Capítulo #21| Ana

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Acoste a Wyatt con rapidez, él solo miraba que su madre se convirtia poco a poco en una loca, pero no me pregunto porqué. Agradecí eso, porque suele ser un niño muy curioso. Me encanta que lo sea, no digo lo contrario pero para este momento necesitaba aclarar lo que pasará desde ahora con la editorial y un acuerdo que no tiene pie ni cabeza.

-buenas noches mamá

-buenas noches mi pequeño príncipe- deposite un beso en su frente y pase el dedo limpiando el rastro de lapiz labial.

Cerré la puerta con cuidado y al voltear había un Christian Grey con una mirada foribunda, el cabello desordenado cayendole mechones por la frente y el ceño fruncido.

Y me pregunte que le tomo tanto tiempo mientras hacía que Wyatt se durmiera. Tal vez eso le enfado.

-¿Qué te sucede? Parece que te dieron una pésima notícia- contesté.

-así es- sus ojos grisáceos centellaron de furia. Caminó hacía mi, se detuvo a poco de medio metro.-me encontré con un tipo que te buscaba y te traía flores.

Tras un instente de silencio solté una carcajada muy fuerte que resono en la estancia y cubriendome la boca me acerque a Christian.

-eso es imposible- dije mientras continuaba riendo por lo bajo y a Christian le estallaban los ojos de la sorpresa.

-hablo muy enserio.- refunfuña.- era barbudo, alto y de mirada oscura. Te llamó por tu nombre de pila- lo describe martillando los dientes y de seguro el color de mi piel desapareció en ese momento porque su mirada paso de enfado a preocupación absoluta y no dudó en envolverme con sus brazos.

-no...no puede ser- trague saliva por el eminente sabor amargo en mi paladar.

-¿lo conoces?

-¿conocerlo?- respire hondo y el miedo inundó mi torrente sanguíneo- si quién me describes...-hice una pausa- debe ser él.

-¿él? Te refieres al padre de Wyatt

-el hombre que me abandonó cuando estaba embaraza, pero estaba tan feliz de que pasará-dije, a punto del agobio.

-Ana...ningún hombre debe huir de sus responsabilidades. Eso es de cobardes y abandonar a un hijo no se perdona- sus duras y certeras palabras me atravesaron con filo.

-tienes razón, pero un día no regreso y me sentí aliviada.

-¿porqué?

Estaba tomando una decisión importante, un paso del cual podría arrepentirme, de un secreto que solo mi padre sabía y no se si podré confiar en Grey algún dia o si confío en el hasta este punto.

-promete que no lo usaras contra mi. Tengo suficiente de que los hombres me controlen.

Asintió en seguida, para mi sorpresa.

-esto queda entre nosotros- me guió hasta el sofá y me sentó en el. Se arrodillo delante de mi y tomó mi mano. Su pequeño gesto a conmigo me hizo sentir plácida; tranquila.

-él me golpeaba. En algún punto de la vida me sentí atraida por hombres agresivos y él fue la gota que derramo el vaso- baje la cabeza. Los ojos me ardían y la cara la sentía pesada y caliente por la vergüenza, pero no me detuve y seguía mirandome con atención, sin juzgarme a tientas- mi padre biológico era un abusivo con mamá y conmigo, el segundo marido también hasta que llegó Ray y nos salvó, pero yo era igual que mamá...

Acarició la base de mi barbilla.

-disculpame tú a mi, no sabía...y te obligue a esto sin siquiera conocernos. En realidad, al principio te miraba como cualquier otra conquista, así las observo a todas desde que me rompieron el corazón.-nunca había visto una mirada tan dosil y sincera desde que lo conozco.

Una sonrisa se debatía en mi labios.

-aprecio tu sinceridad.

-y yo que me dejes ayudarte.

-ya lo haces- lo dije con un vestigio de ironía.

-dejame ayudarte pero con buenos términos y no solo me refiero al problema de la editorial- dejo un vacío en sus palabras para ir en busca de una taza y prepararme un te.

-no hace falta- dije- me refiero a ayudarme- corrobore, porque si creo que me hace falta un te para calmar mis nervios severamente dañados.

Esto parece no acabar...
Pense que así sería tras casi seis años de ausencia.
¿Qué querrá?

-no puedes negarte.-habla desde la cocina.

-aunque lo intente eres un cabeza hueca.

Sonríe.

-tus hirientes comentarios son tan infantiles.- repone.

-gracias- digo cuando se sienta junto a mi y me ofrece una taza humeante.

-yo debería ser el que te ofrezca una disculpa y un doble agradecimiento.

-¿doble?

-por si el primero no me sale tan sincero.

Me hace reir.

-objetivo alcanzado- me sobresalto al percibir su pulgar contra la comisura de mi labio. El roce es lento, ligero y frio.- verte sonreír y provocarte risas es reconfortante.

-cuando haces estas muestras de deseo puedo confirmar que eres el hombre más malvado que he conocido- ahora él es quien se sorprende cuando de forma desprevenida agarro su dedo con mis dientes y lamo la punta.

-cuando haces estas muestras de violencia seductora contra mi persona pienso que me adoras cada día más- se mofa usando mis palabras en mi contra.

Suelto su dedo y finge una sobre expresión de alivio.

-no dejaré que te lastimen.

-no soy una damisela en apuros

-no, no lo eres Anastasia- el tono de voz que usa da la impresión de cierto misterio mezclado con orgullo y se le iluminan los ojos.

Y entonces, puedo creerlo ahora, que existen dos versiones de Christian Grey. Una buena y una malvada y me gustan ambas, pero no hay como ser testigo de su verdadero rostro, el que por años tal vez escondió de si mismo y los demás.

-de acuerdo.

Estrechamos las manos y me acompañó hasta que no fui conciente de lo que pasaba a mi alrededor.

¡ESTOY DE VUELTA!
Al fin en vacaciones, bueno, hace una semana que estoy de vacaciones pero he estado ocupada con la escritura de una novela y en conversación con una editorial que esta interesada (pero aun es muy pronto para una confirmación) y sin más preámbulo, he llegado y con mucha inspiración. Agradezco su paciencia y dentro de poco publicaré más capitulos (largos, por cierto😁)
Besos, Jossy

Ofrecida por Ti (CEO #2)©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora