Capítulo 17
_ Era tu hermana Andrea..._expresó al instante en que colgaba.
_ ¿Mi hermana Andrea?_ lo miré con indiferencia, haciéndole ver que no me sentía incómoda de que me viera así_ ¿Y qué quería?
_ Quería que me esperaras para ir al restaurant de Paolo...
_ ¿Mi abuelo se lo pedía?_ expresé con ironía al interrumpirlo. Conocía tan bien a mi abuelo, que apostaba que había sido por él, el que mi hermana llamaba a casa.
_ Tatiana, no importa... No es necesario que me esperes. Tal vez ni vaya...No lo sé. Y no quiero incomodarte...
_ Obviamente no pensaba esperarte...solo dejarte una nota era lo que pensaba y eso, claro está, por petición de mi abuelo... Pero si a la final decides no ir, es tu decisión. Con tu permiso..._ dije al interrumpirlo una vez más, al mismo tiempo que le daba la espalda me disponía a retirarme a mi habitación.
Sus ojos me fueron detallando lentamente, mientras me alejaba de él. Memorizando cada parte de mi cuerpo, sintiéndose derrotado a causa de lo ocurrido.
Al llegar a mi habitación, busqué en el closet lo que me iba a poner. Algo no tan formal seria lo adecuado, pensé y fue lo que elegí. Dylan, mientras tanto, se sentaba en el sofá de la sala principal, había tantos pensamientos en su cabeza que lo hacían sentirse inquieto. ¿Por qué no aprovechaba esa oportunidad que le daba la vida? ¡Total, nada perdía! Aquella oportunidad era la más adecuada para encontrar una manera para detenerse delante de mí, y al fin decir, lo que yo no quería escuchar de él.
Colocó sus manos en sus rodillas, antes de levantarse de nuevo de aquel sillón. Escuchó que bajaba por las escaleras que daban a la sala, por lo que se colocó en las escaleras a esperarme. ¿Acaso estaba consciente de lo que hacía?
_ ¿Aún no te has ido?_ dije al verlo fijamente con un tono irónico, mientras bajaba.
_ No, decidí no ir... discúlpame ante tu familia.
_ ¿Por ese motivo me esperabas?_ sonreí con pedantería.
_ Sí... y no._dijo al verme a los ojos, sintiendo aquello que no había muerto en él. Sintiendo como si su corazón fuera el que quisiese hablar.
_ Sabes que conmigo pierdes tu tiempo. No tengo nada de que hablar contigo...
_ Pero yo sí..._ agregó al cruzarse en mi camino, impidiéndome continuar con mi camino_. Sé que fui un tonto en el pasado. ¡El peor de los tontos! Pero te juro que estoy arrepentido... Durante todos estos días he tratado de encontrar alguna manera para detenerme delante de ti. Y poder hablar y que tú me escuches.
_ Eso lo fueras pensado antes de lo que hiciste... Y ya es tarde para remediarlo. Pensé que eras otra clase de persona. ¡Y ya ves! Me equivoqué... ¿Cómo se te ocurre que quiera perdonarte ahora, después que me rompiste el corazón?... Eso no sé le hace a quien se ama. ¡Ahora déjame irme!... Mi familia me espera...
_ Tatiana...
_ No Dylan. Me hiciste mucho daño y eso no se me olvida... por lo que no insistas en querer recuperar lo perdido..._ dije y al fin logré que él se moviera, dándome paso para alejarme de él.
La rabia había recorrido cada poro de mi piel, al igual que por mis venas. Me subí en mi automóvil, sin pensarlo dos veces. Estaba tan molesta por la decisión de mi abuelo de que Dylan estuviese allí, quien sabe hasta cuando, pues él lo había decidido así.
_ ¿Y Dylan?_ me preguntó mi abuelo al verme llegar hacia su mesa.
_ Me pidió que lo disculpara ante ustedes. Se sentía indispuesto y deseaba acostarse un momento._ mentía al no querer que me hiciera más pregunta.
Un nudo se formó en mi garganta, al instante en que me impedía llorar.
_ ¿Indispuesto?_ me miró fijamente_ ¿Acaso pelearon?
_ No abuelo... ¿Cómo cree? Además, desde que Dylan llegó, yo he mantenido la distancia con él. Y lo he hecho por usted..._ volvía a mentir.
_ Venimos a cenar en este lugar en familia._ interrumpió mi madre al ver la tensión por el tema_. Y vamos a tener un instante feliz...
_ Por supuesto hija. Eso no lo dudes..._ agregó mi abuelo al cambiar el tema. Creyéndome a la final, tal vez.
Aquella noche, después de regresar a casa. Me encerré en mi habitación a llorar. Estaba tan molesta que la única manera para desahogar mi rabia era con lágrimas.
Dos semanas pasaron después de aquel día. Mientras la indiferencia y la distancia era el pan de cada día entre Dylan y yo.
_ Debiste ir aquella noche, Dylan._ le decía mi abuelo, mientras hablaban en la biblioteca_. Fue lamentable que decidieras no ir... ¿O es que crees que no iba a descubrir que Tatiana y tú me mentían?
_ No fue mi intención mentirle también... Al día siguiente cuando me preguntó como me sentía y que había sido tan lamentable mi ausencia por mi supuesto malestar, no encontré que decirle a usted. No quería contradecir a Tatiana, ni que ella me tuviese más rabia de la que me tiene. Preferí seguirle a usted la corriente sin saber el porque ella había mentido.
_ Mi nieta es un completo misterio... Un acertijo que solo tú puedes descubrir._ expresó con una sonrisa pícara, al mirarlo fijamente.
_ Prefiero que no... Y le voy a hacer sincero. Sigo aquí por el cariño que le tengo a usted. No por ella... He decidido no insistir más. Y es lo mejor... Le hice tanto daño que respectare su decisión de mantenerme a la distancia de ella.
En ese instante toqué a la puerta y entré, sin esperar ver a Dylan allí. Aquella mañana pensé que había decidido salir a caminar, al no verlo en la mesa a la hora de desayunar.
_ Permiso, solo le he traído sus medicinas abuelo..._ dije sorprendida sin querer.
_ Tu madre y tú creen que cuidan a un niño..._ refunfuñó mi abuelo, al instante en que me acercaba a él_. Siempre cuidándome y estando pendiente de si me tomo mi medicina o no.
_ Solo lo hago por su bien...
_ ¿Puedes creerlo, Dylan?...
_ Es por su bien, abuelo Matthew... Los dejaré solos._ dijo al levantarse, sintiendo que no podía soportar más aquella distancia. Diciéndose: "Cuando fui solo para ti".
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Si Sólo Pudieras Ver... Todo lo que Soy
Teen FictionTatiana Campbell es una chica normal. Con sueños. Que ha tenido que vivir el sinsabor de un desengaño amoroso. Dylan McDonald, ha sido esa persona que ha roto su corazón... ¿Será la vida capaz de encontrar un punto en sus caminos que los una de nuev...