Capítulo 23

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Capítulo 23


   No le respondí. No encontré que decirle. Eran palabras que no me esperaba de él, por lo que preferí huir.


    La indiferencia y la ironía habían desaparecido de mí. Haciéndome más frágil ante todo aquello. Me sentía como una rosa a la que se le había olvidado regar agua y lentamente por eso se marchitaba.


_ ¿Por qué me haces justamente esto, Dylan?_ me decía aún sentada en mi cama_. ¿Acaso no fue suficiente con lo que hiciste antes?... ¿Y porqué me afecta tanto? ¿No que lo había olvidado?... ¡¿Qué me ocurre?!... ¿Acaso te he perdonado?... No. No puede ser verdad.


     Lejos de allí, Dylan se encontraba de la misma manera.


_ No debí decírselo... ¿Acaso me volví loco?... ¡Más que loco! Ahora si que arruiné todo. Ya no querrá escucharme... volverá a ser fría e indiferente conmigo. Ahora si que estoy perdido. Busqué sin sentido una oportunidad que nunca tuve.


    A la mañana siguiente...


    Me detuve sin querer en la entrada de la biblioteca de mi abuelo. Dylan se encontraba allí y le hablaba a mi abuelo sobre cómo se sentía. Sabía perfectamente que es incorrecto escuchar conversaciones privadas, pero en aquella conversación hablaban de mí.


_ Búscala... No cometiste un error cuando le expresaste tus sentimientos.
_ Pero lo hice sin pensar en los de ella y sobre el daño que le ocasione en el pasado... 
_ Así es el amor... solo dale tiempo.
_ ¿Tiempo? Toda la vida no me alcanzara para remediar lo que hice... Ni desnudándole mi alma para que ella vea quien soy ahora. ¿Por qué tuve que arruinarlo todo?
_ Ten paciencia... No obstante, búscala y dile que lo sientes. Ella te escuchara. 
_ No lo sé... no lo sé._ miró hacia la ventana_. Saldré a caminar un momento. Necesito despejar mi mente... Tal vez intenté hablar con ella más tarde.


    Me escondí para que no me viera. Hubiese sido terrible el sentirse descubierta por él justamente en ese instante. Esperé verlo salir y entré a la biblioteca. Le llevaba unas medicinas a mi abuelo.


   Después de decidirme entrar a la biblioteca y hacer que no había escuchado nada, sentí en lo más profundo de mi ser que necesitaba hablar con Dylan y mucho más después de escuchar a mi abuelo.


_ Eres tan parecida a tu abuela...
_ ¿Por qué lo dice abuelo?
_ A ambas, a mi parecer, encontraban gusto al hacerse daño. Ella en vida cuando no se permitía a perdonarme... Y tú vas en el mismo camino. Podían tener la verdad en sus ojos y negarse a verla... Ambas se pueden comparar a un témpano de hielo.
_ Si lo dice por mi manera de tratar a Dylan, no me juzgue por eso. Hay heridas que no se pueden sanar de un día para el otro. Ni mucho menos olvidar tan rápido. ¿Cree que es fácil aceptar a alguien que regresa con la cara bien lavada como si no hubiese ocurrido nada? ¡Pues no!... No soy de hierro. Yo también siento.
_ ¿Y por eso quieres que él sienta ese mismo dolor?... ¿No ves lo absurdo de hacerse tanto daño? ¡Ambos se aman!... ¡Mira todo lo que está haciendo por ti!
_ Abuelo... No ponga palabras en mi boca.
_ Lo amas... Mírame a los ojos y niégame que has sentido, en lo más profundo de ti, que lo has perdonado.


     Me mantuve en silencio. Encontrando aquella respuesta que me había negado de mí misma.


_ Es absurdo que se sigan lastimando... Él te ama y lamenta tanto haberte engañado._ tomó mis manos antes de abrazarme_. Abre tu corazón... Deja el rencor a un lado... Solo hay una vida y una oportunidad de hallar la verdadera felicidad. Yo tuve una oportunidad y fui feliz con tu abuela Clara... ¿Te darás tú esa oportunidad?


   Aquella conversación pudo más que mi deseo de no perdonar a Dylan, haciendo posible lo imposible.


_ Dylan..._ dije al colocarme detrás de él, sacándolo de sus pensamientos. Estaba cerca de la orilla de la playa.
_ ¿Tatiana?... No te escuche llegar._ dijo entre sorprendido e incómodo_. ¿Sucede algo?
_ Necesitamos hablar..._ lo miré a los ojos.
_ ¿Hablar? No te entiendo.
_ Dime la verdad. Sé sincero conmigo... ¿A qué viniste en realidad?... Sé que lo has dicho antes, pero te lo pido nuevamente. Mírame a los ojos y dímelo una vez más... 


   Dylan me miró aún más sorprendido. ¿Acaso era real todo aquello que sucedía?


_ No quiero hacerme más daño... ¿Puedes entender eso?
_Y no debes temer a eso._ colocó su mano derecha en mi quijada, mientras se acercaba más a mí_. Preferiría morir antes de lastimarte de nuevo... Lo eres todo para mí. Siento que la palabra amor se queda tan pequeña cuando estoy frente a ti.
_ ¿Cómo puedes estar tan seguro de tus palabras?
_ Lo estoy, solo créeme... Déjame abrirte mi alma y hacerte ver todo lo que soy._ tomó mi mano derecha y la colocó en su pecho, cerca de su corazón_. Yo soy nada sin ti... Sólo a tu lado mi corazón le encuentra sentido a la vida.

Si Sólo Pudieras Ver... Todo lo que SoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora