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El día siguiente sábado tocan a la puerta muy temprano. Seguramente es alguien que no lo conoce, piensa Hoseok, porque cualquiera que lo conozca sabe que corre peligro de muerte si lo despierta tan temprano un día que no hay clases.

Al menos que sea Jimin y como hay posibilidades -la mayoría- de que sea él haciendo un sobre humano esfuerzo se dirige a abrir la puerta.

Jimin ve a su príncipe recién despierto cuando la puerta se abre y le dan unas ganas de llevarlo de nuevo a la cama y solo dormir con él. O verlo dormir. No es tan espeluznante en su cabeza.

Hoseok se ve tan bien, con los ojos aún semi cerrados y legañosos, frotándoselos para despertar bien y sus finos labios, resecos pero sin perder su tono rosa, la frente descubierta, su pelo apuntando a todas las direcciones y un pijama amarillo patito.

Jimin se pregunta que hizo para merecerlo y si solo ha sido bendecido por un error ya que no hay forma de que haya hecho algo tan bueno para merecer a Hoseok, lo agradece también.

"Hey, cariño" saluda Jimin contento, acercándose a darle un beso en la mejilla con una sonrisa brillante de la que el sol se pondría celoso porque nunca llegaría a brillar como ella, radiante y despierto.

Hoseok cree que todavía está en un sueño. Soñando con ángeles alegres, querubines de mejillas rellenas, ojos preciosos, labios rojos regordetes.

"Jiminie" se las arregla para murmura y sabe que su voz suena más rasposa que de costumbre, pero por la sonrisa graciosa en el rostro del otro se da cuenta que a él no le importa, más bien, le gusta. "¿Qué haces aquí? ¿No es demasiado temprano?" pregunta, luego de aclararse un poco la garganta.

"Bueno, a las 12 del mediodía, nunca se sabe si es demasiado temprano o demasiado tarde" Jimin responde. Ya son las 12, piensa Hoseok, eso explica el vacío en su estómago que sabe ahora, no tiene que ver con Jimin. "Saldremos a una cita hoy, hyung" continúa Jimin.

"Eso no sonó a pregunta" es lo que dice Hoseok que tal vez le ha contagiado al perfecto Jimin, sus malos hábitos y no le pedirá una cita adecuada, así como él solo sugirió que podían ser novios estando en la biblioteca y no se lo pidió realmente.

Y él que soñaba con que Jimin llegara a su puerta en un corcel blanco y con rosas, oh, ignórenlo, sigue medio dormido y un chico puede soñar.

"No, no lo fue, si te preguntara podrías decir que no, hyung, por eso te lo estoy ordenando" dice Jimin, como si ordenarle a tu novio que salgan un día, es algo típico, nada fuera de lo común.

"Me estás ordenando" repite Hoseok su afirmación y ni siquiera suena a pregunta. Se siente un poco más despierto ahora porque no ve a Jimin como del tipo que ordena, pero si lo es, definitivamente quiere ver eso. A Hoseok no le importaría obedecer.

"Sí, no es que me vaya el rollo de amo y sumiso, nada de eso, al menos que a ti sí, si te gusta, bueno podemos ver que hacemos, Hobi hyung, no tengo un Audi para regalarte ya sabes, ni podremos volar de un país a otro con tanta facilidad, pero puedo llevarte a una cita solo porque puedo" explica Jimin, terminando con la frase de Grey. 

Y Hoseok podría ser su Anastasia, espera, ignora eso también, Hoseok realmente sigue en el mundo de los sueños.

"Jimin, sol de mis días, no soy una persona de la mañana, funciono mejor recién por la tarde y apenas estamos llegando al mediodía, así que no entiendo muy bien lo que acabas de decir, pero sé...al menos creo, que no he firmado nada todavía así que no soy tu sumisa, ¿sumiso? Lo que sea, pero...solo a modo de información y como futura referencia, si tú dices va, yo digo mos, así que solo tienes que preguntarme porqué yo siempre diré que si" Hoseok termina diciendo.

Boy AlmightyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora