Boy Almighty

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La mañana siguiente, Jimin prácticamente escapa de los brazos de Hoseok, en alguna hora de la madrugada, porque recordó algunas cosas que debía hacer. Como que era Lunes, que a pesar del maravilloso fin de semana -y de que tiene un bonito novio ahora- su vida de universitario continúa y debe tomar un examen muy importante hoy y que no ha estudiado nada aún.

No quiso despertar a su novio, lo intentó, en realidad, pero nada funcionó y solo se fue diciéndose a sí mismo, que le avisaría por mensajes después lo que había pasado para no quedarse a ver la absoluta maravilla que es un Hoseok en su estado más vulnerable, en medio del sueño y la realidad, porque lo ha visto y lo quiere ver el resto de su vida.

Sin embargo, también tiene un título que conseguir en la universidad, una beca que mantener para llegar a ello y que no le será dado solo por amar a su novio y verlo despertarse sobre él una mañana de lunes.

Aunque no es que necesite ninguna recompensa por hacer algo que haría gratis toda su vida, que le sale tan fácil como respirar y que se pregunta a veces, que tan difícil será parar si algún día deba hacerlo. No cree que pueda, no cree que deje de amar a Hoseok, nunca, ni si su vida dependa de ello.

Al llegar a su habitación se da una ducha, toma un licuado de banana, muy dulce, porque el azúcar ayuda a estudiar mejor por las mañanas -alguien se lo dijo alguna vez y ahora está dispuesto a seguir todas las tontas recomendaciones de otros- y se pone a leer su libro.

No puede siquiera prender más luces que la pequeña lámpara de su escritorio, porque Jungkook está durmiendo apaciblemente en su cama a un lado. Y Jimin no se atrevería a molestarlo, no deja de sentirse mal por él y un poco culpable aún a pesar de que las cosas entre ellos están bien. Como sea, le evitará todas las molestias que pueda y no lo despertará con más luces prendidas.

Finalmente con la hoja de su examen frente a él, todo lo que puede pensar es en ojos brillando como estrellas, mejillas rosas como un suave algodón de azúcar, besos dulces con sabor a gloria y no recuerda nada del estúpido libro que leyó. Suspira frustrado, preguntándose donde está esa inteligencia superior que supuestamente posee, en estos momentos.

Dicen que el alcohol mata neuronas, puede que el amor sea una rara especie de alcohol también, que nadie ha descubierto todavía y también lo hace, además de nublar los sentidos.

Porque Jimin recuerda ahora que después de estar con Hoseok, suele entrar en una especie de trance, que lo hace flotar aún estando con los pies en el suelo y lo lleva a otra dimensión en donde todo es pura alegría, no hay pena ni dolor, ni exámenes inútiles que no deberían existir. 

(Uno simplemente debería decir, "Quiero ser maestro, porque quiero enseñarle cosas buenas a los niños" Y luego ya estar trabajando y demostrando con práctica lo bueno que es para eso. No pasar 4 años en una estúpida universidad, aprendiendo cosas estúpidas, dando exámenes estúpidos y olvidando lo que se sabía para entonces, después. La universidad no tiene sentido.)

En cambio el amor...el amor es el sentido de la vida, de las mejores canciones, de las películas más bonitas, de grandes obras de arte. Es el motivo por el cual nacen los niños y luego crecen y se convierten en adultos que se enamoran, para volver a tener niños y seguir con la tradición de amar. Es la razón por la cual existen todas las cosas bonitas de la vida, como dicen, es lo que hace que el giro del mundo valga la pena.

Y amar a Hoseok, es algo con mucho más sentido aún. Es tan simple y tan hermoso, tan fácil y sublime, es la misma gloria amarlo, es el cielo ser correspondido.

Jimin nunca antes ha estado enamorado, pero no se queja de ello, porque eso le permite disfrutar correctamente de todo lo nuevo en esta sensación. Todas esas cosas tan clichés que escuchaba o veía y que creía, nunca iba a conocer. Ahora entiende porque hay tantas canciones de amor. Ahora le encuentra sentido a la poesía. Ahora ama aún más The Notebook. Ahora está enamorado y es correspondido y tiene un príncipe moreno de ojos marrones que lo hace feliz.