All in the name of love [Sheith-Keitor]

10. Cardigan

I knew you
Tried to change the ending
Peter losing Wendy, I
I knew you
Leaving like a father
Running like water, I
And when you are young,
they assume you know nothing

[Cardigan, Taylor Swift]

—Adam me dejó—

Keith volteó hacia él con el brillo de esperanza en sus ojos. Pero Shiro obviamente no lo notó porque estaba con la mirada perdida en el suelo.

Keith sabía en lo que pudiera estar pensando.

—¿Qué paso esta vez?—

—Discutimos— respondió levantandose del sillón.

—Siempre que pelean empiezo a pensar que tengo algo que ver con ello— dijo intentando que Shiro esta vez soltara un poco de información.

—Discutir no es lo mismo que pelear, ya te lo había dicho. Y no Keith, no es culpa tuya, es culpa mía,suelo ser un imbécil la mayoría del tiempo— balanceó su cabeza tratando de dispersarse y miró a través del vidrio. Desde la ventana el árbol se movía con rudeza a compás del viento, pero más pesada fue su exhalación, lo que llevaba conteniendo todo el día.

Era estupido haber creído que Adam se casaría con él ¿Quien quisiera hacer el resto de su vida una mierda con él a su lado?

Había perdido la esperanza de que en algun lugar no muy lejano existía alguien que bajaría hasta los confines del infierno de el que él estaba surcando y que no importaría el precio, ¿lo hacía humano no querer dar nada a cambio? ¿que el simplemente el hecho de ser él sería suficiente? Y por eso toda su vida habia tratado de merecer ese derecho, ganando titulos, y batiendo records.

¿Y Keith? Un día como hoy, un día como todos a las seis, pasaba más tiempo en el cementerio que en su propia casa, eso acabaría cuando entrara a la academia, esperaba. No tenía a nadie más que él, decircelo solo aumentaría el hecho de que él tampoco duraría para siempre.

—¿Cuantos años tienes, Keith?— dato que trataba de olvidar frecuentemente.

—Ya tengo quince— confesó intentando ver el punto de la conversación. Y caminando a paso lento para estar a su lado. 

—¿Has pensado en lo que te dije?

—Me gusta esta casa Shiro— dijo lo mismo que la ultima vez.

Siguió con la mirada todo el salón, una casucha de madera de dos pisos y una habitación pero era el único recuerdo que tenía de Jay. Su madre había vivido ahí eso era lo más viejo que recordaba que le había dicho su padre, y no estaba listo para dejarlo por un pequeño apartamento en la central de Arizona. La clase de cosas que Shiro no entendería porque él siempre lo había tenido todo. Tal vez era una de las primeras cosas de las que se negaba con él, vivir juntos. Y cuando a lo que sea le decía que si, ahora había sido difícil aceptar un no por respuesta.