Si Sólo Pudieras Ver... Todo lo que Soy

Capítulo 8

Capítulo 8

    Sabía que Dylan nunca haría nada. Que lo que yo sintiese por él, se acabaría yendo a la borda, pues él jamás haría algo para cambiarlo. Por lo que me encontraba sola, en medio de una verdad que había encontrado, sin esperarla.

    Y aquello realmente me estaba volviendo loca el día a día. Hasta el día que no aguanté más.

_ ¿Te sucede algo?_ me había preguntado Alan, al ir a mi trabajo, cuando era mi salida. Había estado algo extraña ese día, sin quererlo. Como apática y ausente de mí misma.

_ Nada...

_ ¿Segura?

_ Segura...

_ ¿Sabías que no eres buena mintiendo?_ medio sonrió.

_ Lo sé... Pero, es que en verdad no importa..._ dije tomando mis cosas, para marcharme.

_ ¿Hice acaso algo que te molesto?

_ No...

_ Entonces, ¿por qué siento que estás siendo diferente conmigo?

_ No estoy molesta contigo... Sino conmigo misma.

_ ¿Por qué?_ me preguntó sin entender, mientras caminábamos hacia donde estaba su automóvil estacionado.

_ Estaba pensando en alguien...

_ ¿En alguien?

_ Sí, en alguien...Pero creo que es mejor que no piense más en esa persona.

_ No te entiendo...

_ No le importo... Si le importara un poco, estuviese aquí. Vendría más a menudo en vez de alejarse. No debería decirte esto, Alan..._ dije antes de subirme en su automóvil.

_ ¿Y lo conozco?

_ No importa, Alan... En verdad no importa._ dije al subirme a su automóvil.

_ Si importa, porque es alguien a quien quisieras ver..._ dijo callando su propio corazón_. ¿Quién es?

_ Es..._ su mirada era un interrogatorio que exigía una respuesta_. Es Dylan... Siento que no le agrado lo suficiente, por eso su repentino cambio conmigo... ¿Te ha dicho cuando volverá?

_ Realmente no...

_ ¡Viste!... Y en verdad no le entiendo...

   Intenté presionarlo para ver si decía algo. Pero me encontré con su silencio. Un silencio que me hundía más en aquella desesperación que sentía dentro de mí. ¿Por qué aquello me ocurría a mí?... Dos hombres me amaban. Uno se prohibía a expresarme lo que sentía por mí, y era a quien yo amaba. Mientras el otro, era simplemente mi mejor amigo. Aquel que siempre consideraría mi mejor y buen amigo. Y nada más.

_ Hablare con él... Le convenceré para que regrese...

_ No... Mejor no... En verdad no importa.

_ Si importa... Por lo que hablare con él. Le pediré que vengan. 

_ No le digas que te he dicho que he estado pensando en él...

_ No haré eso... Pero si le pediré que venga a visitarnos cuando pueda.

_ ¿Lo harías por mí?_ dije sin pensarlo. Odiándome después por haberlo preguntado.

_ Sí...

   En mi parte egoísta, había deseando a una estrella fugaz, pero los sueños por sí solos se volvían lejanos para mí. Al mismo tiempo, que no podía negarme más aquellos sentimientos que sentía por Dylan. Y justamente, en aquel instante, el mundo había abierto una de sus puertas y me había dado una oportunidad. ¿Con qué precio a pagar?