❥Ruby × Dia

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     —¡Onee-chan!

La pequeña Ruby se dirigía hacia su hermana mayor, quien permanecía sentada en un banco de madera bajo un enorme árbol de cerezo.

En Japón son muy famosos los árboles de cerezo o sakura, los cuales dejan mostrar unas preciosas flores de color rosado en primavera. A Ruby le encantaban estos árboles, y su hermana no dudaba en ir con ella a menudo a visitarlos.

La pelirroja le entregó a su hermana un dango¹ y conservó otro para ella. Tomó asiento a su lado y comenzó a saborear su dulce rápidamente.

Dia la observaba con dulzura. Ver las mejillas sonrojadas de Ruby junto con su sonrisa era gratificante, y más para ella.

     —¿Pasa algo? —preguntó con inocencia la pequeña, tras observar que su contraria la miraba demasiado.

     —N-no. —La pelinegro se puso algo nerviosa, pues no esperaba que su hermana notara que la estaba observando—. Es que te ves feliz, y eso me alegra.

Las mejillas de la pelirroja se ruborizaron aún más tras aquel comentario y dejó escapar una tímida sonrisa.

     —A mí me alegra hacer este tipo de cosas contigo —soltó Ruby—. Eres la persona con la que más me divierto.

     —Digo lo mismo.

     —¿De verdad? Pero... ¿qué hay de Kanan-chan y Mari-chan? Estáis muy unidas.

     —Sí, pero prefiero pasar tiempo contigo. Además, puedo decir lo mismo de ti y Hanamaru.

     —Me cae muy bien Hanamaru-chan, claro. Al igual que todas las de Aqours, pero me gusta mucho estar contigo, onee-chan...

Los pómulos de la menor volvían a mostrar un color rojizo.

     —¿No era ese el dango que querías? —cuestionó Ruby.

Dia miró el dulce que tenía en su mano y se dio cuenta de que no había probado bocado aún, mientras que su compañera ya se lo había zampado entero.

     —Sí, es este. Pero si quieres puedes quedártelo.

Ruby lo miró con atención y lo tomó en sus manos para luego comérselo.

     —¡Gracias!

Un viento más fuerte hizo caer varias flores de los cerezos, dejando a ambas adolescentes emocionadas por tan bello espectáculo. Una de las pequeñas flores aterrizó en la nariz de la de dos coletas.

Dia se echó a reír, tapándose la boca con la mano.

     —No te rías —pidió su hermana, frunciendo el ceño.

La pelinegro sujetó la flor y la colocó a un lado del cabello de su contraria, dejando sorprendida a esta.

La de cabello rojizo tomó otra flor que yacía en el banco y copió la acción de su hermana: se la colocó en el cabello.

     —Ojalá estuviéramos juntas para siempre... —comentó la menor en un tono de voz bastante apagado.

     —¿Por qué dices eso?

     —El año que viene te gradúas y te irás de Japón... Sé que es algo normal, pero cada vez que pienso en ello...

Viendo que los ojos de la pequeña estaban a punto de inundarse en lágrimas, la mayor agarró una de sus manos y señaló el árbol que crecía sobre ellas.

     —Tendrás los cerezos para recordarme.

Ruby hizo un intento por sonreír junto a su hermana mayor. Ambas formaron un cálido abrazo bajo el cielo de Japón adornado con flores de cerezo.

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¹Dulce japonés que consiste en 3 bolas de mochiko clavadas en un pincho.

「Oneshots Love Live」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora