All in the name of love [Sheith-Keitor]

4. Lost it all

Dead and broken

My back's against the wall
cut me open
I'm just trying to breathe, just
trying to figure it out
Because I buit these walls to
watch'em crumbling down
I said, then I lost it all
Who can save me now?

[Lost it all, Black veil brides]

—Ya te tengo— abrió los ojos sin recibir el impacto, la fuerza de los brazos sosteniéndolo menguó —Todo está bien, ya estoy aquí.

—¿Mamá?— preguntó inseguro cuando lo envolvió con sus brazos — ¡No!— gritó cuando cayó en cuenta lo que había pasado—¡NO! ¡NOO!

Una lanza de brillos escarlata atravesaba la espalda de la hembra galra que se había interpuesto entre esta y el cuerpo de su hijo, lo había abrazado salvándolo de la muerte.

—Keith.— dijo apoyando su mentón sobre el hombro de su hijo. El chico no podía ver su triste sonrisa que esbozaba, muy a pesar de que la sangre comenzó a brotar de su estómago humedeciendo el suyo a su vez. —E-estoy b-bi-en.

Su cuerpo perdió todo rastro de voluntad simplemente arrimándose al oscuro uniforme de su pequeño.

Que mejor lugar para morir que en los brazos de su hijo.

Ambos se deslizaron hasta el suelo.

—Tranquila, tranquila, te llevaremos con Allura ahora, no te duermas por favor ¡mamá! ¡Resiste un poco!—

—Kee-ith—le llamó.

Pero lo único que hacía era gritar por ayuda, temía moverse lo suficiente para que el cuerpo de su madre cayera hacía atrás, pero quería ver su rostro. El rostro del mundo que había buscado de niño.

—Ella sabrá que hacer, vamos, ven— balbuceó apretando los ojos

—Kei-th— dijo por segunda vez intentado sobar su mano.

—Tenemos que irnos.

—Keith— pronunció interrumpiéndolo.

—¿qué?— sollozó enfocándola por fin, vio como e costaba mantenerse despierta.

Ella trató de infundirle confianza con una media sonrisa.

—Ya no hay tiempo— explicó —No puedo dejar que lo hagas

—Y yo no puedo dejarte morir. No lograré hacerlo sin ti.

—Ss-ii lo hará-as, s-gsi puedes— apremió, luego su rostro se tornó más serio que de costumbre, sufriendo por unir una palabra sobre otra sin titubear —Ke-ith, escúchame. No tienes idea de lo que eres capaz de hacer.

—¿que?— soltó agitado —¿Por qué me dices esto?

Lo estaba dejando, se estaba despidiendo ¿por qué le decía esto justo ahora?