❥Dia × Kanan × Mari

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Era pasada la medianoche. El ambiente no estaba demasiado frío, aún así, de vez en cuando aparecía una brisa marina un poco más fresca de lo normal. La rubia se encontraba en la playa, ensayando para la actuación del Love Live que tendría lugar mañana.

Una peliazul de coleta alta y una peli-azabache se encontraban observando desde la terraza. Sus rostros denotaban seriedad y preocupación al mismo tiempo. Se acercaron a la rubia y la peliazul habló:

     —Mari-chan, ya es suficiente por hoy.

     —Pero aún no lo he conseguido.

     —No pasa nada. Haremos la coreografía simple, la que hemos estado practicando siempre.

     —Yo quiero hacerlo. Quiero ganar el Love Live —admitió sin vacilar.

     —¿Crees que nosotras no? —habló ahora Dia—. Pero nuestra salud es más importante, Mari.

La oji-cetrino las miró con algo de pena y agachó la cabeza.

     —Haremos esta coreografía. —Esas palabras cogieron desprevenidas a Kanan y a Dia—.  Puedo hacerlo. Solo dejadme practicar un par de veces más. Ya casi lo tengo.

La peliazul y la pelinegro se miraron a los ojos, mostrando una pequeña sonrisa.

     —Está bien, pero no te excedas —dijo Dia—. Volveremos dentro. En cinco minutos nos asomaremos a la terraza, y si sigues aquí nos enfadaremos —bromeó.

     —Don't worry, me iré antes. —Sonrió la rubia.

El día pasó y el momento había llegado. Era el turno de Aqours, el grupo de tres chicas de la preparatoria femenina Uranohoshi.

Todo iba bien hasta que llegó el momento de la pirueta de Mari. Esta se hizo daño y la actuación paró. Ya habían perdido, era lo más seguro. La gente no aceptaba un fallo así.

     —¡Mari! ¿Estás bien? —cuestionó Dia una vez se alejaron del escenario.

     —Sí, no os preocupéis —mintió la rubia, apretando con sus manos su tobillo dolorido.

     —Lo siento... —musitó la de una coleta azul—. Esto es culpa mía.

     —Kanan-chan, eso no es verdad.

     —¡Sí lo es!

Ambas chicas quedaron calladas. Kanan se veía muy afectada. Apretaba sus puños mientras miraba con rabia hacia el suelo. Tenía un remolino de emociones dentro de ella. Rabia por no haber ganado el Love Live, por haberse esforzado sin éxito y porque alguien importante para ella había sido herida en el proceso.

     —Debí haberte dicho con más firmeza que hiciéramos la coreografía simple. —Los ojos violeta de la fémina se humedecían—. Lo siento.

De pronto, sintió una mano en cada uno de sus hombros. Eran Dia y Mari, quienes la observaban con una cálida sonrisa.

     —En ese caso, también sería culpa mía —habló la pelinegro—. No te tortures así, ¿vale?

     —Me recuperaré en un par de semanas, solo me he torcido un poco el pie —explicó Mari.

     —Pero aún así, podría haberse evitado.

     —Si no lo hubiera intentado nos habríamos quedado con la duda. Al menos hemos dado lo mejor de nosotras. Aunque hayamos fallado, aunque no ganemos el Love Live, podemos quedarnos con todos los momentos que pasamos juntas practicando, y podemos decir que nos hemos esforzado al máximo.

     —¿Mari-chan? ¿Eres tú? —preguntó atónita la peli-cobalto.

     —¡Claro que soy yo! —gritó, molesta.

     —Venga, vamos a cambiarnos la ropa y a despejarnos un poco —propuso Dia.

     —... Está bien —acabó diciendo Kanan—. Muchas gracias, chicas. Os quiero.

El trío de adolescentes se reunió en un abrazo lleno de amor, esperanza y unión.

No habían conseguido su objetivo, que era ganar el Love Live, pero les bastaba con saber que habían trabajado duro por ello y se habían divertido en el camino. Lo más importante para ellas era estar juntas.

「Oneshots Love Live」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora