「Oneshots Love Live」

❥Nico × Maki

La pelirroja se encontraba tocando el piano en aquella amplia sala donde la reverberación estaba presente.

Lo que ella no sabía es que una rebelde chica de coletas negras la divisaba todos los días a la misma hora cada vez que ella practicaba con su instrumento favorito.

Nico Yazawa era una estudiante de tercero, perteneciente a la Preparatoria Femenina Otonokizaka, al igual que Maki Nishikino, solo que esta última iba a primero.

La oji-rojo dejaba asomar la mitad de su cabeza para atisbar a Maki tras la puerta de la sala. Amaba escuchar el sonido que creaba con aquel majestuoso instrumento.

De pronto, Nishikino dejó de tocar y se levantó de su asiento, haciendo que el corazón de Nico se acelerara. Esta corrió lejos de allí, hasta la salida del instituto.

Ella observaba algo alejada la puerta de entrada, esperando que su amada la cruzara.

     —Nico-chan —Sonó de pronto.

     —¡¡Aaaah!! —Se asustó la mencionada. - ¿¡Qué haces, Honoka!?

     —Perdona —se disculpó, sacando la lengua—. ¿Qué haces aquí aún?

     —¿Y tú? Se supone que siempre te vas con Umi y Kotori...

     —Se me olvidó un libro en clase.

     —Ah... Ya veo.

     —¿Y tú por qué estás aquí?

     —¿Yo? —La pelinegro se puso algo nerviosa—. Me pasó lo mismo que a ti. -excusó rápidamente.

     —Hola, chicas. —La voz de Maki irrumpió entre ambas féminas—. ¿Cómo es que aún estáis por aquí?

     —¡Maki-chan! —gritó la oji-azul—. A Nico y a mí se nos ha olvidado un libro en clase.

     —Ya veo —contestó la oji-violeta—. Yo estaba practicando un poco con el piano.

     —¿Has creado algún tema nuevo, puede ser? —se emocionó Honoka.

     —Bueno... más o menos. Pero no le digáis nada a las demás, es una sorpresa —confesó, guiñando un ojo.

     —¡Entendido! —exclamó la de una coleta al lado de su cabeza.

Maki se despidió de ambas chicas y estas entraron a la escuela.

La mayor entró en su clase para no hacer sospechar a Honoka, pero al llegar solo se quedó mirando por la ventana, ya que verdaderamente no se había olvidado ningún libro.

Tras unos minutos, creyendo que la de segundo año ya se habría marchado, Nico salió de su aula y se dirigió hacia la puerta de salida, pero se sorprendió al encontrar a Honoka esperándola, apoyada en la pared con una sonrisa.

     —¿Me estabas esperando...?

     —Nico-chan —pronunció, acercándose hacia ella.

La pelinegro se sentía algo incómoda, ya que la sonrisa de Honoka cada vez estaba más próxima a ella, hasta que quedó justo en frente de su rostro.

     —Te gusta Maki-chan, ¿no es así?

Los ojos de Nico titilaron por varios segundos. Luego los cerró y apartó la cara.

     —Pues claro que no.

     —¡Es obvio que sí! —respondió la oji-cielo—. Cuando practicamos, se nota que te quedas embobada con ella, y... siendo sincera, muchas veces te he visto observándola cuando toca el piano.