Parte 2

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¿Por que diablo infernal me llaman desde arriba?, si lo único que yo he hecho es dañar la miserable vida de los demás. Espero que no sea para volverme a joder con lo mismo del otro día.

Tomo mis documentos y tomo el ascensor hacia el cielo.

—Te esperaba

Dice un anciano con barba blanca

—Clarooo, como no iba a venir, mi lugar favorito.

Digo con ironía maldiciendo desde mis adentros.

—Necesito que bajes al medio y me hagas un favor

—¿A quien debo de atormentar?

Digo con media sonrisa en mi rostro.

—No juegues con eso. Necesito que... Que vayas a proteger a una chica.

—Ja, Ja, que buen chiste.

Digo riendo a carcajada, ¿como demonios va a pensar que yo iría a hacer tal cosa?, este cabron si que sabe hacer bromas.

— No es un chiste Damon.

¿Que?, Putaaa.

— Ni de coño, yo no soy un angel, no soy un maldito guardián. ¡No!.

Digo en tono alto y enojado, ¿que mierda?, por algo me llaman demonio y no es precisamente por hacer cosas buenas.

— No es una pregunta, es una orden, eres el único que puede hacerlo ya que eres idéntico a un ángel. Si no lo haces, hago tu traspaso hasta aquí. El cielo te estará esperando tan emocionado. Primer demonio convertido en angel.

Dice sonriendo, No, no y no, a la mierda toda esta mierda.

—Dije que no lo haré

— Adiós Damon.

Siento como voy en descendencia, espero que está mierda me lleve directo al infierno, pero viendo la cara de hijo de....

Ahí, justo ahí, en el maldito medio, en el puto mundo de mierda, justo ahí me deja. Intento seguir bajando pero no, no puedo, esto es una maldita broma de mierda.

Inmediatamente intentó comunicarme con el jefe. Me posicionó en frente de un espejo y hago un círculo en el. Y logró comunicarme.

— ¿Ya te dieron la noticia?

Dice con tono de burla, yo aclaro mi garganta y le contesto.

— ¿Que diablos es esto? ¿Por que déjate que lo hiciera?

Digo enojado, preferiría comer mierda hecha carbón que estar en este mundo de pacotillas.

— Pues... Era eso o me convertía a cien de mis mejores demonios en ángeles, y claro, prefiero dar uno que cien.

¡Maldito!, como quisiera sacarte las tripas por el ...

— Ayúdame, soy tu maldito hijo

Digo pidiendo por primera vez clemencia hacia mi padre, si, hacia mi maldito padre.

— Lo siento Demon, espero y te vaya bien.

Desaparece de cristal, pego mi puño en el, haciendo que este se rompa, todo el que está alrededor se estremece y gira hacia el cristal, por suerte no pueden verme porque sino les sacaría los ojos de furia. Me tocara ir a conocer la fulana esa.

Grayce

Otra vez tarde en la oficina, los dueños de la empresa se van de viaje y yo aquí, haciendo todo el trabajo atrasado, pareciera que la empresaria soy yo y no una simple secretaria. ¡Dios!, ayúdame a salir de aquí, necesito cambiar a uno mejor, uno que por lo menos me deje dormir temprano. Me recuesto en el espaldar de la silla, paso mis manos por la cara en forma de cansancio.

De pronto siento un frío terrible, me levanto de la silla y me dirijo hacia el termostato, pongo la calefacción más alta pero el frío aumenta. Esto es raro, nunca me había pasado esto, quizás este dañado.

Tomo mi bolsa y salgo de la oficina, ya son más de las doce, así que no creo que haya nadie más aquí.

Entro al ascensor pero sigue el frío, es como si me estuviera persiguiendo. Salgo de edificio y esta el guardia de seguridad.

— Buenas noches Lucas.

Le digo sonriendo, el me devuelve la sonrisa y me abre la puerta. Busco mi auto y lo pongo en marcha.

Damon

Esto va a ser aburrido, ¡Ahs!, así que  cierro mis ojos y llegó a su casa. Al hacerlo noto que una morena de ojos almendrados está sentada en el sillón viendo "Lucifer vive", si ella supiera que el diablo es peor que eso.

Trae una pijama color azul claro, es muy... Muy corta, si fuera una de mis diablas seguro que la pequeña pijamita estuviera vuelta cenizas. Siento que se estremece al sentir mi frío. Se encoge de pies y le da un sorbo al té que tiene en manos.

—¡Dios!, ¿será que tengo friebre?

Se pregunta a si misma, diría que está loca pero ¿quien no ha hablado sólo alguna vez?, noto que tiene una pila de papeles en su mesa, así que soplo y salen volando, esto si que es divertido.

Ella inmediatamente da un salto y ahoga un pequeño grito. Yo sólo río a carcajadas, que lástima que no me puede escuchar, ¿No?.

Empieza a recoger los dichosos papeles, al parecer son muy importantes. Ruedo mis ojos en forma de frustración, chasqueo los dedos y la pila de hojas vuelve a su sitio.

—¡MADRE MIA!

Dice en un grito, noto que empieza a temblar, sale corriendo y se encierra en su cuarto.

¡Recién empieza, bebé!

Demonio Protector © FINALIZADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora