The memories never dies

Bye Bye girls...

En los capítulos anteriores...

Cuando me quiero dar cuenta tengo a todas mis amigas y a mi hermana en frente mío, y tienen ganas de preparar una gran boda, lo que significa que a mi me toca pasar un día de locos, y eso si no me matan primero por intentar escapar, que como no se me a ocurrido irme del centro comercial, soy estúpida desde luego, antes por lo menos tenia opción de elegir, seguro que en el rato que han tardado en buscar me ya han planeado lo primero que vamos a mirar, y por sus caras creo que ya se por donde vamos a empezar, el vestido.

Narra ________

Por fin, después de esta mañana de locos, tengo puesto mi vestido, el definitivo, se me saltan las lagrimas,me tapo la cara avergonzada y no puedo evitar reír al escuchar a mi hermana decirle a una de las chicas que venga a abrazarme que su barriga no le deja, al verme así vestida, bueno solo voy a poder casar-me una vez, mejor que lo disfrute que haga lo que siempre quise y mejor que sea inolvidable, noto como me abrazan y yo le devuelvo el abrazo a esa persona que a juzgar por el olor diría que es Lucia que olor mas dulce me encanta!

-Estas preciosa _______, sin duda este es el vestido que mejor te queda- dice Litzy.- Louis se morirá al verte llegar con ese vestido- me separo de Lucia y me giro para mirarlas.

-Tu crees?- quitando me el resto de algunas lagrimas.

-Si, y si no lo hace es que esta demasiado ciego para ver el diamante que tiene delante.- continua Litzy y las chicas la apoyan asintiendo con la cabeza.

-Muchas gracias por haber venido- sonrió, camino con la asistenta que me había sido asistida y me vuelvo al probador dejando a las cotillas de mis amigas hablar sobre mas y mas preparativos que hacen que la cabeza me de vueltas sin parar, me cambio a mi ropa normal y salgo.

-Venga vamos hay muchas cosas que hacer- dicen levantándose todas de golpe como si lo tuvieran ensayado.

-Me niego, e pasado una mañana aquí encerrada probando me vestidos para vosotras, ahora si me disculpáis quiero ir a comer y alejarme de esta ciudad por unas horas, cuando volváis a ser mis amigas normales y no las que están obsesionadas con planear una boda me llamáis, mientras tanto, olvidar que tenéis mi numero en vuestra agenda.- voy asta la chica que me estaba ayudando con el vestido y le digo que me lo quedo.

-Si te parece bien, te reservo hora para el mes que viene a esta misma hora, así te pruebas el vestido con los arreglos.- me dice la chica, asiento y pago la sesión.

-Adiós- me despido y salgo de la tienda, me paro en un Starbucks y me compro un café descafeinado con leche, me lo pido para llevar y mientras me dirijo a la salida miro las llamadas perdidas de mi teléfono, veo las de las chicas esta mañana, de Max y de Louis, decido llamarlo, me siento en un banco y marco su numero.

Llamada:

-Hi! - saluda contestando a la llamada Louis.

-Hey, e visto tu llamada, necesitabas algo?- pregunto bebiendo un poco de café.

-Si, necesitaba escuchar tu voz- y en ese instante creo que me muero de amor, es como si me lo susurrase al oído y pudiese notar su respiración en mi oreja, sus labios rozando me al hablar...- ______ sigues ahí?- dice al ver que no contesto.

-Em si estoy aquí, perdona es que las chicas me tenían secuestrada.- el ríe y yo hago una mueca al oír un golpe seco.- Sigues vivo?- me contesta con mas risas.- Oye mira cuando dejes de reírte de mi me llamas.- si se nota que estoy de mal humor? Pues si no se notaba ahora ya se sabe, ademas de que no me encuentro bien y esto solo consigue empeorarlo.

-Perdón, lo siento, vale ya esta, aunque te lo mereces por habernos escondido los muffin, pero ahora ya estamos en paz, quieres contarme que te tiene de tan mal humor?