Boy Almighty

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El pelirrojo de ojos marrones, ojos teñidos de una tristeza profunda, pero casi dispuesto a no dejarse avasallar por los sentimientos de un corazón roto, se encontraba sentado, con las piernas colgando, sobre la mesada de la cocina.

Estaba comiendo como siempre, -porque un corazón roto no lo iba a dejar con hambre, muchas gracias- y bebiendo, porque aunque ya sabía que las malditas penas no se ahogaban con el alcohol, si ayudaban con la depresión.

Empezaba a creer que realmente era un masoquista de primera, ya que desde donde estaba, observaba perfectamente, con tan clara nitidez, que hasta dolía físicamente, la película de la que fue protagonista hasta hace días, reproduciéndose frente a sus propios ojos.

A pocos metros, el hermoso joven moreno, de dulces ojos marrones, sonrisa infantil y cuerpo de Dios griego se encontraba con las manos en la cintura, y la lengua en la garganta de otro pelirrojo - tal vez más falso que él mismo-, pero ya no era Hoseok.

Era él hasta hace poco, era el único. Hoy ya no lo es.

Hoseok tenía ganas de hacer tantas cosas, como ir y romperle la cara a ese tipo, aunque sabe que si alguien terminaría con algo roto sería él y ya tenía algo roto en su pecho que dolía, como para dejarse romper físicamente también.

Antes de enamorarse, alguna vez se había preguntado cómo sería tener un corazón roto, antes que preguntarse como sería estar enamorado.

Entonces conoció el amor y fue magníficamente perfecto y Jungkook fue el mejor novio que uno podría tener y sus cuerpos se conectaban a la perfección, porque sus almas se amaban también.

Jungkook a pesar de ser tres años menor fue tan protector y cariñoso, pasional y divertido, noble y fuerte.

Fue hermoso, fue perfecto, fue maravilloso.

No podía pensar entonces que él le rompería el corazón. Hasta que lo hizo.

Y tener un corazón roto, no es nada como lo pintan las canciones corta venas, las películas dramáticas, las novelas de época…es un poco de todo, pero mucho más al mismo tiempo.

Es como si alguien metiera su mano en tu interior, para removerlo todo de lugar y luego ya no eres tú.

Entonces queda un vacío en el pecho, un vacío que no sabes como llenar. No puedes recordar que había ahí. No lo puedes reemplazar. Un vacío que duele. Duele mucho.

Y todo lo demás también duele. Y sales a la calle y te das cuenta que el sol sale aún. Y brilla. Que los niños siguen riendo. Están contentos. Y que la primavera se asoma con flores y ambiente cálido. Nada es gris o nublado.

El planeta sigue girando con total normalidad, el único que ha cambiado eres tú. El único con un corazón roto eres tú. El único que sufre, eres tú.

Y duele también porque no es justo. Porque sabes que no lo mereces. Porque harías cualquier cosa para cambiar todo, pero nunca hay nada que puedas hacer.

De la noche a la mañana, te quedas sin nada. Del futuro y los planes para entonces, solo quedan recuerdos que ya no serán.

Del pasado quedan besos fantasmas, cuerpos que no se volverán a unir, manos que ya no se encontrarán. Del presente, poco se sabe.

Lo que sabes, es que duele.

Solo quieres sobrevivir un día más, para saber como lo harás. Sigues casi por curiosidad, para darte cuenta que aun con un corazón roto, la vida sigue igual.

Y  la vida te obliga a seguirla también, porque tu vida sigue…tu sigues, roto o no, vivo, sufriendo, llorando, luchando…pero vivo al fin.

Hoseok recibió un mensaje de repente, en medio de todas sus divagaciones, que el día de mañana podría convertirse en una gran novela, o una triste canción y suspiró antes de ver quien era.

Pertenecía a un número desconocido. Bien, se dijo a sí mismo, no tenía nada mejor que hacer que conocer personas extrañas, en fiestas con muchísima gente alrededor, pero por mensajes de texto y encima de todo, en la cocina.

Él nunca ha hecho las cosas como deben de ser de todas formas.

Así que contestó luego de leer lo que el desconocido le decía.

Hola, estoy en una fiesta, escondido en un baño, siendo odiado seguramente por más de una pareja que quiere entrar aquí y hacer…ya sabes, pero no pienso salir de aquí hasta que esto haya terminado (aunque salgo de vez en cuando, a traer frituras y refrescos), ¿quieres hablar?

Por supuesto, también estoy en una fiesta, viendo a mi ex novio besándose apasionadamente con un chico, a metros de mi y al igual que tú, estoy escondido, pero en la cocina, aquí hay mucho que comer, y mucha cerveza XD.  Podrías venir…

Ese fue el comienzo de todo. Fue el término de un corazón. El inicio de otro único amor.

***

Esta es una historia es larga y si la van a leer deben tener paciencia porque es suele cliché y super cursi y super yo...así mismo