❥Umi × Honoka × Kotori

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Las tres adolescentes entraron a la habitación que les correspondía y dejaron las maletas al lado de la puerta.

Honoka, la más enérgica, no dudó en tirarse sobre la cama y abrazar las almohadas que yacían sobre esta.

Kotori tomó asiento en una silla de mimbre que estaba colocada junto a una mesita que daba a un gran ventanal.

Por último, Umi se quedó de pie observando a ambas.

     —Os recuerdo que hemos venido a practicar para nuestra actuación, no a relajarnos.

     —¡Hay tiempo para todo! —exclamó la oji-azul, cogiendo la mano de Umi y atrayéndola hacia la cama.

De esta forma, Umi y Honoka terminaron abrazándose en la mullida cama. Kotori acabó uniéndose también.

Ahora Umi estaba siendo rodeada por los brazos de Honoka y Kotori, quienes reían sin parar. Esta risa se le acabó contagiando también a la peliazul.

[ . . . ]

     —Uno, dos, tres, cuatro. Uno, dos, tres cuatro.

Sonoda era la que marcaba el ritmo con sus palmas, atenta a los movimientos de las chicas por si cometían algún fallo.

     —Rin, tienes que ser más firme con tus movimientos.

     —¡Sí! —respondió esta.

     —Y Nico, te equivocaste al final.

     —¡No fue mi culpa! —se quejó la pelinegro—. Nozomi iba muy lenta y me distraje.

     —¿Qué has dicho? —preguntó una Nozomi que daba miedo, la cual corría detrás de Nico para manosearle los pechos.

     —Paremos por hoy —señaló Eli.

     —¡Oye! ¿Por qué no vamos a una pista de patinaje? —ideó Rin—. Vi una cerca de aquí en el camino.

Todas acabaron poniéndose de acuerdo y, de esta forma, tomaron sus abrigos y se dirigieron a una pista de patinaje que se encontraba a 10 minutos del hotel.

Una vez allí, Honoka y Kotori se dieron cuenta de que Umi permanecía quieta tras las barras que rodeaban la pista.

     —¿Umi-chan? —preguntó la oji-oro—. ¿No vas a entrar?

     —Pensándolo bien, el patinaje sobre hielo me aburre... —excusó la peliazul rascándose la cabeza.

     —No me digas que no sabes patinar —soltó Honoka.

     —¡N-no es eso! —respondió avergonzada.

     —Nosotras te enseñaremos —ofreció Minami.

Ambas chicas mostraron su mano a la insegura Umi, quien no había patinado nunca en su vida. La de cabello cobalto tomó las manos de ambas féminas y comenzaron a patinar muy lentamente.

     —¡No me soltéis...!

     —Tranquila, estamos contigo —hizo saber Kotori.

Pasado un rato, comenzaron a aumentar la velocidad, lo cual ponía más nerviosa a Umi.

     —¡Lo estás haciendo muy bien! —exclamó Honoka.

     —¡Ya casi lo tienes! —se sumó Kotori.

     —Aún así, no me soltéis, ¿vale? ... ¿Chicas?

La peliazul miró hacia atrás y se dio cuenta de que llevaba varios metros recorridos sola, ya que Honoka y Kotori se encontraban tras ella saludándola y animándola.

     —¡Os dije que no me soltárais! —gritó, aterrada.

Pocos segundos después, chocó contra Eli, quien patinaba cerca de allí junto con Nozomi.

Eli, Nozomi, Umi, Honoka y Kotori salieron de la pista y decidieron sentarse en unos bancos para ayudar a las chicas afectadas.

     —Esto es por vuestra culpa... —musitó Umi, posando una bolsa llena de cubitos de hielo sobre su frente.

     —Yo también me caí cuando estaba aprendiendo a patinar, así que no te preocupes —comentó la rubia de una coleta.

     —Eli y yo vamos a regresar a la pista —hizo saber la peli-morado.

     —¿Seguro que estás bien, Eli? —cuestionó Honoka.

     —Sí, no ha sido nada.

Ambas adolescentes retomaron su camino a la pista de hielo, dejando en el banco a Umi, Honoka y Kotori.

     —Te daremos un beso en la frente para que te cures —habló la del lazo verde.

     —¿Pero qué dices?

     —¡Buena idea! —concluyó Honoka.

Ambas chicas acercaron sus labios a la frente de la peli-añil y depositaron un pequeño beso en esta. Sus mejillas se tiñeron de rojo y ambas féminas rieron ante su reacción.

「Oneshots Love Live」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora