❥Sarah × Leah

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La peli-morado de dos coletas corría sobre la capa blanquecina detrás de su hermana. De pronto, uno de sus pies se clavó demasiado en la nieve y la adolescente estrelló su cara en esta.

Su hermana mayor acudió rápidamente, aunque con algunas risas. Leah la miraba inflando sus mofletes. Sarah le entregó la mano mientras sonreía y su contraria la tomó, mas no para levantarse, sino para tirarla a la nieve con ella.

Ambas se encontraban riendo a carcajadas, hasta que un travieso copo de nieve aterrizó en la nariz de la menor. Con inocencia, lo miró y sacudió la cabeza para que se fuera. En pocos segundos, ambas féminas se percataron de que estaba empezando a nevar.

Ahora sí, las dos se levantaron y admiraron con cautela el espectáculo de copos de nieve que estaba teniendo lugar. Las mejillas del par de chicas se enrojecían levemente, y de sus ojos florecía una vivaz emoción.

     —Saint Snow... —musitó de manera casi inaudible la de una coleta.

     —¿Saint Snow? —repitió su compañera.

La mayor sonrió mientras sus ojos se clavaban en la nieve que caía del cielo.

     —¿No te parece un buen nombre para nuestro grupo? —cuestionó, observando ahora a su hermana.

     —¡Sí! —respondió la pequeña, asintiendo con la cabeza—. ¡Nos llamaremos Saint Snow! —proclamó, feliz.

Sarah no paraba de sonreír al divisar a su hermana tan entusiasmada. Pocas veces mostraba emociones, y normalmente eran ira o desagrado, así que verla contenta era el mejor regalo de Navidad que la mayor podría desear.

     —Ganaremos el Love Live. Me esforzaré al máximo —expresó la de dos coletas.

     —Yo también.

Sarah abrió los brazos hacia su contraria, mostrando un rostro sosegado.

     —Dame un abrazo.

La menor, aunque algo reacia y tímida al principio, se acercó para dejarse rodear por los brazos de su hermana. Sus mejillas se tornaron color carmesí, y la mayor sonrió satisfecha.

     —Leah, te quiero.

     —O-Onee-san... —tartamudeó la mencionada, separándose—. Yo también... —confesó, cabizbaja.

Una vez más, la mayor sonrió ante la personalidad de la menor.

    —¿Sabes? Cada vez que nieva me trae muchos recuerdos —expresó la peli-morado de una coleta—. Recuerdo que, cuando eras pequeña, te encantaba que empujara tu trineo por esa colina —rememoró, señalándola.

A la mente de Leah vinieron todos los recuerdos de años pasados. Las peleas de bolas de nieve, los ángeles y muñecos de nieve que hacían juntas...

     —Voy a esforzarme por ganar el Love Live, onee-san —afirma.

Su hermana la mira con una enorme sonrisa y ojos decididos, abrazándola momentos después. La de dos coletas apoyó su cabeza en el hombro de su compañera y cerró los ojos, disfrutando las caricias que le proporcionaba en la espalda.

「Oneshots Love Live」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora