¿Un Crush Imposible?© |•Im Jaebum•| ✓

Parte 19

Mentiría si digo que mi semana fue aburrida.
Para comenzar: La mañana siguiente de la noche que dormí con JB.

Los gritos de Jinyoung y Alex hicieron que JaeBum se cayera de la cama.

-¡No lo puedo creer! - Gritó la voz femenina.

-¡Gasté mi dinero en lo mejor de lo mejor en vano! JB, eran de primera marca.

-Silencio. - Rogué desde las sábanas.

- Tenemos colegio. Dile, hermano roba cunas, dile que la niña tiene que ir a la escuela.

-_____...- Claro, JB puede dormir y yo no. Que frustración.

-Ya voy. - Maldije por debajo y me fui a alistar.

Y para dar un toque final, Alex me seguía por detrás preguntando lo mismo.

-¿Tuvieron sexo? - Por lo menos habré negado unas veinte veces a esas insinuaciones.

Mientras estaba en el colegio no hablaba mucho con Kihyun, él estaba con sus amigos, solo de vez en cuando cruzábamos miradas y nos limitábamos a saludarnos.
Las tardes eran de Jae y de mí, nos habíamos acostumbrado a salir a caminar y perdernos por el barrio, pero llevando dinero a menudo. JaeBum me había comprado el helado que prometió, junto con un kilo adicional. Gracias por eso, Jae.

Había terminado de repasar los apuntes de economía, masajeé mis sienes, realmente me sentía agotada. Volteé a ver el bulto en mi cama, el señorito todavía no empezó la facultad y por eso seguía jugando con el celular.

- Te ves derrotada. ¿Asumiste que sacarte la nota más alta con Kang es imposible?

-Já, lo fue para ti, mi bobito. No es mi primera batalla.

-Ríndete y ven a dormir. - Palmeó un lugar a lado suyo.

-JB, mañana me tengo que encontrar con Kihyun. Estoy nerviosa.

-Si quieres voy por ti.

- No, está bien. Tienes razón, mejor acostémosnos.

Una hora antes de que Kihyun viniera a buscarme dije que yo iría sola, que me esperara en el café que había cerca del colegio.
Crucé la puerta y divisé el lugar, estaba en unas de las mesas del fondo. Había ordenado la comida para ambos.

Kihyun se acercó dispuesto a darme un beso. Lo detuve lo menos grosera que pude.

-Espera.

-¿Qué sucede, nena? - Solo fue una cita antes, tomó demasiada confianza.

-Tenemos que hablar, en serio Kihyun.

Él insistió en que comiéramos primero, me dolía cada bocado al tragar, también tenía la intención de sacar algún tema de conversación y yo le daba respuestas cortas y concisas. Una situación realmente incómoda.
Cuando acabó se animó a preguntar:

-Bien, dime lo que tengas que decirme. -Y sonrío. Dios, me sentí tan mal.

Sentí una auto-punzada clavarse en mi pecho al ser tan directa.

-No quiero que te ilusiones conmigo, Kihyun. Estoy con alguien ahora.

Esa mueca que tenía cambió ciento ochenta grados. No quería mirarme a los ojos, y tampoco le iba a pedir que lo hiciera. No era quien.

-¿Quién es él? -Musitó quebrándose, lo supuse.

-Im JaeBum, no lo conoces. Él, él en realidad me gusta desde hace años. Por un percance y otro nos encontramos, descubrí que teníamos sentimientos mutuos. Nos dimos una oportunidad.

-_____- Conectó sus ojos con los míos.- Yo también te cité por una razón parecida.

Me quedé en silencio. ¿Él quería que yo no me ilusionase?.

-Verás, la semana que viene entraré como estudiante de intercambio. Me iré a Argentina por seis meses. Pensé que no lo iba a poder lograr y traté de hacer feliz mi segundo sueño, que fueras mi novia.

A partir de ello me sentí con menos culpa. Pudimos tomar un café y, está vez, conversar amenamente.
Antes de salir me despedí de él con un abrazo, le dije que lo iba a extrañar mucho y que disfrutara de ese hermoso país.

En el camino hablé con mamá por teléfono, hace mucho no escuchaba su voz. Le conté lo de JB y ella dijo que por fin superó su estúpido miedo. Ella dijo que cuando volviera me iba a contar cómo se enteró de que él me correspondía desde antes. En una semana.

Llegué a la puerta de la casa Im y vi a esa chica del gimnasio saliendo a paso apresurado de ahí dentro. Al cabo de unos segundos, Jinyoung fue tras ella.

-No es lo que piensas. -Me dijo de inmediato.

JaeBum estaba tras esto. No había duda.

-¿Está en su cuarto? -Asintió.

Le convenía estar con ropa.
Pero aún más le convenía que tuviera una muy buena explicación.