Ofrecida por Ti (CEO #2)©

Capítulo #12| Grey (+18)

Cuando llegué a casa ignore todas las voces que me llamaban y eche andar al baño. Giré la llave a tope y configure la ducha para que el agua que corriera por mi cuerpo saliera fría. Me introduje con la ropa encima, empecé a quitarmela hasta empaparme y la tire en el canasto.

Diez minutos más tarde la voz de mi madre llena mis oidos. Toca la puerta de mi baño.

-hijo, ¿esta todo bien?

-de maravilla- suspire apretando mi polla. Mierda, mierda...

-¿bajaras a comer?

-no, comí de camino a casa- mentí. No tenía hambre realmente. Solo pensaba en ir a su casa en la mitad de la noche y follarmela, incluso las ganas de ir al observatorio desaparecieron y tengo muchas amigas que darían todo por tenerme en sus camas, pero a la única que quiero en este momento no me quiere en la suya y es complicado digerir esa realidad.

Solo debes ganar la apuesta.

Si.

Ganar. Ganar significa que al final tendría lo que he soñado. Pero...¡me lleva un carajo! Ella es una Steele. No sabía que el malnacido de Raymond tenía una hija. Una hija muy hermosa.

E inteligente y pronto sabrá que es lo que pasa realmente si va a formar parte de la editorial de su padre. Sabrá que somos enemigos y que quiero demoler su mísera microempresa y venderla por pedacitos. Me lo debe.

-esta bien. Le pediré a Gail que te suba algo suave, no quiere que vayas a la cama con el estomago vacío.- su voz enternece.

Este es uno de esos instantes en los que me hace sentir que soy un niño otra vez.

-de acuerdo. Acampañado de un te de Twinings English Breakfast.

-como ordenes. Todo estará en la cama cuando salgas.

-gracias mamá.-escucho como se retira del cuarto y respiro hondo al quedarme solo de nuevo.

Necesito calmarme y la única solución es masturbarme. Bombeo con fuerza, el agua que cae chapotea sobre mi mano y mi pene. Cierro los ojos imaginando que ella abre sus piernas y me invita a probar su jugoso sexo. Con esa imagen y un quejido bajo llego a mi límite con rapidez y el resto se lo lleva la corriente de agua.

Recuesto la frente sobre el mármol monocromatico de la pared y lucho contra todo pronóstico, contra toda consecuencia que suceda en algún futuro, pero si algo pasa tomare mi arma oculta para ganar esta apuesta.

¿Llegarías tan lejos por una mujer?

Soy un hombre perverso y no lo sabía hasta que los culpables de mis desgracias me abrieron los ojos y si hay una mujer que me hace sentir cosas inexplicables y quiero que sea mía. Lo será, sin dar lugar a dudas.

Feliz Navidad lector@s por adelantado. Pronto publicaré otro capitulo.