Primera parte

23.6K 479 29
                                    

-Pero... amiga... ¿Estás segura?

-Si, lo estoy Rocío. El problema es que no sé en donde encontrarlos.

- Mmmm puedes preguntar en un sitio web.

-Muy peligroso.

-Mmm. ¡Ah! ¡Ya sé! Puedes preguntar en la tienda sex shop.

-Puede ser. Aunque... una vez le pregunte si iban a comprar muchas personas y casi me degüella.

-Puedes intentarlo. Pero esta vez le preguntas sobre lo que estas buscando.

La verdad parece muy complicado encontrar personas o un club que sea BDSM. Mi amiga por suerte me conoce lo suficiente para decir que no toma tan mal mi idea. Es algo que quiero y no se negó a ayudarme aunque esto es complicado ya que en mi pueblo este tipo de relación o todo relacionado a aquello es algo "asqueroso, sucio y pervertido" según la mayoría de las personas que conozco. Si, pues estoy en búsqueda de lo que más deseo. Tal vez es muy difícil encontrar a alguien que sea lo que estoy buscando pero lo necesito.

-Amiga, yo sé que te gusta pero es muy difícil encontrar un Dom para que te enseñe. Además eres virgen y ser un sumiso implica estar con ellos.

-No te preocupes Ro. En esos casos existen contratos que se hacen para que tales clausulas, se respeten y sí es un buen Dom las respetara. En ese contrato ira, además de otras cosas que no me gustaría practicar, la no penetración. Así que no te preocupes.

-¿Cómo quieres que te enseñe un Dom sí no dejas que pase? Algo traes entre manos.

-Pues si. La cuestión es que quiero que me enseñen a ser sumisa. Que me entrene a ser la sumisa perfecta. Con el objetivo de solo entregarme al amo perfecto para mi y poder firmar un contrato permanente con él.

-Eres picara amiga- ríe y luego de unos segundo yo la acompaño.- Pues te ayudare en lo que pueda.

-Gracias.- Le digo mientras le paso el mate cargado para que ella pueda beber.

Es muy común estar juntas y más hablar de estos temas a pesar de que está es la primera vez que una de nosotras quiere experimentarlo. Estamos en su casa buscábamos información sobre como debe ser el carácter dentro de una escena un sumiso o sumisa. Pues nos fascina leer y poder conocer más de ellos. Es lo bueno de ser amiga y tener la misma locura. Nos podemos contar cualquier cosa sin que sonara descarado.

Mientras salgo de su casa, camino por las calles relatando en mi mente como debe ser un sumiso frente a un dominante. Puedo sentir el escalofrío de mi cuerpo cuando imagino el cuero de una fusta tocando suavemente mi piel. El aroma a cuero de ella o sentir los grilletes que encierra mis muñecas. Me hace estremecer. Camino mientras pienso en ello me hace volar en una laguna de deseo que no me deja tranquila. Decido ya no pensarlo o voy a querer desear con más ansias que un amo me entrene. Llego a la tienda con las esperanzas de que la señora no me gritara de nuevo.

-Disculpe que la moleste pero necesitaría su ayuda.- digo con cautela.

Apoyo mis manos en el mostrado y bajando la mirada. La señora es más seria de lo que recuerdo y parece que cualquier respuesta que de no será un sarcasmo.

-Si. Dígame.- Dice con un semblante serio y yo incomoda por su reacción.

-¿Sabe… sabe sí acá en la ciudad existen… clubes de Doms y Subs?- Me siento incomoda y un poco asustada por su reacción. ¿Será qué me mirara mal? ¿Me juzgará por la pregunta? Esta señora es más seria de lo normal y no creo que ande en estas cosas. Mejor me voy sin la respuesta antes de que me cuestione. Pero… veo una mueca en su rostro.

-¿Estas segura de lo que estas preguntando? ¿de verdad quieres saber?- pregunta sin cambiar el gesto.

-Si.- susurro bajando la mirada de nuevo.

-¿Para qué quieres saber? Si no te apena contarme.

-Solo no me juzgue.- respondo con ansiedad.

-No lo haré.

-Estoy buscando un club para que me enseñen.

-¿Segura que estas dispuesta a aprender? Es algo que mucho curioso quieren pero cuando lo conocen se asustan y huyen de ese mundo.

-Si. Lo sé pero es estoy segura de lo que quiero y me gustaría buscar un lugar de ellos para que un Dom pueda entrenarme- La señora solo me mira sin quitar la mirada y luego asiente.

-¿Viste el bar que esta en la frente a la segunda plaza de la ciudad?- asiento a su pregunta- Ahí después de las tres de la mañana comienzan a llegar Doms y Subs a beber. También una vez a la semana hay subastas de Subs. Debes hablar con el dueño por lo que ahora te daré su número para poder acceder.

Mi corazón palpita con fuerza al escuchar eso. No puedo creer que en verdad tendré la virtud de conocer Doms y Subs en mi ciudad. Estoy ansiosa. Luego de que termino su platica me entrega un papel con el número de un tal Roberto Fernández dueño del bar.

DescubriéndomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora