Juuni Taisen: Nuevos Guerreros

1

    Tigre observó el edificio derrumbado a sus pies.

    "Una menos", pensó. "Ahora... ¿Quién será el siguiente?".

    Miró al cielo. El sol ya comenzaba a salir. Aproximadamente doce horas habían pasado desde el inicio de la Decimotercera Guerra Zodiacal.

    "¿En serio es correcto esto?", pensó. "Si gano y pido por mi salvación... Seguro seré condenado a muerte por mis crímenes".

    "¿Y si... Pido por la destrucción?".

    - Oye, tú -dijo Tigre, súbitamente-. ¿Seguirás observándome, o piensas enfrentarme con dignidad?

    Tigre se volteó, encontrándose con la mirada de una mujer, frente a él. Tenía los ojos plateados, y piel ligeramente morena. Su vestido color amarillo claro brillaba con los tenues rayos del sol.

    - Así que tú eres quien está detrás de todo esto -dijo la mujer, observándolo con furia-. Asesinaste cruelmente a muchos Guerreros. Los hiciste sufrir innecesariamente.

    - ¿Y? -respondió Tigre-. ¿Qué tiene de malo asesinar a humanos inútiles que no supieron cómo defenderse?

    - En tu mirada puedo ver el dolor y la desesperación -dijo la mujer.

    - No hables como si me conocieras -respondió Tigre, visiblemente molesto-. Soy más feliz de lo que puedas imaginar. Matar me hace feli--.

    - Tu nombre real es Kiba Tora -comenzó la mujer-. Tienes cargos por asesinatos múltiples y torturas innecesarias en el campo de batalla...

    - ¿Cómo lo sabes? -gritó Tigre, furioso y, a su vez, asustado.

    - Asesinaste a tu esposa e hija -continuó Dragón.

    - ¡C... Cállate!

    - Y tienes una enfermedad mental que te impide ser feliz, así que buscas falso gozo en el asesinato -continuaba la mujer, observando a Tigre fríamente.

    - ¡Basta! -gritó Tigre, abalanzándose sobre la mujer.

    La mujer se giró sobre sí misma y, reaccionando rápido, le propinó una patada en el estómago a Tigre.

    Tigre cayó al suelo, sujetándose el estómago con fuerza. Sentía un líquido tibio brotar de su vientre. Al agachar su cabeza para mirar su herida, se sorprendió y se horrorizó. Tenía un agujero en el estómago, perfectamente redondo. Abundante sangre brotaba de él. Dirigió la mirada hacia la mujer y, observando sus zapatos, logró ver un poco de sangre ensuciando el tacón de ella.

    - Soy Tatsu, la Guerrera del Dragón -dijo la mujer, observando al herido Tigre en el suelo-. Asesino reduciendo a cenizas.

    Tigre trató de levantarse, sangrando. "No... No me presentaré ante ti...", pensó. "Me niego a morir así...".

    - Te sacaré de tu sufrimiento, y expiaré todos tus pecados -dijo Dragón, observándolo fijamente.

    Sin decir más, Dragón sopló en dirección de Tigre. Una enorme llamarada salió de su boca. Tigre sintió cómo las llamas lo cubrían por completo. Sentía sus heridas previas ardiendo, calcinándose poco a poco. Gritó... O, mejor dicho, rugió, invadido por la ira y el odio.

    Su intenso deseo de supervivencia le dio la fuerza suficiente para saltar y abalanzarse sobre Dragón, aún cubierto por las llamas.