Por medio de algún rumor falso o cualquier otra cosa.
-Eso es lo que quieren, pero no lo conseguiran, ¿cierto?
-Cierto. -Entrecruzamos nuestros meñiques, haciendo un tipo de promesa.

Las demás clases las tuvimos libres, puesto que es el último día, y fue más de relax.
Por mucho que sonara el timbre indicando que debíamos volver a casa, teníamos que coger los cepillos para limpiar. Y a eso nos dispusimos.

-Tenemos que ir al cuarto de la limpieza.
-Iré yo. Tú quedate aquí mientras. No tardaré. -Me guiñó.
-Más te vale. -Sonreí y rodé los ojos.

Miré por la ventana, viendo cómo todos se iban, y nosotros aquí, por la estúpida de Minhwa.
No me alegraba nada que aquella idiota, hermana de uno de los asesinos de mi padre, estuviera en nuestra clase.
Se les acababan las ideas, y por eso, el plan de ahora, estaba en manos de ella.
Estoy segura, que hará lo que sea, para meternos en problemas.
Desde la primera vez que la ví, no me transmitió buenas vibras, y como casi siempre, estoy en lo cierto. No me faltaba razón ahora.

-¿En qué piensas tanto? Si no nos ponemos a trabajar ahora, nunca terminaremos. -Me pasó el cepillo.
-Sí, comenzemos.
-Por cierto, ¿qué tal en el trabajo?
-He seguido sin ir. -Golpeé mi cabeza. -¿Y qué pasará?
-Seguramente me despida. No creo que aguante más que yo no vaya...
-No seas negativa. Si se lleva bien contigo, no tendría por qué.
-¿Y qué? Ya ha pasado muchas veces.
-Tengo una idea. -Dijo barriendo.
-¿Qué se te ocurre? -Lo miré.
-¿Por qué no vienes a vivir conmigo? Mis padres me dan algo de dinero para poder sobrevivir, y yo buscaré un trabajo dentro de poco. También podrías trabajar conmigo.
-¿Qué? Es de locos. ¿Cómo quieres que esté allí como si nada? No puedo aceptarlo Namjoon. Gracias igualmente.
-¿Por qué no? Tengo otra habitación si quieres. Seríamos como compañeros de apartamento.
-Es demasiado lo que haces por mí. Por favor, no quiero ser más molestia de lo que ya soy.
-No lo eres. Deja de masacrarte a tí misma. -Dejó caer el cepillo y se me acercó.
-N-no puedo. -Me atacaron los nervios.
-Yoomi, mírame a los ojos. -Accedí a su mirada. -Dime, ¿me quieres?
-¿Y eso a q-qué viene? -Quedé contra la pared.
-¿Quieres saber algo? -Me tomó de la mandíbula, haciendo que mirara más arriba de sus labios.
-... -Tragué saliba con dificultad.
-Si no te amas a tí misma primero, nunca podrás amar a otra persona. Piénsatelo. -Se apartó y siguió limpiando.