Boy Almighty

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Una nueva semana había llegado, cuando una noche, Jimin toca insistentemente la puerta de Hoseok. Este abre medio despierto y medio dormido, solo porque sabe que nadie más que su novio tocaría a estas horas su puerta, sabiendo que no corre peligro y sea cual sea la razón, si es Jimin merece la pena despertarse a media noche por él.

Al abrir se encuentra con una escena nunca antes vista. Lo había visto llorar antes, pero nunca de esta forma. Jimin estaba frente a él, sollozando amargamente, con los ojos inyectados en sangre, se veía desesperado, vulnerable y roto.

Hoseok lo ve demasiado pequeño, en este momento. “Bebé…” susurra. Y Jimin se lanza a sus brazos entonces.

No se caen por puro milagro por la fuerza del impacto y la falta de estamina de Hoseok que es mucho peor cuando apenas está despierto, pero este soporta su peso muerto sobre él, como puede, porque se da cuenta que es lo que su novio necesita.

Un cuerpo al que aferrarse, porque es lo que hace con él, lo abraza con fuerza, como si necesitara sentirlo, como un salvavidas, como si fuera lo que lo va mantener vivo, como si al soltarlo, sufriría demasiado.

Hoseok lo lleva hasta su cama y lo acuesta sobre ella, sin dejar de acariciarlo, tratando de ser reconfortante y besándolo suavemente en el rostro, susurrándole cosas bonitas.

No tiene idea de lo que pasa con él, pero lo que sea está seguro que le cambiaría el lugar en este momento, solo para no verlo sufrir de esta manera. Tomaría su sufrimiento por él.

Se acuesta a su lado y pasa sus dedos por su suave pelo, besándole la sien de vez en cuando, cantándole suavemente una canción al oído, hasta que Jimin empieza a sollozar más suavemente y finalmente parece calmarse un poco, para susurrar después “Noona me odia”

Hoseok lo escucha, esperando oír más, pero es todo lo que Jimin dice. Por supuesto que su hermana no lo odia, pero Jimin está convencido de eso en este momento y Hoseok no le va a hacer creer lo contrario.

Si le dice lo que piensa, de hecho, Jimin podría preferir irse de aquí y Hoseok no se lo imagina en ningún otro lugar que no sea en sus brazos estando en el estado en el que se encuentra.

Así que solo pregunta “¿Porque dices eso?” Para saber más de la situación, y ver de que forma hacerle entender a Jimin que está equivocado.

“Ayer llevé mis calificaciones a casa…las bajé mucho este mes…no ha afectado mi promedio, pero podría hacerl, hyung” .urmura entrecortadamente.

Hoseok se siente un poco bastante culpable por ello, pero esa es una carga que no puede poner sobre los hombros de Jimin ahora, así que no dice nada sobre ello. “Y ella me dijo cosas horribles” susurra Jimin, con los labios temblando de nuevo, a punto de llorar otra vez.

“¿Qué te dijo?” Hoseok pregunta suavemente, sin dejar de pasar sus dedos por el pelo de Jimin.

“Qué mi mama y ella se sacrifican por mí y qué lo minino que yo debería hacer es ser el mejor, que dado que es lo único que hago bien, debería hacerlo excelente, me dijo que estaba decepcionada de mi, que si pierdo la beca, ni siquiera piense en ella como mi hermana” Jimin dice con dolor y luego se esconde en el pecho del mayor para murmurar “Me odia, hyung…” dice a Hoseok a quién rompe el alma verlo sí, pero sabe exactamente qué decir.

“Mis padres están divorciados y fue mi culpa” es lo que dice. Jimin queda un poco desconcertado, pero esta no es la primera vez que esto sucede. Ellos comparten sus problemas y se consuelan uno al otro. Tal vez Hoseok está intentando hacerlo olvidar de su propio dolor, hablando del suyo.

“No creo que haya sido tu culpa, los hijos siempre dicen eso, pero no es tu culpa” Jimin dice mirando a su novio ahora.

“Incluso si yo, a los doce años, luego de una discusión que tuvieron, me acerqué a ellos y les dije que deberían divorciarse” añade Hoseok y Jimin se sorprende, porque bueno, eso si es su culpa probablemente, pero, tal vez tuvo una razón para hacerlo.