Capítulo #24| Grey

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Ana me pidió, me suplicó que me pusiera la ropa. Creo que tanta piel suave y terza la marean.

-debo irme- dije mientras me hacia el nudo de la corbata y Wyatt se tragaba el ultimo trozo de pie. Él no contesta, siquiera me mira cuando le estoy hablando a los dos. Esta resentido porque tuve que decirle que no me llamará papá si su madre no esta de acuerdo y como su terca mamá no lo esta, pues penso que lo mejor era regalarnos un ultimatum a ambos.

-Wyatt despidete de Christian

El niño se nego a hacerlo.

-deja esa rabieta y comportate- Bramó ella.

-¡No!- grito y corrió para ocultarse en su cuarto.

-dios, jamás me había levantado la voz y pensé que eso pasaría solo en la adolescencia- dijo, angustiada.

-lo lamento. Hablaré con él

-¿no tienes que irte a trabajar?

-Marshall me espera y puede esperar un poco más- le guiño el ojo y camino hasta el cuarto de Wyatt.

-campeón- le llamé.

-vete papá falso- gritó.

-auch! Eso dolió.- caí al suelo de forma dramática alargando la mano hacia donde estaba Wyatt- ayúdame...me desangro. Me has herido de la forma- finjo una tocesita- más vil- doy una inspiración profunda y dejo de moverme. Saco la lengua y cierro los ojos.

Segundos después siento pasos pequeños que se dirigen a mi. Su mano pequeña agita mi brazo.

-¿Christian?- comienza- anda, no es gracioso. Lo siento si, por favor no mueras por mi culpa.

En ese preciso instante, cuando toca mi mano, alzo el brazo que enrollo alrededor de su cuerpecito. Le alzó, este goza y ríe con el momento, hasta que lo tengo en mis piernas y le sacudo la cabellera, que es cuando empieza a renegar, pero mantiene esa sonrisa que enloquece a su madre.

-¿estamos bien?

-bien.

El disparo de un flash llama nuestra atención y vemos a mamá con su movil tomando fotos debajo del arco de la puerta.

-no pude resistirlo.- confiesa con una sonrisa picarona.

-¿Wyatt tienes algo que decirle a tu madre?-lo ayude a ponerse de pie y caminó hasta Ana, abrazando sus piernas.

-lo siento Mami

Ella se coloca de rodillas para estar a su altura.

-oh, mi bebé. También lo siento. Puedes llamar como tu quieras a Christian.

Alce la mirada, esperando la respuesta de Wyatt.

-por ahora será Christian- razonó. Es un niño muy inteligente.

-ahora que estamos bien, me quedo mas tranquilo.

-¿cenaras con nosotros?

-ya hemos ocupado demasiado tiempo de Christian, cariño.

Wyatt abrio la boca y la cerro como un pez.

-me gusta que ambos ocupen mi tiempo, pero por esta vez escucharas a tu madre. He retrasado mi trabajo.-dije.

El niño replicó algo inteligible.

Cuando me despidi de Wyatt con una sacudida de pelo y un beso robado de Anastasia llegué a la oficina con una sonrisa tonta en la cara que no podía, aunque tratará, no se borraria en todo el dia.

-¿tu sonrisa tiene que ver con la estupida hija de Raymond?

Su voz, odiosa como de costumbre, es capaz de opacar mi sonrisa.

-volviste. ¿La enfermera se canso de ti?- lo miré con fiereza.

En los labios se le dibuja una media sonrisa.

-Quien es Anastasia- no es una pregunta, lo esta asegurando como si supiera de ella.

-te cansaste de tu zorra y ahora juegas al espía.- me rio de él y su estupida actitud.

-y eres capaz de asociar mi dinero con los Steele.

-oh, vamos. ¿Tu dinero? Mi dinero- hablo con toda la seguirdad que puedo imprimir en mi voz.

-si no te quitas de encima a su hija yo lo haré- se acerca a mi escritorio y tira sobre mi portafolio dos fotos. Una de ella es cuando Anastasia, Wyatt y yo saliamos del auto ayer por la noche y la otra era reciente, cuando le robe un beso enfrente del condiminio de apartamentos.

-se ha oxidado tus forma de extorsión. A mi...- tense la mandíbula y me puse de pie-...nadie me amenaza y menos a ella. Te acercas y te condeno.- aprete los dientes- Ya veo que has pedido dinero para pagar al tipo que tomo las fotos, ¿no te avergüenza pedir limosna?

Señalo las fotos, agarro una y la parto en dos.

-esto es lo que pasará: Llamaré a seguridad o prefieres ahorrarte la humillación papi- enfatice.

-solo queria comprobar que lo que sentías por esa chica es amor y voy a destruirlo, como lo hice con la primera- su amenaza me dejó un trago amargo en la garganta antes de marcharse.

Al mismo tiempo Marshall entró, le abrió más la puerta y dos guardias de seguirdad lo escoltaron a la salida.

-que no vuelva a entrar y llama a mi abogado. Tengo doble trabajo para él, dile que le pagaré el triple y contrata seguridad para los Steele, que nadie sepa excepto Jason. Confío en que se resuelva hoy.-ordene con fiereza, con frustración, pero con la mente fría.

Marshall asintió, saliendo mientras saca su móvil del bolsillo interno del saco.

Aprete mis cienes con los dedos índice.

-no vas a arrebatarme la felicidad de nuevo.

Es un juramento, padre. Si quieres guerra, guerra te daré.

Ofrecida por Ti (CEO #2)©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora