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    La mujer se agachó, quedando su rostro a la altura del de Gallo. Ahora podía ver las facciones de la mujer con claridad.

    Era de piel ligeramente morena, y tenía rastros de maquillaje que se habría limpiado parcialmente. La mujer posó sus ojos plateados en Gallo, observándolo fijamente.

    - ¿Quién te ha hecho esto? -preguntó la mujer-. ¿Cómo alguien le hace esto a un niño?

    Gallo no respondió. Simplemente no podía hablar. Había quedado encantado con la belleza de la mujer. Tenía una forma elegante de hablar, y despedía una especie de aura de bondad. Tanta belleza lo conmovió tanto que apenas había notado que nuevas lágrimas surcaban su rostro.

    - Por favor... Te lo suplico... -musitó Gallo-. El dolor es demasiado... Sácame de este suplicio...

    La mujer no respondió. Sólo observaba a Gallo fijamente.

    - Por favor... -Gallo le tendió su cuchillo a la mujer, sosteniéndolo de la hoja-. Envíame al Cielo... Por favor...

    La mujer, en silencio, tomó el cuchillo y se puso de pie. Se alejó unos pasos y se giró en dirección a Gallo.

    - Tranquilo. Prometo sacarte de este sufrimiento -dijo la mujer.

    - Gracias... -respondió Gallo, sonriendo-. Hagamos esto de manera formal...

    Aún sentado, Gallo observó a la mujer con su único ojo, aún sonriendo.

    - Soy Ondori... El Guerrero del Gallo... -musitó, pronunciando lenta y cuidadosamente-. Asesino rápidamente...

    - Soy Tatsu, la Guerrera del Dragón -respondió la mujer, con tono firme-. Asesino reduciendo a cenizas.

    Sin decir más, Dragón lanzó el cuchillo con fuerza, atravesando la cabeza de Gallo. Ahora el joven descansaba en paz, habiendo partido de este mundo sin mayor dolor que el provocado antes por Tigre.


Dragón vs. Gallo †

Fin de la 9na Batalla

Juuni Taisen: Nuevos GuerrerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora