Decimosegunda parte

7.3K 236 3
                                    

Mientras me dirijo con Cristóbal al bar puedo ver de nuevo la inmensa fila de personas. Creo que extrañaba un poco esto. Ver a estas personas con su vestimenta particular que se distinguen entre ellos. Mientras estoy en la fila mis manos comenzaron a sudar. Estoy nerviosa. Cuando finalmente entramos me dirijo a la barra con Cristóbal ya que él queria pedir una copa de whisky. No sé qué hacer con mis manos, los cruzaba y los coloco detrás de la espalda. Como ya no sé qué hacer me siento en la silla de la barra.

-¿Quieres tomar algo Ana?-Me dice Cristóbal tomando un trago de su bebida.

-No, esta bien.- Le digo secando mis manos con una servilleta. -Ahora vengo. Voy a ir al baño.

Me levanto de la silla y me dirijo a los baños. El lugar no ha cambiado en nada. Cuando salgo del baño un hombre me hala en dirección a las habitaciones del bar. No me deja ver su cara ya que yo voy detrás caminando a los tropezones e intentando zafar su agarre. Cuando entramos lo miro mientras este de espaldas a mi le pone llave a la puerta.

-¿Qué diablos está haciendo? Déjeme salir.- me acerco a la puerta para empujar al hombre pero este gira. Me alejo de él asustada al verlo. Es Luis. No sé qué es lo que pasa por la cabeza. No quiero estar en un cuarto juegos y menos con él.

-Te dije íbamos a hablar.

-Pero no aquí- Le digo enojada señalando la habitación.

-Cierra la boca y escúchame.

Este se acerca y toma de los brazos.

-¿Por qué te fuiste ese día?

-No tengo porqué responder tu pregunta.- Le digo desafiante.

-Respóndeme- Dijo autoritariamente. -Te estuve esperando a que vengas al bar pero nunca viniste. Estuve todos los días esperándote pero jamás te vi.

Su mirada cambio. Es diferente a la de siempre. No es seductora ni sensual ni autoritaria. Suena a desesperado y puedo sentir que sus manos que aprietan aún más mis brazos. Quiero saber por qué se ve así. Parece que no son simples palabras. Estoy confundida. Este suspira y continua hablando:

-Cómo no aparecías trate de buscarte por mis propios medios pero después de tanto por coincidencia te termine encontrando en el bufet de abogados de un buen amigo.

Sus manos toman mi rostro. ¿acaso le importo? Tengo que saberlo o me volveré loca con esas palabras.

-¿Qué quiere decir con eso? ¿Por qué me buscas?- frunciendo el ceño.

Este sacude la cabeza para mirarme de nuevo.

-Te buscaba para que me respondas la pregunta que te hice al comienzo de esta platica. Quiero que me digas porque utilizaste la palabra de seguridad en ese momento.

-¿Si te digo me dejaras tranquila?
Libera un suspiro.

-Si.- masculla.

-Me fui porque no soporte verlo besando y tocando a otra sumisa en el mismo lugar y al mismo tiempo mientras lo hacia conmigo. No podía estar ahí. La verdad es… que estoy enamorada de ti.- Le digo mirando hacia abajo.

Quito sus manos de mi cara para salir de la habitación mientras que este me mira sorprendido. Camino rodeando a Luis pero este me agarra un brazo antes de abrir la puerta.

-Suélteme.

Este gira y presiona sus labios en los míos con necesidad. Eso labios que me encantan vuelven a ser míos por un momento más. Quiero que se quede conmigo pero eso no va a pasar. Lo sé. No sé pero esos labios saben más dulce de lo normal y me gustan aún más. El aroma a su perfume que se impregna en mi nariz a tal punto de querer tocar su piel. Me estremezco cuando introduce una de sus manos dentro de mi blusa. La yema de sus dedos que caminan por mi espalda y regresa a mi cadera, hace que mi cuerpo tiemble por la sensación que provoca. Este frena el beso para mirarme a los ojos.

-¿Sabes por qué no te puse un collar esa vez?- Yo jadeando negué con la cabeza.- Porque me atraías mucho. Más de lo que deberías. Ahora entiendo porqué te fuiste y te busque como loco. No te quiero para una semana. Quiero que seas mía por mucho más tiempo y no ser únicamente mi sumisa sino también mi compañera de vida.

Lo mire sorprendida y siento que estoy soñando. Pero me alejo de él.

-¿Entonces por qué llevaste a esa chica al cuarto?- Le digo frunciendo el ceño y aún alterada.

Este me vuelve a tomar pero esta vez de la cintura y toma mi mentón.

-Porque queria eliminar eso que sentía. Queria hacer que fuera una de ellas pero no pude. No volverá a ocurrir y te pido disculpas por eso. - hizo una breve pausa mirando cada facción de mi rostro-  La verdad es que… deseo que seas mía por completo. Me vuelves loco y eres la sumisa perfecta para mi. Cuando te fuiste me sentí tan vacío y dolido que no podía continuar. Solo salí del cuarto a penas desate a Victoria. No paso nada con ella.- Toma otra pausa.- Quédate.

DescubriéndomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora