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Deciden estudiar juntos en la biblioteca después de que Hoseok ha terminado su café. Eligen una de las mesas que dan a un gran ventanal para sentarse y leer. Una vez sentados y acomodados con libros abiertos uno al lado del otro, Hoseok parece muy concentrado en la página que está leyendo, con resaltadores marcando lo más importante y mordiéndose casi inconscientemente y muy suavemente el labio inferior.

Y Jimin está muy concentrado observándolo, estudiándolo, memorizándolo. Sabe que nunca le van a pagar por dedicarse a mirar a Hoseok pero es un trabajo que se pagaría por sí solo y él podría hacerlo toda la vida aun si no tiene con que comer.

Y en este momento desearía que Hoseok no se mordiera el labio de esa forma porque le hace querer…

“Quiero morderte el labio, hyung” es lo que dice sin filtro como una frase que se sale del alma y no necesita pasar por el cerebro. Y Jimin le da la razón a Jungkook ahora, se ha vuelto demasiado descarado.

Hoseok levanta la mirada de su libro y lo mira con los ojos abiertos pero raramente no muy sonrojado hasta que unos segundos después se ríe a carcajadas solo como Hoseok puede hacerlo y la bibliotecaria debe pedirles que guarden silencio o se retiren así que Hoseok respira hondo y se calma.

Jimin pregunta entonces “¿Qué?”

“Es que…Jimin, eso seguramente sonó mejor en tu cabeza” es lo que dice, todavía muy risueño Hoseok.

“Ahh, y si digo que quiero chupártelo…” 

Y ahora sí que tiene el efecto deseado, el rojo escarlata es tan profundo y las risitas nerviosas salen como burbujas de sus labios que Jimin cree que Hoseok va estallar en cualquier momento por combustión espontánea.

Jimin sonríe y continua “Me refiero a tus labios, hyung”

Inclinándose un poco más hacia él susurra “O lo que sea que me dejes, si prefieres otra cosa, con gusto lo haré”

Hoseok se aleja de él, porque siente su aliento caliente muy cerca de su rostro y casi cae de la silla.

Jimin vuelve a sentase derecho en su silla, con una sonrisa en los labios y Hoseok se coloca bien también. Baja la mirada y Jimin lo ve inhalar y exhalar lentamente hasta que poco a poco se tranquiliza.

Entonces lo mira directamente a los ojos mientras dice “No hagas promesas que no puedes cumplir Park pero debo decir que hay mucho en ti también que yo quisiera chupar y besar y lamer y morder y mucho más”

Y Jimin lucha contra un sonrojo casi inevitable y siente un poco más apretados sus pantalones y traga saliva porque no se supone que estén haciendo esto en una biblioteca.

Hoseok casi puede ver los engranajes en la cabeza de Jimin trabajando apresuradamente y sonríe satisfecho. No ha logrado sonrojarlo pero está muy seguro que ha logrado algo más con otra parte de su cuerpo que no es su rostro y si la sangre no se ha acumulado ahí es porque lo ha hecho en otra parte.

“Deberíamos irnos” sugiere entonces. Jimin lo mira sorprendido y una vez más traga saliva con los ojos muy abiertos. Y Hoseok continúa, adivinando lo que está pensando para sacarlo de su error “Tú a tu cuarto y yo al mío, creo que necesito una ducha…muy fría” termina diciendo.

“Sí, sí, deberíamos irnos” responde entonces Jimin porque realmente necesita esa ducha también.

Deciden que se despedirán en la entrada en la biblioteca ya que se encuentra a medio camino de sus respectivas habitaciones para que ninguno tenga que acompañar al otro. Por supuesto, Jimin se ofreció a llevar a Hoseok a la suya pero Hoseok se negó.

Se encuentran entonces frente a frente ahora sin saber que decir o hacer para despedirse. Se miran y se sonríen y bajan la cabeza como dos adorables niños frente al chico que le gusta y poco queda ahora de esos dos que coqueteaban descaradamente en la biblioteca.

Jimin se pregunta si debería besarlo, Hoseok se pregunta si Jimin lo hará.

Jimin cree que debería hacerlo, porque Hoseok es él que lo ha besado hasta ahora pero eso podría ser porque está muy seguro que Jimin no lo rechazaría, que lo tiene envuelto alrededor de su dedo meñique y comiendo de la palma de su mano (y sabe que ha colaborado mucho para eso, si eso es lo que Hoseok cree).

Pero en cuanto a Jimin, él no sabe cuales son los límites en esto, si se acerca y lo acorrala por esa pared frente a la cual están y lo toma de las mejillas y lo besa profundamente y resulta que es demasiado y Hoseok lo rechaza y no le vuelve a hablar, Jimin cree firmemente que podría morir. Hoseok es demasiado importante, no lo va perder por tontos impulsos sexuales irracionales.

Una vez que lo tenga en la palma de su mano como Hoseok lo tiene desde el primer mensaje que le contestó podrá hacer lo que quiera con él pero mientras, puede llevar esto con calma.

Además está Jungkook, un constante dolor de cabeza que no se irá mientras todo lo que se tenga que decir sea dicho.

Así que Jimin se acerca a Hoseok y éste cierra los ojos y siente su aliento muy cerca de él y empieza a fruncir un poco los labios, cuando siente unos suaves labios, dejando un tibio beso en la comisura de los suyos.

Abre los ojos y le sonríe cálidamente a Jimin. Hoseok tenía razón al sentir envidia de la futura princesa de Jimin, y se siente muy afortunado que Jimin haya terminado mirando a un príncipe y lo haya elegido a él porque así es como un caballero como Jimin trata a los príncipes, dulce, delicado, tierno. Hoseok quiere suspirar y morder las bonitas mejillas de Jimin, arrastrarlo contra él y comerle la boca pero eso no sería adecuado en un príncipe.

Así que solo coloca mejor sus libros en sus brazos y le dice “Nos vemos mañana” a Jimin y es una promesa que será cumplida.

“Nos vemos, hyung” contesta Jimin mientras lo ve partir.

Y no sabe si le gusta más este Hoseok que se sonroja con un suave beso en su mejilla y le hace sentir algo cálido en el centro de su corazón. O el otro que lo calienta con palabras sexuales e insinuaciones en una biblioteca y lo hace sentir apretado en otra parte de su cuerpo.

Cree que le gustan los dos, que está un poco enamorado de los dos, que los dos lo volverán loco un día de estos si es que no lo está ya.

Pero deben ser los poderes del chico todopoderoso que hacen que Jimin quiera meterse en su ropa, besarlo y morderlo, acurrucarse con él en su cama, bajarle las estrellas, regalarle el mundo y ponerse de rodillas antes él.

***

Miren, siempre soy justa con quienes me complacen, así que un nuevo capítulo aquí.

Gracias por leer y apoyar!

Boy AlmightyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora